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¡Te admiramos (y apoyamos) tanto Ada!

Fuentes: Rebelión

Que paguen los estafadores, no los estafados. Pedimos la paralización de los desahucios de vivienda habitual y de deudores de buena fe, así como la dación en pago retroactiva. Si ustedes se creen la democracia y que el Congreso es un órgano de representación de esa democracia, deberían escuchar las demandas ciudadanas. Los desahucios son […]

Que paguen los estafadores, no los estafados. Pedimos la paralización de los desahucios de vivienda habitual y de deudores de buena fe, así como la dación en pago retroactiva. Si ustedes se creen la democracia y que el Congreso es un órgano de representación de esa democracia, deberían escuchar las demandas ciudadanas. Los desahucios son la mayor violencia contra el derecho a la vivienda; el Estado pone todo el aparato policial y judicial al servicio de los desahucios. Apelamos a los diputados, con nombre y apellidos, y quienes desprecien la voluntad ciudadana, serán señalados, sin violencia, pero serán señalados allá donde vayan. Ada Colau (2013)

 

Brevemente, como agradecimiento, apoyo y reconocimiento.

Hay muchos motivos para sentirnos orgullosos de la futura alcaldesa de Barcelona. Muchos. De su pasado y de su presente. Se agolpan ante nuestros ojos y ante el alma resistente de todas nosotras. A título de ejemplo:

1. Sus palabras, sensatas y rebeldes palabras. Siempre. Como aquellas tan necesarias que nos regaló (acompañadas de hechos) hace ahora dos años

2. Su admirable y modesta forma de reaccionar ante la victoria del pasado domingo. ¡Se pudo, se pudo!

3. Las palabras, sus sentidas de reconocimiento popular y democrático de ese mismo domingo. ¡Hacía tiempo que no sonaban en l ciudad de los prodigios!

4. Su valiente reacción -¡ni un paso atrás!- ante los buitres diurnos y nocturnos lanzados en vuelo raso contra ella y contra Barcelona en comú.

5. Su dignísima respuesta ante las descalificaciones del mismísimo presidente de la Generalitat un día después de la derrota electoral de su partido de corruptos y serviles cortesanos en Barcelona.

6. Sus anunciados planes de apoyo inmediato a los más desfavorecidos. Dijo, con toda naturalidad, que era preferible apoyar las becas comedor de familias y niños necesitados que no financiar la Fórmula I. ¡A la yugular se le lanzaron los tertulianos de varias cadenas!

7. Sus primeras medidas sobre su propio salario y el de sus colaboradores. ¡Cobrará una cuarta parte de lo que ganaba (como alcalde, aparte otras posibles partidas) don Trias, el amigo político del molt ex honorable! No habrá dietas para los y las regidoras del futuro Ayuntamiento.

8. El razonamiento temperado pero firme, que diría Paco Fernández Buey, con el que suele exponer sus posiciones y finalidades. Claridad y distinción cartesiana de las ideas.

9. La anunciada disminución del número de cargos en el futuro Ayuntamiento de la ciudad, que ya nunca más será conocida como «la millor botiga del món», la ciudad que más gente trabajadora y desfavorecida expulsó algunos de sus extrarradios.

10. Y lo más o entre lo más decisivo para muchas hasta el momento, una clara manifestación de su posición cívica y de clase: el decidido apoyo a la huelga de los trabajadores de las contratas y subcontratas de Telefónica-explotadora. Colau no se cortó el pasado viernes: consideró inaceptable -fue esta la palabra elegida- que la multinacional impía de don Alierta y Urdangarin se negara a negociar. ¿Se imaginan a don Trias o alguno de su cuerda en una situación así? La situación de estos trabajadores y trabajadoras, que desalojaron el pasado sábado pero que continúan su lucha, la expresó así Javier Marco, uno de sus representantes: «Nos hacen trabajar 12 horas diarias de lunes a domingo como falsos autónomos por un sueldo miserable». ¡Libre mercado le llaman a ese infierno obrero!

Uno de los grandes filósofos de este país de países, y de este país más pequeño en absoluto homogéneo y unidimensional, el helenista gramsciano Miguel Candel, lo apuntaba reciente en Espai Marx hablando de Madrid y también de Barcelona:

Paso siguiente: cacerolada de las señoras de visón (aunque en esta época del año tendrán que contentarse con el bolso de Vuitton). Y en Barcelona podría pasar lo mismo. Mas ya ha sacado el espectro venezolano a relucir… La conciencia de clase, que les falta a muchos obreros, a ellos les rebosa. Vive la Commune de Madrid!

Y también la de Barcelona. Eso sí: no les falta consciencia de clase a los y las trabajadoras de Timofónica.

Cierro y digo, aunque escribir esto que voy a escribir a Ada Colau, que lleva el nombre de Ada Byrron, es absurdo, casi inaceptable. De hecho yo, como tantas otras y otros, lo hemos aprendido de ella. Pero sí, efectivamente, se puede, claro que se puede… y tanto que se puede. Sin olvidar que, como señalara Robert W. McChesney, 2013,

Cualquier intento de entender la democracia sin tener en cuenta su relación con el capitalismo es dudoso. A pesar de que habitualmente se equipare el capitalismo -o el eufemismo de los mercados libres- con la democracia, una y otra cosa siguen siendo proyectos distintos, con tensiones muy fuertes entre sí que pueden desencadenar un conflicto directo.

Hacia él pretenden conducirnos. Nos mantendremos firmes, no retrocederemos y actuaremos con toda la prudencia e inteligencia de las que somos capaces..

 

PS: Por cierto. Josep Fontana cerraba la lista de Barcelona en comú. Muy bien. Alguna vez ha dicho, o me ha parecido entender a mi y a mis amigas, que las tradiciones, las formas de ser, los memes castellanos(o identidades próximas) y catalanes son muy pero que muy distintos, que tienen poco en comú. Una refutación falsadora: el éxito de la candidatura que él ha apoyado en Barcelona y la de «Ahora Madrid» de Manuela Carmena en Madrit prueba que no es así. Que en numerosas ocasiones transitamos por la misma senda de coraje, dignidad y fraternidad. Con Manuela Colau o con Ada Carmena. Tanto nos da. Nuestros memes o nuestras tradiciones no son ninguna unidad inalterable y homogénea de destino en lo universal.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.