Este es el título del balance represivo que han sufrido nueve organizaciones del Movimiento de Resistencia entre 1975 y 2005 y que Socorro Rojo Internacional está difundiendo en las últimas semanas. Las organizaciones analizadas en dicho Balance son GRAPO, PCE (r), Socorro Rojo (SR), Unión de Juventudes Antifascistas (UJA), Organización Democrática de Estudiantes Antifascistas (ODEA), […]
Este es el título del balance represivo que han sufrido nueve organizaciones del Movimiento de Resistencia entre 1975 y 2005 y que Socorro Rojo Internacional está difundiendo en las últimas semanas. Las organizaciones analizadas en dicho Balance son GRAPO, PCE (r), Socorro Rojo (SR), Unión de Juventudes Antifascistas (UJA), Organización Democrática de Estudiantes Antifascistas (ODEA), Pueblo y Cultura (PyC), Mujeres Antifascistas (MA), Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos (AFAPP) y SRI. Los datos son escalofriantes y quiero hacer un resumen a los lectores sobre lo narrado en él:
Cerca de 3.500 personas es el número de detenciones que han sufrido (con años verdaderamente negros como 1979 con 400 detenidos) y 1.400 los encarcelados, entre ellos los 14 militantes de los GRAPO a los que se negó la «Amnistía» del 77. El número de detenidos torturados ha sido de 1.550. Asesinados, por torturas o por desatención en las cárceles han sido 28; caídos en acción armada, cinco.
Paraplejia, esclerosis múltiple, síndrome de Korsakov, transtornos neuro-motrices, demencias… son algunas de las secuelas irreversibles sufridas por no menos de 51 militantes a causa de tiroteos policiales, torturas o fruto de la represión carcelaria.
Hay que hablar también de los cerca de 75 casos de familiares de militantes torturados, detenidos o mostrados como trofeos en comisaría para hacer confesar a los detenidos. Los casos de los hijos de Martín Luna, Manuel Quesada (con un hijo recién nacido) o Pepa Alarcón ponen los pelos de punta. La guerra sucia se cobró dos asesinatos en París por el BVE, varias bombas contra coches de abogados y tres secuestros, todos ellos por grupos parapoliciales como el GAL verde. Otros 40 militantes han sido amenazados por bandas fascistas, con todo tipo de campañas orquestadas.
Sus publicaciones han sido cerradas o ilegalizadas. Como «Crash» y «Area Crítica», cuyo director fue encarcelado. Los boletines «A la Calle» (AFAPP), «Solidaridad» (SRI); las revistas «Bandera Roja», «Gaceta Roja», «Resistencia» y «Antorcha», todas ellas editadas por el PCE (r). Entre 1977 y 1981 fueron desmanteladas a base de represión y encarcelamientos SR, ODEA, UJA, MA y PyC. En 2003 fue ilegalizado el PCE (r), una organización alegal y clandestina desde 1975. En 2005 se intentó la ilegalización por la política de «hechos» de AFAPP y SRI, organizaciones a las que nunca se ha permitido ni siquiera el registro legal.
Han transcurrido 30 años desde la muerte del sanguinario Franco. La prensa servil miente sobre las «exquisiteces» que esta «democracia» han supuesto para el pueblo, la clase obrera y las organizaciones políticas. Dicen que «más libertades, más riqueza, más posibilidades de expresión…». Desde SRI nos muestran un muy diferente y detallado análisis sobre lo que estos 30 años de paso del fascismo franquista al fascismo monárquico han supuesto.
Y por todo lo anterior van a seguir siendo juzgados en la Audiencia Nacional trece militantes antifascistas los próximos días 12, 13, 19 y 20 de enero. Un macro-juicio que empezó el 15 de diciembre con más de 24.000 folios en los que la Guardia Civil, Garzón, el periodismo cómplice y el fascismo español pretenden hacer ley la maloliente e inconsistente coletilla de que «Todo es GRAPO»; e incriminar tanto a solidarios de las AFAPP, SRI o militantes del PCE (r) como de organizaciones populares en general, abogados de ALA, familiares de presos, etcétera. Pretenden seguir criminalizando y condenar al comunismo y antifascismo. Mostremos nuestra solidaridad con los encausados y nuestra resuelta voluntad de seguir denunciando y luchando contra el terror fascista.
* Josep Poveda Planas – Represaliado político catalán