En un vergonzoso artículo1, el diputado autonómico del PP por Baleares y miembro de la Comisión de Educación del Parlament de les Illes Balears, Antoni Camps Casasnovas, además de proferir una clara amenaza a los docentes en huelga cuando dice textualmente: ,»Lo positivo de esta huelga es que sabremos con nombres y apellidos, quiénes están […]
En un vergonzoso artículo1, el diputado autonómico del PP por Baleares y miembro de la Comisión de Educación del Parlament de les Illes Balears, Antoni Camps Casasnovas, además de proferir una clara amenaza a los docentes en huelga cuando dice textualmente: ,»Lo positivo de esta huelga es que sabremos con nombres y apellidos, quiénes están preocupados por el futuro de nuestros hijos y quiénes, por el contrario, juegan con los alumnos para conseguir objetivos políticos»; saca a la luz el viejo y manido tema de la politización catalanista. Así el señor Antoni Camps declara en su artículo estar convencido de que esta huelga nada tiene que ver con cuestiones pedagógicas, ni tan siquiera docentes, y que la motivación principal es puramente política. Las acusaciones en este sentido a los docentes en huelga y a las asociaciones de padres se repiten en el artículo.
No voy a negar el carácter político de lo relacionado con la lengua catalana. Frente a un hecho demostrado científicamente como es el del origen y alcance de esta catalana surgió en nuestro país una polémica política cuyo origen se remonta a poco después de la transición. No entraré en esta la misma. No constituye parte de mi ideología política el nacionalismo político de ningún tipo ni diferencio a las personas en naciones y pueblos. Sin embargo, profeso un respeto total y absoluto por la defensa cultural, social y, evidentemente, política de la lengua catalana. Algo que tiene mucho que ver con la lucha que los docentes en Baleares estamos llevando a cabo contra la implantación del llamado Decreto TIL.
Pienso, sin embargo, que esta lucha va mucho más allá de la mera reivindicación político-lingüística. De cualquier manera haré un inciso para contestar al señor Camps por las acusaciones que nos hace a los docentes en huelga. En concreto nos acusa de presionar, hacer bulling y burlarnos de los profesores que no comparten la ideología política catalanista ni defienden la lengua. En este sentido quiero decir que en más de 11 de años de docencia nunca he conocido ningún caso en que se haya faltado el respeto o despreciado a ningún alumno o profesor por hacer uso en clase de la lengua castellana. A pesar del hecho de que hasta hace poco el catalán ha sido oficialmente la lengua vehicular en la enseñanza, no he sabido nunca de ningún profesor que haya sido sancionado por el hecho de usar el castellano en clase. Algo que no parece que vaya a ser el caso de los profesores que, según el decreto TIL( Decret de Tractament Integral de Llengües)2, estarán obligados a dar asignaturas en castellano. Este temor está bastante fundamentado si se tiene en cuenta el ambiente de represión que se está viviendo en Baleares desde hace tiempo, con inspectores en los institutos preguntando a los alumnos acerca de qué profesores tienen ideología catalanista o defienden la lengua autóctona. A todo esto se suma el proyecto de decreto de Convivencia, el cual prohibirá a los profesores en clase, bajo amenaza de ser expedientados, dar opiniones políticas «subjetivas» a los alumnos, y la Ley de Símbolos, que impedirá que en los institutos se coloquen signos en defensa de la lengua catalana.
Al margen del problema lingüístico con referencia a la lengua catalana que supone el TIL, los perjuicios para la calidad en general de la educación que este decreto causará van mas allá de esto, al obligar a profesores y alumnos a dar clases en inglés, algo para las que ni unos ni otros están capacitados. Además, las peticiones de los docentes en huelga no se quedan meramente en la exigencia de retirada del TIL. Basta echar una hojeada a la lista de reivindicaciones de la Assemblea de Docents, dónde se recogen cuestiones como el aprovisionamiento de libros, becas de comedores escolares y la recuperación de plantillas anteriores a los recortes.
El argumento lingüístico y nacionalista utilizado por la derecha en este país es antiguo y recalcitrante. Atacar a determinados sectores políticos con argumentos de anti-españolismo, querer imponer la lengua normativa a la fuerza, ser intransigentes, etc… es harto conocido. Sin embargo, este tipos de argumentos que a menudo calan en la opinión pública no están siendo efectivos esta vez contra los docentes en huelga. Resulta sorprendente cómo la opinión pública balear se ha puesto de nuestra parte. Algo impensable hace tan solo unos meses y que se puede notar en conversaciones en la calle.
Pienso que hay dos causas fundamentales de esto. Una es la actuación intransigente del President del Govern Balear, José Ramón Bauzà y de la Consellera d Educació, Juana María Camps, quienes, hasta el momento, se han negado sistemáticamente a dialogar con la Comunidad Educativa. Desoyendo incluso algunas voces de su propio partido como la del alcalde de Inca que se ha mostrado partidario al diálogo. Por otra parte, el hecho de que los profesores nos hayamos movilizado para defender el derecho a una educación digna ha sido un factor muy influyente.
Hay mucho en juego en esta movilización. No creo que se trate de una cuestión meramente político-lingüística ni de la voluntad antojadiza de un Presidente de Gobierno Autónomo. Como dijo ayer una sindicalista en la asamblea que tuvo lugar en el IES Marratxí, en estos momentos Baleares se ha convertido en un laboratorio de pruebas para la aplicación posterior en todo el Estado español de medidas privatizadoras y de deterioro de la Enseñanza Pública.
En su cuarto día, la huelga está registrando unos porcentajes de participación más que aceptables, hoy miércoles se ha registrado una participación de alrededor del 70%, mucho menor evidentemente que la del primer día cuando hubo índices sobre un 90%, pero evidentemente menor que los próximos días. Se prevé que caiga la participación a partir de la semana que viene, cosa lógica, una huelga indefinida no se aguanta así como así. Se intentarán estrategias de resistencia: paralización parcial de la actividad académica, concentraciones, manifestaciones multitudinarias en todas las islas en día 29, etc… Todo ello en espera de que llegue ayuda tanto exra-insular como de otros sectores exteriores al educativo. De ello depende nuestro éxito o fracaso, un éxito nuestro y de todos. De los resultados de la huelga en Baleares depende la posibilidad de salvar la ya maltrecha y deteriorada enseñanza pública en nuestro país.
Caja de resistencia:
2056 009 74 4102003418 Caixa Colonya
A nombre de Obra Cultural Balear
Notas:
1 Definitivamente es una huelga política. El Mundo. 19. 9.2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/15/baleares/1379266946.html
2 Este decreto acaba con el catalán como lengua vehicular en la escuela e impone la enseñanza de las asignaturas no lingüísticas en castellano, catalán e inglés.
Jonatan Garrido Profesor en el IES ALCÚDIA, Mallorca
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