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Susana Díaz: «No ha habido un malentendido, sino un giro radical en IU»

Fuentes: La Marea

22 de marzo. Como todo indicaba en la última semana, habrá elecciones en Andalucía ese día, sólo dos meses antes de las municipales. «Es el momento de la gente y no de los partidos y la gente sabe lo que quiere para Andalucía», ha afirmado la presidenta de la Junta, Susana Díaz, tras el Consejo […]

22 de marzo. Como todo indicaba en la última semana, habrá elecciones en Andalucía ese día, sólo dos meses antes de las municipales. «Es el momento de la gente y no de los partidos y la gente sabe lo que quiere para Andalucía», ha afirmado la presidenta de la Junta, Susana Díaz, tras el Consejo de Gobierno extraordinario. El pacto entre PSOE e IU, que ha intentado durante estos tres años combatir las políticas del PP y amortiguar los recortes impuestos por Moncloa, no ha resistido sin embargo hasta el final de la legislatura. Las razones objetivas para romper, según el PSOE, han residido en la falta de confianza en su hasta ahora socio, que decidió convocar un referéndum sobre la continuidad o no en el gobierno si no salían adelante varios compromisos legislativos del acuerdo de coalición. «Como presidenta, puse todo el empeño personal y político para que el presupuesto saliera adelante. Y de manera incomprensible, no fue motivo suficiente para garantizar el final de la legislatura. En la víspera, se aprobó la celebración de un referéndum, lo reconozcan o no, lo hicieran o no, y esa decisión ponía fecha de caducidad al gobierno», ha explicado Díaz, que ha añadido que sin esa garantía ni hay estabilidad ni está dispuesta a gobernar para dar respuesta a los andaluces como merecen. «Antes que decidan los militantes de un partido, que decidan los andaluces», ha insistido.

Susana Díaz, que ha manifestado sentir orgullo de la gestión de los consejeros de IU, con Diego Valderas al frente de la vicepresidencia, ha atribuido directamente la ruptura de la confianza a la nueva dirección de nacional de IU, liderada por Alberto Garzón: «Lo que ha sucedido entre los socios no es un equívoco ni un malentendido, es el fruto de un giro radical en la dirección nacional de IU a partir del pasado otoño, para quien, por increíble que parezca, el principal y referente gobierno de coalición de izquierdas en España se había convertido en un obstáculo». Díaz vincula esta línea de IU a la irrupción de Podemos: «Andalucía no va a ser moneda de cambio en ninguna operación política ajena a los intereses de esta tierra, con el futuro de los andaluces no se juega», ha advertido.

Las razones objetivas, según IU, no existen y acusan a la dirigente socialista de haber tomado la decisión de manera unilateral y generar inestabilidad con unas elecciones tras las que sólo ven intereses partidistas. El portavoz de IU en el Parlamento, José Antonio Castro, que espera que la ola de Syriza llegue también a Andalucía, ha pedido a los andaluces que rechacen «a quienes confunden Andalucía con su cortijo y a quienes quieren Andalucía como el barracón de sus criados», en referencia a socialistas y populares. Este lunes, además, los dirigentes de IU, incluido el propio Garzón, han reprochado con dureza a la presidenta la decisión de incorporar a varios exconsejeros en la Diputación Permanente del Parlamento andaluz -que quedarían sin su aforamiento al disolverse la cámara- para evitar una posible imputación por parte de la jueza Mercedes Alaya. Sobre ello, Susana Díaz ha insistido en la rueda de prensa que no hay ningún diputado socialista imputado en la cámara.

«Esto no es como otras veces», se ha escuchado tanto en un partido como en otro mientras ha durado la crónica de un adelanto anunciado. Porque no es la primera vez que PSOE e IU han estado al borde de la ruptura. Hubo tensiones, y muy duras, con el realojo de la Corrala Utopía, que derivó incluso en la retirada de competencias a la aún consejera de Vivienda, Elena Cortés (IU), la pasada primavera. Sonaron también campanas de duelo después del verano, cuando se acercaba la negociación de los presupuestos. Pero no ha sido hasta este último desencuentro la primera vez que ambos partidos sabían perfectamente que ahora sí había llegado el final.

«Sé que tendremos la confianza de los andaluces en las urnas», afirmó Díaz el pasado sábado en un acto que ya despejaba cualquier mínima duda sobre el adelanto, que abrirá un año cargado de elecciones: municipales, catalanas y, si Rajoy se decide, generales. «Vamos a ganar todo lo que nos echen», concluyó ante un auditorio animado. Pérdida de confianza o no en IU, lo cierto es que todas las encuestas realizadas hasta el momento dan la victoria al PSOE, aunque no por mayoría. El último sondeo hecho público, realizado para La Sexta, otorga a los socialistas más de diez puntos de ventaja sobre el PP, que fue el partido más votado en las pasadas autonómicas. El liderazgo de Juan Manuel Moreno Bonilla, sustituto de Javier Arenas, no termina de cuajar. Podemos, a quien el adelanto pilla aún sin una candidatura -que probablemente ocupará la eurodiputada Teresa Rodríguez tras el apoyo recibido por Pablo Iglesias-, quedaría como tercera fuerza política y desplazaría así a Izquierda Unida, que es la clara perdedora en el nuevo mapa político andaluz.

«¿Con quién pactaría?», le han preguntado en reiteradas ocasiones a Susana Díaz. Ella siempre ha respondido que quiere gobernar en solitario. Y este lunes ha vuelto a incidir en los mismo: «Confío en la voz de los andaluces». De Podemos, ya ha dejado claro que no le gusta: «Pablo Iglesias ha venido a insultar a Andalucía como siempre ha hecho la derecha», criticó tras el mitin del líder de Podemos hace poco más de una semana en Sevilla. Y Podemos ya ha dicho que el PSOE tendría que dar un giro de 180º para empezar a hablar. La opción de Izquierda Unida queda ahora descartada por ambas partes, a pesar de que pueden volver a necesitarse teniendo en cuenta que las municipales están también a la vuelta de la esquina. Y en la baraja de Susana Díaz no está el PP.

Los resultados de las últimas elecciones europeas, donde Podemos irrumpió por encima incluso de sus expectativas, fueron un termómetro que sirvió a los socialistas andaluces para ver por dónde iban los tiros. El PSOE ganó en Andalucía por más de nueve puntos al PP. Entonces, IU se mantuvo como la tercera fuerza más votada y, tras UPyD, se posicionó Podemos. Aquella misma noche, mientras en Ferraz digerían la derrota, la presidenta andaluza compareció ante los medios con una amplia sonrisa en la sede de San Vicente. Desde que tomara el relevo a José Antonio Griñán, que dejó la presidencia por el caso ERE, la losa que Díaz ha llevado durante este casi año y medio de mandato ha sido precisamente la de no haber sido refrendada en las urnas. Se presentó a un proceso de primarias calificada por muchos analistas y contrincantes políticos como de mentira porque sólo ella consiguió los avales -como ahora Alberto Garzón en IU- y ha recibido desde entonces críticas de haber sido nombrada por el aparato, además de no haber hecho otra cosa que trabajar en el partido. «Me han acusado de ocupa, de tenerle miedo a las elecciones y ahora chillan porque las convoco», ha afirmado. Fue también ese lastre de no haber sido refrendada en unas elecciones lo que pesó en su decisión de no coger el tren a Ferraz cuando prácticamente todos los pesos pesados del partido le pedían que subiese.

«El único tren que quiero coger es el de Andalucía», afirmó nuevamente este fin de semana y este mismo lunes. «Muchos de los que estáis aquí publicasteis que me iría a Madrid y aquí sigo», dijo a los periodistas. Las especulaciones sobre la intención de la presidenta andaluza a presentarse como candidata a la Moncloa no se han diluido ni siquiera con la elección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, con quien la sintonía tampoco es melódica. Acusada primero de auparlo en detrimento de Eduardo Madina, pasó a ser acusada después de tutelarlo. Ahora, con unas elecciones a las puertas y unas encuestas que no logran sacar del agujero -de una manera contundente- al PSOE hundido que dejó Rubalcaba, la pregunta, a pesar del insistente rechazo de la presidenta, vuelve a sonar con fuerza: ¿Se presentará Susana Díaz a las primarias? En el PP y en IU parecen no tener dudas. Y en Podemos, parece que tampoco: ya ven más un enemigo electoral en Díaz que en Sánchez, de quien dicen anda perdido.

Fuente: http://www.lamarea.com/2015/01/26/22-m-andalucia-arranca-el-ano-electoral/