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Trampa para tramposos

Fuentes: Granma

GUANTÁNAMO.- Mientras el Estado ha invertido e invierte aún millonarias sumas en el sector eléctrico, destinadas entre otros objetivos a espantar de los hogares los apagones; mientras dota a cada familia de módulos de cocción y otros equipos electrodomésticos que mejoran la calidad de vida, personas inescrupulosas le juegan sucio, evadiendo el pago del consumo […]

GUANTÁNAMO.- Mientras el Estado ha invertido e invierte aún millonarias sumas en el sector eléctrico, destinadas entre otros objetivos a espantar de los hogares los apagones; mientras dota a cada familia de módulos de cocción y otros equipos electrodomésticos que mejoran la calidad de vida, personas inescrupulosas le juegan sucio, evadiendo el pago del consumo real de electricidad.

En Guantánamo a esos «pillos» se les está dando una fuerte batalla, y no es para menos, pues su actuar ilícito cuenta entre las causas del sobregiro de la provincia en el consumo eléctrico.

La ofensiva contra ladrones de electricidad tuvo su inicio en abril del año pasado, con la experiencia dejada por inspectores de todo el país que trabajaron en nuestro territorio. Ese momento prendió la chispa, con la detección de 99 fraudes en solo cuestión de horas, comenta Lázaro Lescaille Jarrosay, jefe de Inspección de la Organización Básica Eléctrica (OBE) en la provincia.

Después, continúa Lescaille, fuimos sede en junio de ese propio año del primer evento nacional de inspectores, el cual arrojó el descubrimiento de 222 hechos. Concluimos el 2009 con 1 011 fraudes detectados y 1 097 000 kilowattshora recuperados, cifras jamás vistas aquí.

En los primeros seis meses del año en curso sumaban 594 los fraudes descubiertos y algo más de 500 000 los kilowatts-hora recuperados, que los pícaros consumían sin pagar. De acuerdo con Lescaille, el incremento de las estafas fue notable a partir del 2007, con la puesta en vigor de la nueva tarifa eléctrica para el sector residencial.

 

Es evidente que algunos consumidores, lejos de tomar el camino del ahorro, cogieron el rumbo equivocado hacia el repudiable hecho del hurto de electricidad, justificando su indisciplina social de las más diversas maneras. Unos aducen la carestía del kilowatt y otros el bajo salario, argumentos cuestionables si se tiene en cuenta que la mayoría de quienes incurren en esos hechos son las familias de mayor nivel de vida y con hogares mejores equipados

EL CERCO SE ESTRECHA

 

Juan Miguel Pérez Cepeda y Rafael Bueno Guerra, reconocidos entre los mejores inspectores del país, comentan que cada vez se les estrecha más el cerco a quienes hurtan electricidad, gracias a la vigilancia y el control permanente de los 54 verificadores residenciales con que dispone la provincia, al mejor desempeño de los lectores-cobradores y al cambio de los metrocontadores de inducción por electrónicos, de alta precisión en el registro de la energía consumida.

De acuerdo con los especialistas de la OBE, prácticamente la totalidad de los hurtos tiene que ver con la manipulación de los metrocontadores y de acometidas (toman la corriente antes de que llegue al mencionado equipo registrador).

A los timadores se les aplica una multa de 500 pesos, el retiro del servicio por 72 horas y el cobro retroactivo hasta un año de la energía sustraída. En caso de reincidencia, la penalidad se eleva a 1 000 pesos y se suspende el servicio por 15 días.

Coinciden los inspectores en que el desconocimiento sobre el uso eficiente de los equipos de cocción y otros electrodomésticos, conlleva al consumo excesivo de electricidad en muchas familias, algunas de las cuales recurren al fraude sin tener en cuenta lo mucho que le cuesta al país generar energía.

Fuente: http://www.granma.cubaweb.cu/2010/08/16/nacional/artic02.html