Un conflicto en torno a la pastelería La Suiza se ha convertido en un macroproceso contra buena parte del tejido sindical y social gijonés.
Lo que comenzó como un conflicto sindical más entre una pequeña pastelería de Gijón y una de sus trabajadoras podría acabar en un macro juicio, con 30 personas imputadas hasta el momento. Una trabajadora de la pastelería gijonesa La Suiza, ya clausurada, acudió a la CNT denunciando un caso de acoso sexual por parte de su empleador en abril de 2017.
Según declaran a El Salto fuentes de CNT Gijón, el sindicato decidió iniciar un conflicto sindical con la empresa y acompañó a la trabajadora en su proceso de denuncia del supuesto acoso sexual. Siempre según CNT, ante la negativa por parte de la empresa a entablar negociación se decidió comenzar a realizar movilizaciones de presión, habituales en la actividad de este sindicato.
Ante el inicio de las movilizaciones, inicialmente con un número de asistentes que oscilaba en torno a las 15 personas y donde se informaba sobre el caso denunciado por la trabajadora, la empresa decidió interponer una querella por calumnias e injurias contra la CNT.
«En primer lugar se imputa al sindicato junto con la trabajadora, pero con el paso de los meses la instrucción se va haciendo más compleja y ampliando hasta llegar a un número de 30 personas», explica la citada fuente de CNT. «Tanto fiscalía como el juzgado están tratando de meter miedo y presionar a toda la gente que muestra su solidaridad contra las injusticias sociales en este país», consideran desde la federación gijonesa de la anarcosindical.
A las denuncias de calumnias y de obstrucción a la justicia por parte del propietario de la pastelería, se sumó una nueva por «asociación ilícita y extorsión a pequeños empresarios de la ciudad», presentada por los mencionados empresarios, cuyo nexo de unión era haber sufrido conflictos sindicales con la CNT.
Según la denuncia presentada por estos empresarios, «el secretario general (de CNT Gijón), Héctor González, buscando un ánimo de lucro, les obligó con intimidación (…), a realizar un pago económico a favor de la CNT y de él mismo en perjuicio de su propio patrimonio».
Aunque las dos sindicalistas detenidas fueron puestas en libertad y su caso fue sobreseído, las detenciones y la nueva denuncia provocaron una oleada de solidaridad y un aumento muy importante de asistencia a las movilizaciones. Las concentraciones frente a la pastelería empezaron a reunir hasta a un centenar de personas.
A medida que crecía el apoyo a las movilizaciones del sindicato, también lo hacían el número de imputados en la causa por calumnias. Los perfiles de los imputados son de lo más diverso. Desde miembros del sindicato que han participado en las reuniones con la empresa, hasta las caras más conocidas para la Policía de la CNT gijonesa. Entre medias, miembros de otras organizaciones, como la Corriente Sindical de Izquierdas, o personas sin afiliación que participaron de alguna manera en las movilizaciones.