El guionista, director y productor argentino Tristan Bauer presentó este lunes en La Habana, en estreno absoluto, su documental Che, un hombre nuevo. En exclusiva para Cubadebate, la periodista Arleen Rodríguez Derivet nos concede fragmentos de la entrevista que le hizo poco después de la presentación especial de la 31a. edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
La cinta, de dos horas de duración, que se estrenará el próximo año en Argentina, arranca con los escritos inéditos del guerrillero a los que en 1995 Bauer tuvo acceso «por error» del Ejército boliviano, que los custodia como secretos.
A continuación fragmentos de la entrevista concedida por Tristan Bauer:
Es una nueva mirada hacia Ernesto Guevara, que se construye a partir de mi investigación de más de 12 años, donde hay muchas novedades, dos fundamentales: la que nos brindó el Presidente de Bolivia, Evo Morales, con su decisión de abrir los archivos del Ejército -aparecen los últimos escritos del Che, que él cargaba en su mochila-; y la decisión de la compañera de Ernesto, Aleida Marcha, que con una generosidad extraordinaria nos abrió sus archivos personales, más íntimos. De esta manera, aparece una imagen desconocida del Che.
Hay cuatro líneas fundamentales en esta película: un Che íntimo, gracias a estos testimonios personales; uno político, a partir de reportajes del ICAIC y de distintas televisoras del mundo -Checoslovaquia, Francia, Estados Unidos, Cuba-; un plano que presenta lo que ocurría en América Latina y en el llamado Tercer Mundo en ese momento; y finalmente, una cámara más poética que va y recorre en este presente los lugares que conoció, vivió y después combatió Ernesto Guevara. Con esto siento que hay una nueva mirada.
¿Qué lugar ocupa esta película en la obra de Tristan Bauer? Central. Yo nací en 1959, el año de la Revolución cubana, por lo tanto desde niño he estado marcado por la Revolución y por la figura del Che. Hacer esta película es algo que estuvo siempre en mi espíritu, en mi corazón desde hace muchos años. Cuando terminé mi última película de ficción Iluminados por el fuego, decidí concluirla. Es algo absolutamente central en mi vida.
Era imprescindible presentar mi película en el Festival de La Habana, el más importante de nuestra América. Esta noche estaban en la premier casi todos los invitados del Festival, parte del público cubano y los hijos de Ernesto Guevara. En la Argentina la habían visto dos o tres personas, entre ellos los hermanos del Che. La presentación aquí fue muy emotiva, muy sentida, y me parecía justo que este proyecto se estrenara en Cuba.
No es un nuevo Che. El Che es un ser único, una vida de 39 años con una visión y una intensidad extraordinarias. Lo que sí creo que en esta mirada subjetiva, que es nuestra mirada, aparecen nuevos elementos que nos permiten sumergirnos en nuevas facetas del Che. En ese sentido es un buen intento para abrir nuevas puertas y seguir profundizando en su pensamiento, en su acción, en sus ideas.
El cine es muy breve. Un documental puede durar hasta 125 minutos, como es el caso de esta película. Es imposible condensar una vida de 39 años de la magnitud de la del Che. Sí intentamos una nueva mirada para sacar al Che donde únicamente está muchas veces, en el concepto de Guerrillero Heroico o en esa imagen tan extraordinaria que tomó Korda, el fotógrafo cubano, que se hizo remera (camiseta), se hizo reloj, se hizo póster en una habitación. Esta película es un llamado a abrir la mirada a otras dimensiones.
Lo hermoso, por ejemplo, es que cuando uno visita a Bolivia, país donde fue asesinado el Che, y conoce al Presidente de ese país, Evo Morales, y llega al despacho de ese Presidente elegido por su pueblo, tiene allí una imagen del Che. Una imagen construida muy bellamente con hojitas de coca. Esa imagen es un signo de transformación… Habla de un tiempo nuevo y hermoso.
Me gustaría que mi película funcione como puente a la lectura de sus escritos, a sus reflexiones, a su vida. Me gustaría que sirva como un disparador del pensamiento del Che, que es como el fuego, y que se siga multiplicando en nuestro continente y en el mundo entero. Yo creo que eso que dice Fidel de que el Che es un modelo de hombre, no de este tiempo, sino del futuro, es verdadero.
Cada uno, como seres humanos, tenemos que hacer nuestra propia vida, pero siempre es bueno tener modelos, hombres y mujeres que construyeron un imaginario y se propusieron cambiar el mundo. Sin duda, el Che es uno de ellos. Ojalá que esta película sirva para que ese pensamiento se irradie como una llamarada.