A raíz de la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y para su aplicación, una fuerza militar internacional, de la cual el ejército español formará parte, se desplegará en territorio del Líbano, bajo mandato de la ONU. Aunque el número de militares españoles está todavía por determinar, a la espera de […]
A raíz de la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y para su aplicación, una fuerza militar internacional, de la cual el ejército español formará parte, se desplegará en territorio del Líbano, bajo mandato de la ONU.
Aunque el número de militares españoles está todavía por determinar, a la espera de lo que acuerde el Consejo de Ministros, y todavía necesita recabar la autorización del Congreso de los diputados, los diferentes partidos del espectro político español (PSOE, PP, IU, PNV, CIU, BNG…) ya se han posicionado públicamente al respecto, manifestando su intención de apoyar al gobierno.
Una vez más, el señor Zapatero nos descubre que sus discursos plagados de bonitos llamamientos a la paz y a la alianza entre civilizaciones, se contradicen con las acciones de su gobierno, en esta ocasión, posicionándose claramente del lado del estado «terrorista» de Israel, adoptando así una actitud de complicidad con el genocidio, la ocupación de territorios que no le pertenecen y la política beligerante y expansionista llevada a cabo por el estado israelí desde su fundación en 1948.
¿De qué vale que, una y otra vez, como un disco rayado, nos bombardeen con la retirada de las tropas españolas de Iraq, si en el resto de los conflictos (Líbano, Palestina, Afganistán…) se posiciona claramente del lado del imperialismo, intentando contentar al gobierno de los Estados Unidos, siguiendo a ciegas los designios del «amigo americano»?
Bien, el señor Zapatero nos recalca que el envío de tropas de «paz» está condicionada al cumplimiento de la resolución de la ONU. No estaría de más recordarle que esta poco parcial y tardía resolución, fruto de las negociaciones entre Estados Unidos y Francia, consensuada después por el resto de los miembros del Consejo, culpa a Hezbolá como único y claro responsable del conflicto originado, motivado por la captura (que no secuestro), de dos soldados israelíes, que recordemos que tal y como afirma el gobierno Libanes y Hezbolá, estaban en territorio del Líbano, y en una especie de perversión maquiavélica, victimiza a los culpables y culpabiliza a las víctimas.
¿De qué valen sus retóricos discursos, si la resolución en la que los fundamenta no condena las atrocidades llevadas a cabo de manera sistemática por el ejército israelí contra la población civil libanesa durante estos 34 días de abierta agresión, atacando y asesinando incluso a miembros de la ONU?
¿De qué valen si ni siquiera obliga al gobierno israelí a resarcir, aunque sea solo económicamente, al gobierno libanés por los enormes daños causados en las infraestructuras básicas del pais?
¿Por qué apoya una resolución que exije el desarme de Hezbolá y el embargo de armas al Líbano, si la otra parte (Israel) puede seguir rearmándose e incrementando considerablemente su arsenal militar gracias a la ayuda de paises directamente implicados en la elaboración y aprobación de la ya mencionada resolución (Estados Unidos, Alemania…)?
Nos parece que el hecho de que el gobierno del señor Zapatero, que tanto reclama el fin de la violencia y el cumplimiento de la legislación internacional, deposite todas sus esperanzas en una resolución elaborada y moldeada según los deseos de Israel, no solucionará los conflictos existentes en la zona, pues elude por completo abordar las causas que subyacen bajo estos problemas.
Llegados a este punto, nos surgen una serie de preguntas: ¿Por qué no exijen el cumplimiento de las más de 45 resoluciones ignoradas por Israel sin ningún tipo de consecuencias por ello?. ¿Por qué no exijen la retirada de Israel de los territorios tras la guerra de los 6 días, como así lo ordena la resolución 242, incumplida por los israelíes?. ¿Por qué no condenan los asesinatos y secuestros de los legítimos representantes del pueblo Palestino a manos de Israel?. ¿Por qué no hacen nada para detener la política de «asesinatos selectivos», claro ejemplo de terrorismo de estado?. ¿Por qué no le obligan al cumplimiento de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que ordena la demolición del «muro de la vergüenza», que está construyendo Israel, con la ayuda de fondos económicos de paises de la UE y del Banco Mundial?. ¿Por qué no rompe los acuerdos e intercambios militares y la realización de maniobras conjuntas con Israel?. ¿Por qué no exije la suspensión del acuerdo de asociación de la UE e Israel, amparándose en el artículo 2 del mismo, que establece su suspensión si alguna de las dos partes viola los derechos humanos?