Quiero hacer algunas precisiones sobre el artículo de Enric Llopis «Marea verde» en Baleares contra los recortes educativos y la imposición del trilingüísmo. Enric Llopis,siempre siguiendo las declaraciones del Secretario General de la Federació d’Ensenyament de CCOO-Balears, Tony Gaos, y nunca dando fuentes directas, habla de la lucha en Baleares contra las medidas gubernamentales que […]
Quiero hacer algunas precisiones sobre el artículo de Enric Llopis «Marea verde» en Baleares contra los recortes educativos y la imposición del trilingüísmo.
Enric Llopis,siempre siguiendo las declaraciones del Secretario General de la Federació d’Ensenyament de CCOO-Balears, Tony Gaos, y nunca dando fuentes directas, habla de la lucha en Baleares contra las medidas gubernamentales que perjudican a la enseñanza pública y contra el actual decreto de trilingüísmo, TIL. Lucha que se inició hace dos años con la Plataforma CRIDA y sobre todo con la lucha activa de los profesores. A continuación, según el autor del artículo, se creó la Asamblea de Docentes (Assemblea de Docents de les Illes Balears), en un ámbito «mucho más ajustado al sindicalismo», que también promovió movilizaciones y huelgas. No sé en que se basa Enric Llopis al decir que el ámbito en el que se mueve la Assemblea es más ajustado al sindicalismo ya que en la plataforma CRIDA también participan los sindicatos y las formas de lucha llevadas a cabo por ésta son las mismas que las de la Assemblea.
Prosigue Enric Llopis, siempre siguiendo a Tony Gaos: La Asamblea de Docentes constituye el verdadero punto de inflexión: los sindicatos dejan que los trabajadores sean la cabeza visible en la Asamblea; «las organizaciones sindicales no se apartan, pero sí se ponen al lado, acompañan. Hay una pérdida de protagonismo, no de apoyo sindical».
Permitáseme hacer un poco de historia. Es cierto que la Assemblea surgió como una iniciativa de los sindicatos, fueron ellos quienes convocaron las primeras sesiones. Sin embargo, no lo hicieron sin ausencia de críticas sobre su oportunismo, ya que recurrieron a la formación de la Assemblea en un momento en el que la Administración Autonómica se negaba a dialogar con ellos. Las críticas a los sindicatos por su falta de propuestas movilizadoras durante los dos últimos años fueron constantes en las primeras asambleas, como podíamos presencia todos los que nos encontrábamos presentes. Posteriormente la Assemblea se definió y delimitó con respecto a los sindicatos. Algo lógico y necesario para su funcionamiento que los sindicatos aceptaron sin oponerse. Sin embargo, en contra de lo que dice Enric Llopis, los sindicatos nunca han impulsado a la Assemblea, es más bien al revés. Fue la Assemblea y no los sindicatos quien decidió ir a la huelga indefinida. La reticencia inicial de los sindicatos a la huelga llegó hasta el punto de que la Assemblea tuvo que utilizar el mecanismo legal pertinente para legalizarla. Esto se hizo mediante una recogida de firmas en la que más del 40% de los profesores de Baleares solicitó formalmente una asamblea donde se decidió ir a la huelga. Únicamente cuando este proceso ya estaba en marcha decidieron los sindicatos a subirse al carro de la huelga, convocándola y legalizándola (en estos momentos la huelga está legalizada vía asamblea y sindical). Esto es algo que se sabe en todo Baleares.
Aquí la unidad sindical ha funcionado bastante bien hasta el momento, igual que también ha habido unidad con otras organizaciones y se ha recibido el apoyo de asociaciones de padres, de la Universidad, de algunos alcaldes del PP y de diferentes organizaciones de la sociedad civil balear como la Unió de Pagesos. No obstante, las relaciones entre los sindicatos y miembros de la Assemblea han vivido más de un momento de tensión- como sucedió en la asamblea mantenida el sábado 31 en el Auditori de Porreres-. Somos muchos los que no acabamos de confiar en los sindicatos aunque estemos a favor de la unión.
Prosigue Enric Llopis reproduciendo las palabras de Antonio Gaos cuando dice que la unidad ha sido posible porque los sindicatos dieron un paso atrás en favor de la Assemblea; «de hecho en la multitudinaria manifestación (la del día 29 de septiembre que reunió a unas 80000 personas en Palma de Mallorca) no aparecieron siglas ni banderas sindicales» Claro que no aparecieron, igual que apenas aparecieron signos en defensa de la lengua catalana y que apenas aparecieron signos de organizaciones políticas en comparación con la sobrecogedora omnipresencia del color verde. Y es que lo que aquí ha sensibilizado a la opinión pública de nuestra lucha ha sido la defensa de la educación para los hijos que ésta supone, incluso más que la legítima defensa contra el ataque a la lengua catalana que supone el TIL. Esto es lo que se percibe en la calle, como ayer en el médico cuando unos padres hablaban de los perjuicios que sufrirán sus hijos cuando se tengan que poner a dar clases en inglés como ordena el TIL. Esto es lo que ha hecho que las asociaciones de padres colaborasen con nosotros hasta el punto incluso de participar en las jornadas de aules buides, jornadas en las que los padres no llevaban a los hijos a la escuela con el fin de paralizar la actividad escolar y permitirnos a los docentes ir al trabajo y recuperar algo de nuestro sueldo, algo que hicieron incluso con amenazas de perder la custodia de sus hijos por favorecer el absentismo escolar. Podemos imaginarnos la imagen pública y mediática que habrían recibido los sindicatos si hubieran salido con signos o referencias sindicales y las acusaciones que se les habrían hecho desde un poder político que constantemente acusa a esta huelga de tener un carácter politizado.
Por último, concluye Enric Llopis diciendo que pese a dificultades que el movimiento está encontrando: la movilización de Baleares fija un hito en las protestas populares contra los recortes y una suerte de de «laboratorio» cara a la huelga general en el sector educativo para el próximo 24 de octubre. Ahora resulta que los docentes en lucha en Baleares no somos conejillos de indias tan sólo para el poder, lo somos también para los sindicatos que están experimentando el éxito de la huelga del próximo día 24 con nosotros. Recuerdo a Enric Llopis lo que se dijo en la asamblea mantenida el sábado 31 de septiembre en el Auditori de Porreres y lo que se volvió a decir ayer en la celebrada en el mismo sitio- en la que se acordó el cese temporal de la huelga-, cuando se consideró de manera unánime dicha jornada como méramente simbólica e insuficiente.
Aquí estamos viviendo situaciones difíciles. Hay padres que lloran ante el hecho de los perjuicios para la educación de sus hijos que supondrá el TIL. Hay compañeros que no han podido dormir durante estos días, hay profesores que han mantenido la huelga pese a la limitada situación económica en que se encuentran, muchos nos encontramos con los nervios crispados. Me parece una falta de respeto que Enric Llopis hable de nosotros como si fuéramos cobayas.
Ahora que la huelga se ha suspendido ¿cuál será la actitud de Enric Llopis y de los sindicatos? ¿Significará el fracaso de este ensayo de laboratorio un freno para futuras huelgas y movilizaciones?
El gran paso de la Assemblea ha sido el coraje de convocar una huelga indefinida. En Baleares esperamos que las mareas verdes de todo el Estado español se decidan a hacerlo y contribuyan así a nuestra lucha, la de todos.
Jonatan Garrido. Representante de la asamblea del IES ALCÚDIA en la Assemblea de Docents de les Illes Balears
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