Dentro de una carpa instalada frente al Ayuntamiento de Alfafar (Valencia), gobernado por el PP, han iniciado una huelga de hambre indefinida Fernando González y Mara Cobos. Se han hecho un espacio en el centro de la plaza, con carteles reivindicativos y el apoyo de los compañeros, para denunciar que el consistorio pretende rescindir el […]
Dentro de una carpa instalada frente al Ayuntamiento de Alfafar (Valencia), gobernado por el PP, han iniciado una huelga de hambre indefinida Fernando González y Mara Cobos. Se han hecho un espacio en el centro de la plaza, con carteles reivindicativos y el apoyo de los compañeros, para denunciar que el consistorio pretende rescindir el contrato con la Kooperativa de limpieza del Parque Alcosa. El objetivo del Ayuntamiento es concederle el servicio de limpieza viaria del Parque a una empresa privada, aseguran. Se liquidaría así una iniciativa asamblearia y autogestionaria, nacida en 1986, que genera empleo en un barrio obrero azotado por el paro y la exclusión, el Parque Alcosa. A los pocos días de acampar e iniciar la huelga de hambre, ya han recibido dos multas por ocupación ilegal de la vía pública. Pero, a pesar de la represión, insisten en que «todo se consigue gracias a la lucha».
¿Por qué es relevante que continúe funcionando la Kooperativa de limpieza del Parque Alcosa?
Porque realiza el trabajo de la limpieza viaria en el barrio y, como cooperativa que actúa de modo asambleario y autogestionario, reinvierte el dinero en puestos de trabajo. El Ayuntamiento (actualmente gobernado por el PP) paga por un servicio -la limpieza de las calles- del que la Kooperativa se hace cargo. Pero lo importante es que se trata de un proyecto consolidado, que nació en 1986. Más de 500 personas han trabajado desde entonces en la Kooperativa social. Personas desempleadas, la mayoría de ellas con problemáticas sociales y dificultades de inserción laboral, que de otro modo se habrían visto abocadas a situaciones de marginalidad y exclusión social.
¿Qué reivindicáis con la huelga de hambre?
Es muy sencillo. El Ayuntamiento de Alfafar ha anunciado que no renueva la contrata del servicio de limpieza con la Kooperativa. Abrirán un concurso público para que puedan acceder las empresas privadas. Ahí está el problema. Somos una cooperativa social que en ningún caso puede competir con las empresas. Su intención, en pocas palabras, es privatizar el servicio de limpieza viaria. Y todo esto lo han hecho por decreto, sin ningún tipo de diálogo ni negociación.
¿Qué acciones de protesta habéis realizado contra la liquidación de la Kooperativa?
Tras la decisión del Ayuntamiento, el 13 de agosto nos reunimos en asamblea más de cien personas para comenzar la lucha y un proceso de negociación con el alcalde. El 27 de agosto, unas 200 personas nos concentramos en la plaza del Ayuntamiento de Alfafar para la puesta en escena de un «teatro», que recrea la historia de una población que quiere adueñarse de su destino. El 5 de septiembre, el Ayuntamiento de Alfafar es ocupado por representantes de las fuerzas sociales y políticas de Alfafar, encabezadas por la gente de la Kooperativa. Después organizamos una «estancia indefinida» en plaza. Y, finalmente, la acampada y huelga de hambre indefinida.
La Kooperativa forma parte de la Koordinadora de Kolectivos, que gestiona además otras iniciativas solidarias en el Parque Alcosa
La Kooperativa fue el primer proyecto (nació en 1986) y el germen de los restantes: la asociación de amas de casa «4 Rosas», un Centro de Día para jóvenes en riesgo de exclusión y otro centro para menores, entre otros. Todos funcionan con el método de asamblea y autogestión. A ello se añade el trabajo de «Acción Social». Hablamos de 14 iniciativas de economía social, que han generado más de 140 puestos de trabajo. En resumen, la Kooperativa es el corazón de un proyecto comunitario que mantiene centros de día, programas de atención social, de formación y que lucha por dignificar la economía informal. Y por dar respuesta a cuestiones tan diversas como la vivienda o la salud mental.
¿Cómo dibujaríais a grandes trazos la realidad del Parque Alcosa?
Un barrio «dormitorio» del área metropolitana de Valencia (a ocho kilómetros de la capital), creado durante el franquismo al calor del desarrollismo de los años 60 y con una componente muy significativa de inmigración nacional (castellanos, andaluces y extremeños que abandonaban el mundo rural). Otro rasgo relevante del Parque Alcosa es que se halla aislado del municipio al que está adscrito, Alfafar. En la década de los 80 sufrió, como otros tantos barrios obreros, el estigma de la heroína. Pero con el tiempo se superaron muchas carencias. Hoy, la crisis económica se ceba con la barriada en forma de paro (tasas extraoficiales que oscilan entre el 30 y el 40% de la población), precariedad y exclusión social. En el barrio viven unas 10.000 personas. La gente suele conocerse. Las relaciones personales y el contacto humano resultan decisivos, lo que facilita que se activen las redes de apoyo familiar y comunitario.
Por otra parte, la Koordinadora es un ejemplo en el País Valenciano de perseverancia en las luchas sociales a lo largo de los años. ¿Qué hitos destacaríais?
Una de las batallas más duras se produjo en la década de los 90. La Unión Europea puso en marcha un proyecto de ayudas a barrios con personas en riesgo de exclusión. Finalmente se concedió financiación al proyecto dirigido al Parque Alcosa. El problema es que el Ayuntamiento pretendía gestionar directamente el proyecto, y nosotros nos negamos. Al final, tras un proceso muy duro de ocupaciones y huelgas, ganamos la batalla. Te destacaríamos, también, en 2001, los seis meses de acampada y huelgas de hambre frente al Ayuntamiento de Alfafar. Conseguimos por fin que se legalizara la Kooperativa y se formalizara un contrato. Hasta entonces permanecíamos «en el aire».
En 2011 también organizasteis movilizaciones muy sonadas
En efecto, porque la Generalitat Valenciana no pagaba a los Centros de Día que gestiona la Koordinadora. Hubo una demora de 7 meses en los pagos. De hecho, los proyectos continuaban funcionando gracias a nuestros jornales y, sobre todo, a la ayuda que pedíamos. Tras una lucha de varios meses, con la ocupación de la Plaza de la Virgen en Valencia y huelgas de hambre, conseguimos que nos pagaran. Precisamente gracias a esa lucha somos uno de los pocos colectivos que en el País Valenciano está al día en los pagos de la Administración. Pregunta a los centros de discapacitados, personas dependientes…
¿Qué conclusiones extraéis de la batalla permanente con las administraciones?
Todo lo que hemos conseguido ha sido gracias a la lucha. En el Parque Alcosa, y en todas partes, existe la necesidad de impulsar otras muchas iniciativas sociales. Pero para ello hace falta que la gente proteste y se cuestione las decisiones de las administraciones, en nuestro caso, el Ayuntamiento de Alfafar y la Generalitat Valenciana. Ellos intentan aislarnos al máximo y desestructurarnos. Nosotros hemos de responder con organización y lucha.
Por último, ¿Cómo ha respondido el Ayuntamiento de Alfafar a la acampada y huelga de hambre en la plaza?
Hoy mismo el Ayuntamiento ha iniciado una campaña de «buzoneo» dirigida a todos los vecinos, en la que hacen suyas nuestras reivindicaciones para el Parque Alcosa. Esto no es sino mera propaganda. ¿Van a cumplir lo que dicen en los folletos repartidos? Además, ya nos han impuesto dos multas por ocupación de la vía pública tras acampar y dar inicio a la huelga de hambre.
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