La lucha contra la crisis-estafa tiene un objetivo claro: la banca tradicional. Cada vez más colectivos se suman a la protesta contra las entidades no democráticas que mandan en la democracia y, a la vez, proponen una banca ética que vele por una economía real para la ciudadanía. En 2007, jóvenes del Colectivo Situaciones (afin […]
La lucha contra la crisis-estafa tiene un objetivo claro: la banca tradicional. Cada vez más colectivos se suman a la protesta contra las entidades no democráticas que mandan en la democracia y, a la vez, proponen una banca ética que vele por una economía real para la ciudadanía.
En 2007, jóvenes del Colectivo Situaciones (afin al grupo V de Vivienda que con su No tendrás casa en la puta vida puso la primera semilla de la Plantaforma de Afectados por la Hipoteca -PAH-) invadieron un almacén de IKEA en Barcelona. Bajo la consigna ¿Qué república, qué independiente, qué casa? se pasaron la mañana guerreando con almohadas, comiendo y echando la siesta. La acción bebía de La sociedad del espectáculo, el manifiesto situacionista de Guy Debord que tanto influyó al Mayo del 68, una mezcla de marxismo antiestalinista y anarco-surrealismo que, en la práctica, se concretaba en la creación colectiva de situaciones para criticar el sistema.
Mucho de este espíritu lúdico-indignado se recoge en acciones contra la estafa de una banca, la española, rescatada con el dinero de los recortes. Y Bankia (ese agujero vacío que funciona como perfecta metáfora del saqueo español) es una de las dianas más visibles para la intervención directa. Desde el arte flamenco en sucursales bancarias del colectivo Flo6x8 (su bulería Bankia, Pulmones y branquias acumula en Youtube 1,1 millones de visitas) al Toque a Bankia, una acción planificada para el 9 de mayo que sólo en Facebook gusta ya a 4.170 personas.
G.I.L.A., «activismo cutre-gamberro» nacido al calor del 15-M, fue el primero «en enamorarse de esta iniciativa», que el colectivo Hacktivistas comenzó a idear en verano de 2012. Para que expliquen la acción, quedamos en La marabunta (un combativo café-librería de Lavapiés cuya tranquilidad vespertina contradice su nombre) con tres integrantes de este grupo madrileño y clandestino (al que ya le han salido spin-off en Tenerife, Huelva y Barcelona). Y por aquello de la clandestinidad, prefieren llamarse, por ejemplo, Gila1, Gila2 y Gila3.
«Es el momento de pasar a la acción contra los bancos», comenta Gila1. «El otro día vimos como un post se viraba mucho más que otros. ¿Será por la hora? Y, ¡qué va! Era por el contenido, que decía: Tanto tiempo mirando hacia atrás en los cajeros por si nos robaban y resulta que hay que mirar hacia delante». El grupo, formado por unas 16 fans del humorista español («nos contactaron sus descendientes y les encantaron nuestras acciones, hasta se apuntaron a algunas»), ya había actuado contra los bancos en sus intervenciones más sonadas (que lanzan en Twitter, hacen en la calle y vueven a la red), como #tubasuralbanco (un llamamiento durante una huelga de basuras para que la gente dejara sus bolsas a la entrada de sucursales) o la #operaciónlolaflores, «una acción de rescate directo a la banca amadrinando cajeros». ¿Que la Faraona pidió una peseta a todos los españoles cuando Hacienda la pilló? Pues G.I.L.A. pidió dejar un centimillo por la ranura donde sale el dinero. Se ideó para la última huelga (14-N), «aunque todavía se siguen haciendo lolas». Gila3 precisa: «Fue una acción clásica de piquete pero lanzada de otra forma, en vez de petar cajeros encapuchados». Y Gila2 asiente: «Divertida y fácil, que lo pueda hacer mi abuela».
El mismo ánimo preside Toque a Bankia. «La intervención será pacífica, creativa y basada en el cansinismo», comenta Gila1, sonriendo al recordar que tras la acampada de tres meses con la PAH junto a la oficina central de Bankia, en la madrileña calle Celenque, alguien dijo: «estos del 15M son pacíficos, sí, ¡pero tan cansinos!».
Toque a Bankia es muchas cosas (huelga dirigida, apechusque situacionista, márketing de guerrilla, ataque presencial DDoS -de denegación de servicio, el método usado por Anonymous-), pero para explicarlo en llano se trata de colapsar, «con riesgo cero», sus 2.700 oficinas el próximo 9 de mayo, acto inaugural para la semana del 2º aniversario del 15M dentro del Mayo Global. ¿Sus objetivos? Los tres de la PAH (paralización de desahucios -en Madrid, el 80% los ejecuta esta entidad-, dación en pago retroactiva y alquiler social), además de la devolución de las preferentes (300.000 estafados, lo dice hasta la CNMV), auditoría ciudadana de su deuda y nacionalización real de la entidad.
El proceso es sencillo y se volverá a repetir hasta conseguir los objetivos. Hay que entrar en la web de código abierto (se podrá utilizar para otras acciones) que geolocaliza tu oficina más cercana. En torno a ella hay un foro para discutir acciones que formen colas tan largas que la gente pase de entrar. ¿Ejemplos? Las tres improvisan: «Cambiar céntimos por euros contándolos uno a uno, desmayarse, quedarse bloqueado en la puerta, que te lean los 17 folios de comisiones para abrir una cuenta porque no te has traído las gafas o preguntar ‘¿qué tal el ERE?’ y volver a la fila como un indio… En fin, ¡que cunda la creatividad!».
A falta de 16 días para la acción, se han ido apuntando cada vez más grupos, como la PAH, ADICAE (colectivo que defiende a usuarios de bancos y cajas) o la Plataforma por la nacionalización de la banca de Attac. La difusión está siendo frenética en las redes, pues para que la acción tenga éxito tiene que ser masiva. «Con 100.000 personas tumbamos Bankia», se emociona Gila3. Por ahora, la actividad en los foros de la web está siendo más alta en zonas rurales que en grandes urbes, lo que concuerda con su hipótesis de partida, que la herramienta «permitiría conectar a gente sin redes activistas previas». Y para los que tengan vergüenza, prefieran el clickactivismo o no puedan escaparse del trabajo esa mañana, también está la opción de llamar por teléfono: han sacado una app para Android con los teléfonos de atención al cliente de todas las sucursales.
El reto, añade Gila2, es «apropiarse de la gramática del poder para sabotearla. Lo ideal sería que no se distinga al típico pesado del saboteador». Y Gila1 concluye: «Las ideas están en todas las cabezas. El grupo contrapublicitario Adbusters planea algo parecido contra Goldman Sachs y gente de Occupy Wall Street nos ha pedido usar el código de la web».
Al norte del país, en Portugalete, responde al teléfono Álex Corrons, 32 años, periodista y fundador de YoNoPago, un grupo de 15 personas sin caja de resistencia y con 26.600 seguidores en Facebook que participará el próximo jueves 25 de abril en la acción Asedia el Congreso de la Plataforma En Pie, y que ha montado campañas contra el euro por receta, para no pagar peajes en autovías y en el metro (ante la subida de tasas) o que abogan por la insumisión fiscal «con los gastos que no contribuyen al bien común, como los militares o la deuda».
Pero estos días, la campaña desobediente que le roba a Álex horas de sueño es ReMueve tu dinero, una acción elaborada por 27 colectivos que se despliega en dos fases. 1ª) Que la gente venda sus acciones, cancele cuentas y fondos de inversión o de pensiones. 2ª) Que ingrese sus ahorros en la banca ética y cooperativa, «entidades que trabajan por una economía real y productiva», como Coop57 (servicios financieros solidarios), Som Energia (energías renovables), CASX (autofinanciación social en red), Oikocredit (banca ética de los Países Bajos) o Fiare (una entidad europea que a partir de septiembre aceptará cuentas corrientes). En la web de la campaña desgranan las malas prácticas de 20 bancos, como el BBVA (el que más invierte en productoras de armas prohibidas), Santander (que cerrará 700 oficinas y ha prestado 700 millones de € a fabricantes de armas nucleares) o La Caixa (que plantea un ERE que afectará a 2600 personas y prestó a Urdangarín y la infanta 4 millones de € para su palacete de Pedralbes). En la lista no se salva ni IGN que, por ejemplo, posee acciones de la petrolera Total, colaboradora con la dictadura birmana.
«Muchos protestan contra bancos y luego tienen el dinero en esas oficinas. ¿Por qué, si son unos chorizos?, se pregunta Álex. Él mismo responde: «Cuentan con el desconocimiento y la comodidad de la gente. Hay que luchar contra el mantra de que nunca quebrarán y contra la imagen que se fabrican con sus campañas publicitarias y sus regalos en plan, abra una cuenta aquí y le regalamos una tele de plasma. Es un bombardeo continuo. Y el asunto entronca con el eterno dilema entre una sociedad individualista o una cooperativista, solidaria, con una mirada global. Nos enseñan desde chiquitos a competir y no a compartir, un valor ausente pero que poco a poco va floreciendo». Por eso defiende ReMueve tu dinero, una campaña «de transición para ir construyendo una economía alternativa» que escape a este caos que Álex resume en una frase contundente: «La gran estafa es que el dinero no existe. La deuda mundial es 24 veces la masa monetaria. Y es imposible multiplicar el crecimiento por 24». «Por eso», concluye, «el objetivo de esta campaña es concienciar a la gente, cavar huecos y grietas en el Sistema, que se engrasa con nuestro dinero». Y no es ningún iluso, sabe que no quizá no lleguen a recaudar el medio millón de euros que el activista Enric Durán (alias Robin de los bancos) expropió en los años del sobreendeudamiento a 39 entidades, pidiendo préstamos que no devolvió para financiar proyectos anticapitalistas. Pero todo suma. El camino es largo. Y, como dice la ecofeminista Yayo Herrera, «en la lucha no hay atajos».