Ser de izquierdas significa para mí seguir unos planteamientos políticos básicos. Primero defender, lo público frente a lo privado en lo económico; y el crecimiento sostenible y cualitativo frente al crecimiento cuantitativo y sin límites. En lo político defender la democracia frente al elitismo autoritario o liberal. En lo social defender las libertades individuales frente […]
Ser de izquierdas significa para mí seguir unos planteamientos políticos básicos. Primero defender, lo público frente a lo privado en lo económico; y el crecimiento sostenible y cualitativo frente al crecimiento cuantitativo y sin límites. En lo político defender la democracia frente al elitismo autoritario o liberal. En lo social defender las libertades individuales frente a las imposiciones ideológicas. El abanico es amplio pero siempre se opone a la lógica del capitalismo. En mi caso, como socialista democrático, no estoy en contra del mercado ni del Estado. Creo que al mercado hay que limitarlo y regularlo y que el Estado deber estar formado por instituciones democráticas.
Si es compatible ser nacionalista con ser de izquierdas es un tema complejo en el que no voy a entrar ahora. Yo no soy nacionalista porque no creo en las identidades culturales (como mínimo en un Estado moderno como el nuestro) y porque creo que no hay que priorizar las identidades entre grupos sociales heterogéneos con intereses contradictorios.
Dicho esto he de decir que estas lecciones están para mí mal planteadas porque están polarizadas en torno a la permanencia en el Reino de España o la separación de este. Mal planteadas porque esconden los auténticos problemas y las autenticas responsabilidades. La independencia que necesitamos no es de España sino de los mercados y el Banco Central Europeo. La política que nos está perjudicando es la neoliberal que comparten CiU y el PP. Los grandes partidos (CiU, PP, PSOE) son oligarquías burocráticas responsables de los males que vivimos y de un sistema de privilegios y corruptelas para los políticos profesionales. España no nos roba, simplemente formamos parte de un sistema de financiación que es discutible pero no es un expolio, como tampoco lo es lo que pagan los ricos para redistribuir entre los pobres. Lo cual no quiere decir que no sea injusto y poco equitativo, pero esta es otra cuestión.
Lo que importa ahora, como siempre, es la diferencia de modelos que propone la izquierda y la derecha. En este panorama no hay una alternativa clara de izquierdas, democrática y no nacionalista. La opción federal es una alternativa que habría que construir con tiempo y de una manera creativa. Pero esta polarización impide un debate sereno sobre el tema. Los grupos que se presentan en estas lecciones como de izquierdas son : CUP, ICV-EUiA y PSC. ERC y Ciutadans se presenta como de centroizquierda. CiU y PP son las opciones de derechas, que ya sabemos que nunca se presentan como tales. SI es un grupo independentista que no se define, por lo cual podemos pensar que es también de derechas. En realidad sabemos que ni siguiera existe el centroizquierda. ERC y Ciutadans son opciones nacionalistas, identitarias y esto e siempre un mal planteamiento desde la izuierda. Es además peligroso por la ambigüedad política que implica, que sabemos que en estos casos siempre se acaba deslizando hacia la derecha. Quedarían como opciones posibles CUP. ICV-EUiA y PSC.
Empecemos por este último. El planteamiento respecto a la cuestión nacional me parece bastante correcto en su defensa del federalismo y en su defensa del derecho de autodeterminación. Pero no es credible como opción de izquierdas. No lo es, en primer lugar por su política cuando dirigía el Tripartito y por su responsabilidad en el estado del país como parte del PSOE. No lo es porque no ha habido una transformación democrática del partido y de sus dirigentes. Solo se desplazan los grupos de poder dentro de la élite burocrática del partido.
Queda el CUP-AI y queda ICV-EUiA. El CUP es un partido de gente bastante joven, que cuando ha gobernado ayuntamientos ha utilizado formas democráticas y medidas de izquierdas. Pero es un partido que gira en torno a la opción independentista. Es un grupo nacionalista radical y como tal su epicentro es este y no el modelo social. Hablan además de los Países Catalanes, con lo que desplazan un derecho a decidir que se plantea a través de movilizaciones con una identidad mítica.
Los grupos que componen sus compañeros de viaje son Revolta Global y otros grupos troskistas, básicamente. El troskismo, que cuenta con dirigentes y militantes combativos, me parece una opción políticamente sectaria y maximalista. Lo digo por experiencia.
Queda entonces ICV/EUiA. Le podemos criticar haber entrado de manera oportunista en la vorágine independentista y entrar en el juego de la polarización independencia/no independencia. Pero ha sabido finalmente desmarcarse de CiU de manera clara y plantear como elemento central el ser una opción de izquierdas y su critica al neoliberalismo. Se le puede criticar que esté profesionalizando a sus dirigentes en la política. Pero es para mí la mejor opción posible. La presencia de Syriza me parece significativa porque es el camino a seguir y está claro que en nuestro país la referencia en Cataluña es ICV-EUiA.
El voto en blanco me parece un error porque hay diferencias, porque hay opciones mejores y peores. Porque debemos neutralizar a CiU y al PP, las dos caras de la misma monedas, que es el noeliberalismo. La abstención también me parece un error. Todavía más grave. Estamos en una oligarquía con elemntos democráticos. Justamente las elecciones forman parte de este elemento democrático. Aunque hay experiencias hoy de democracia directa son muy minoritarias y no son una laternativa a las instituciones. Si debilitamos el aspecto democrático lo único que haremos es reforzar el elemento autoritario de las instintuciones. No nos engañemos, una lata abstención puede desacreditar el sistema. Pero nunca sabemos en nombre de que. Y en todo caso los gobernantes siguen gobernando igual.
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