José María Aznar, defensor del recorte salarial, disfruta de un sueldo anual superior a 1,5 millones de euros, derivados de sus ingresos como consejero de multinacionales (su último fichaje ha sido por Endesa), como conferenciante, como expresidente, como «escritor» y como gestor de su propia sociedad de consultoría. En su libro «España Puede Salir de […]
José María Aznar, defensor del recorte salarial, disfruta de un sueldo anual superior a 1,5 millones de euros, derivados de sus ingresos como consejero de multinacionales (su último fichaje ha sido por Endesa), como conferenciante, como expresidente, como «escritor» y como gestor de su propia sociedad de consultoría. En su libro «España Puede Salir de la Crisis», apuesta por «adecuar» los sueldos a «las circunstancias de la empresa» o evitar que el salario mínimo interprofesional esté por encima del IPC. Aunque sea legal, desde mi punto de vista, es poco ético el comportamiento del expresidente. Pero aún es más grave la conducta de Felipe González, que se dice de izquierdas, al fichar por otra empresa contaminante, Gas Natural. Sólo les contratan para que hagan las llamadas telefónicas o entrevistas necesarias para que dichas empresas ganen más dinero en Sudamérica, ya que se supone que nadie se va a negar a escucharles o recibirles. O sea, el cargo que le dieron los españoles, y la influencia que conlleva, la utilizan ahora para ganar miles y miles de euros.
Por encima de 200.000 euros anuales cobrará Aznar como asesor de Endesa en Latinoamérica, persona que no cree en el cambio climático y que considera a los ecologistas como lo más dañino de nuestra sociedad. Por su sociedad familiar, ha obtenido unos beneficios de 445.417 euros. Por expresidente unos 70.000 euros. De la Editorial Planeta cobró unos 600.000 euros. Como consejero de News Corporation, el holding de medios de comunicación del magnate Rupert Murdoch, recibió en 2009 unos 220.000 dólares (cerca de 160.000 euros). El caché de Aznar como conferenciante alcanza los 40.000 dólares, aunque puede llegar a cobrar hasta 90.000 euros por sesión Y para qué seguir. Es decir, «predica con el ejemplo».
El sueldo total de González es mucho más bajo que el de Aznar. Cobrará 126.500 de Gas Natural, si bien esa cantidad puede superar los 215.000 euros anuales en el caso de que González sea nombrado miembro de alguna comisión de Gas Natural. Además disfruta de un sueldo vitalicio de unos 80.000 euros por expresidente, unos 30.000 euros por conferencia y asesora al magnate mexicano Carlos Slim.
En definitiva, recibe menos de la mitad de lo que cobra Aznar, aunque parece que aspira a igualarse a Aznar, lo que es «muy socialista». Aunque los dirigentes de ambos partidos callan, hay voces como la de la portavoz socialista en el Pacto de Toledo que dijo en RNE que no le parecían éticos estos comportamientos y que habría que cambiar la Ley. Han hablado con mayor contundencia los líderes de la oposición de izquierdas que han calificado sus contrataciones de «éticamente reprobables» y de una forma de pagarles los «servicios prestados».
Por el momento, ambos sueldos, el privado y el público, son compatibles desde el punto de vista legal, pero una persona con una actitud ética, una persona honrada, o bien no ficharía por la empresa privada o al menos renunciaría a su sueldo público. Es urgente un cambio legal que impida que los listillos se beneficien de su antiguo cargo. Mientras tanto, se le recorta el sueldo y las pensiones a millones de trabajadores, los desempleados no recibirán algunas ayudas sociales o los pequeños empresarios lo pasan fatal. A nuestros expresidentes les gusta estar al lado del los poderes económicos que nos han llevado a la crisis económica, que ahora pagan los currantes. ¡Mucha hipocresía y muy poca vergüenza¡.