La Iglesia católica está de capa caída. Casi tres millones de españoles han abandonado el rito religioso en los últimos cuatro años y hasta sus propios fieles no siguen su doctrina, especialmene en materia sexual. El número de sacerdotes se ha reducido en un 30% desde 1954 y las congregaciones religiosas han perdido 50.000 miembros […]
La Iglesia católica está de capa caída. Casi tres millones de españoles han abandonado el rito religioso en los últimos cuatro años y hasta sus propios fieles no siguen su doctrina, especialmene en materia sexual. El número de sacerdotes se ha reducido en un 30% desde 1954 y las congregaciones religiosas han perdido 50.000 miembros desde el final del Concilio Vaticano II (1965). De seguir esta sangría, en una década la Iglesia española puede quedarse sin clientela.
La Conferencia Episcopal Española sostiene que el 81% de los españoles son católicos, pero el número de practicantes (los que van a misa y comulgan plenamente con la doctrina de la Iglesia) ha caído en tres millones de personas en los últimos cuatro años, para quedarse en siete millones y medio. Los datos proceden de la última encuesta del CIS (finales del 2003), todavía controlado por el PP. El sondeo revela un descenso vertiginoso de la práctica religiosa: el 47% de los que se dicen católicos «casi nunca va a misa», y sólo el 18% asiste «casi todos los domingos». A los jóvenes cada vez les interesa menos la religión. Un informe más reciente del Instituto de la Juventud revela que el porcentaje de chicos con edades entre los 15 y los 29 años que se declaran católicos practicantes se ha reducido a la mitad y ha pasado del 28% en el 2000 al 14,2% en el año 2004.
MENOS CURAS A la deserción de los fieles se une la huida de los propios cuadros dirigentes eclesiales. En 1954 había en España 22.811 sacerdotes diocesanos, una cantidad similar de frailes y 73.978 monjas. El número de curas aumentó hasta alcanzar su punto álgido con 26.190 en 1968. Desde entonces se inició una imparable cuesta abajo hasta llegar en nuestros días a 19.825. Además, 8.314 de ellos están jubilados y la edad media del clero español ronda los 65.
La caída de los seminaristas todavía ha sido más brusca. Los seminarios mayores están prácticamente vacíos y sus estudiantes han pasado de 7.052 en 1952 a 1.981 en la actualidad. No obstante, la Conferencia Episcopal Española, se encuentra esperanzada ya que ha detectado un pequeño repunte. Hace dos años el número de seminaristas era sólo de 1.797.
Paralelamente muchos conventos se han cerrado y los monasterios están semivacíos. Las congregaciones religiosas, según datos del Federación Española de Religiosos Españoles (FERE) han perdido más de 50.000 miembros desde el final del Vaticano II (1965).
A modo de ejemplo, los jesuitas han perdido en todo el mundo más de 15.000 sacerdotes desde 1954, lo que supone un 40% de sus efectivos. Los franciscanos han descendido en un 24% desde 1975. Algo similar ocurre con las congregaciones femeninas, más numerosas. Las Hijas de la Caridad han disminuido un 40% desde 1970.