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Israel

¿Tu marido te atacó con un cuchillo? Aun así no tienes derecho al divorcio

Fuentes: Haaretz

Traducido del hebreo para Rebelión por J. M.

¿Temen el día en que Bezalel Smotrich dirija el sistema legal israelí de acuerdo con la Torá? Sáquense las preocupaciones del corazón, ya está sucediendo en las cortes rabínicas.

En un período de 13 minutos, un nuevo escándalo sacude a su predecesor y conmueve a todo el mundo. Según Bezalel Samotrich «Israel debe conducirse de acuerdo con la ley de la Torá«. Incluso los cínicos, sin mencionar a las cínicas estaban alarmados. Puede ser fascinante visitar el tiempo del rey pelirrojo, el que también envió a otro a morir en la batalla porque amaba a su esposa, y también es responsable de la relación homo erótica más cálida de la Biblia, solo un poco menos atractiva para cumplir las leyes de hace 3.000 años. Innumerables hechos evidentes del peligro de un estado halájico, nos recuerdan que ya tenemos, hoy, un microcosmos de uno.

Esto sucede en los tribunales rabínicos, que tienen el monopolio de los matrimonios y divorcios de judíos en Israel. Este es el único problema en el Estado de Israel donde no existe una ley civil sino religiosa, explica Nitzan Caspi Shiloni, abogada del Centro para la Justicia de las Mujeres, una organización legal pública que ayuda a las mujeres repudiadas. «En los primeros años del Estado, los miembros religiosos de la Knesset insistieron principalmente en esto, y los miembros laicos de la Knesset acordaron aplicar la ley de la Torá solo donde haya discriminación de las mujeres. No solo los matrimonios y divorcios de los judíos se escucharán en una corte rabínica, sino que la ley que se aplica a ellos es solo la ley de la Torá y la Corte Suprema no puede intervenir en el contenido de la ley».

Sara Segal-Katz, una rabina y profesora de ley talmúdica miembro de la organización Kolej (tu voz. N. de T.), cree que «en términos del tratamiento real de las mujeres en los tribunales rabínicos, estamos viviendo en un país donde la ley talmúdica también es una pala para cavar: un oficialismo que se supone que garantiza la existencia religiosa y usa el lenguaje talmúdico y herramientas para limitar la independencia de las mujeres no debe confundirse con la adhesión al judaísmo y la tendencia al fanatismo, y la ley talmúdica es muy consciente del cambio en el estatus de las mujeres y es reticente a él.

En este mundo mágico, en el cual y por supuesto las mujeres no juzgan y no testifican, hay discusiones, entre otras, sobre niños bastardos y conceptos como «mujer fatal», que puede ser una mujer viuda que ahora quiere volver a casarse. Está prohibido casarse sin un permiso especial, ya que la ley de la Gemara (un texto del Talmud N. de T.) supuso que los hombres murieron como resultado del hechizo de la mujer y temen que al nuevo marido le ocurra lo mismo. Esto no se aplica en el caso contrario, «una mujer adúltera», los tribunales realizan juicios para determinar si una mujer ha traicionado a su esposo. Si piensan eso y hay suficientes pruebas como que una mujer parecía estar abrazando a un hombre, su nombre figura en una lista negra y le prohíben casarse con el hombre en el futuro. «La etapa húmeda», una mujer tiene prohibido casarse hasta que su hijo tenga dos años. Hoy, dice Caspi Shiloni, «a una mujer se le permite casarse en tales casos, pero después de los interrogatorios y las preguntas: ‘¿Tiene leche?, ¿por qué dejó de amamantar?» Y sobre temas más familiares como el de «la mujer abandonada». Todas estas cuestiones son discutidas y están sucediendo hoy», enfatiza.

Caspi Shilony es la persona que estableció el Tribunal Privado Ortodoxo, encabezado por el Rabino profesor Daniel Sperber, que fue noticia hace unos meses cuando anuló retroactivamente el matrimonio de Zivia Gorodetsky porque su exmarido se negó durante 20 años a darle el divorcio. Sobre otros casos dice: «tuve una clienta que fue abandonada varios años, su marido no quería darle el divorcio mientras afirmaba que ella estaba teniendo una relación íntima con otro hombre Su evidencia eran fotografías que muestran que ella entró en el vehículo de ese hombre y de impresiones de llamadas desde su celular mostrando que habló con el hombre por teléfono… Hay que señalar que la ley talmúdica requiere de evidencias más sustanciales y directas. La Corte llevó a cabo por adulterio, invitó al hombre con el que supuestamente la mujer tenía una relación, lo investigó, investigó a su investigador privado, investigó al marido y a la mujer, por último, el tribunal decidió poner su nombre en la lista negra de las mujeres adúlteras. Y por otro lado dictaminó que el marido no tenía que darle el divorcio, después de tres años de abandono y para salir del atolladero la mujer estuvo de acuerdo en dar al marido una parte sustancial de la propiedad común -300.000 shekel– para lograr un divorcio. Su nombre todavía está en la lista negra».

También cuenta un caso a principios de la década de 2000 cuando un tribunal rabínico anuló un divorcio que se había otorgado años antes cuando la mujer presentó un reclamo de manutención en el tribunal de familia y por añadidura determinó que sus hijos eran bastardos. Y el año pasado, en la corte de Ashdod, resultó que incluso aunque un esposo trató de asesinar a su esposa con un cuchillo, todavía no fue una razón para forzar un divorcio, porque no lo hizo dos veces, «el tribunal tampoco tuvo la impresión de que un marido que estaba persiguiendo a una mujer con un arma realmente estaba planeando asesinarla», apunta Caspi Shiloni.

No solo está sucediendo todo esto hoy, sino que la gran mayoría de los israelíes que se casan lo hacen a través de este sistema, así sea la pareja laica. Caspi Shiloni acota que no hay otra forma sustituta, incluso si el matrimonio se formalizó en el exterior como casamiento civil, si desearan separarse en Israel deberán hacerlo en el rabinato. «No me gusta el hecho de que se lo digan a hombres y mujeres, su problema es que se casó por el el rabinato y ahora vendrán las consecuencias». El derecho a contraer matrimonio es un derecho civil y en este momento el Estado permite que este derecho exista solo de una manera y niega el derecho a votar, el Estado tiene que quejarse y no a las parejas», dice.

Segal Katz menciona que en el rabinato hay una caída del 4 % en el registro de matrimonios en la institución rabínica al tiempo de un aumento del 8 % en el número de bodas privadas. Ella misma organiza tales bodas en el marco del proyecto «Hupot» -(Jupá: palio nupcial N. de T.)- una organización rabínica privada organizada de «supervisión privada», que opera en el campo de los servicios religiosos según la ley ortodoxa y fuera del Rabinato Principal. Ella cree que «el cambio que debería ocurrir en Israel provendrá de los sectores religiosos y tradicionales, que han aprendido a identificar cuándo hay un gran engaño y adoctrinamiento para establecer el poder del oficialismo rabínico en su forma actual, lejos de las variadas posibilidades ya discutidas en el pensamiento judío a lo largo de los siglos y en la ley judía». Segal-Katz es una de las alumnas privilegiadas del talmud ortodoxo cuya solicitud para ser capacitada en los exámenes oficiales de la ley talmúdica del Estado de Israel -en la que todos los hombres pueden registrarse- fue rechazada este año por el Gran Rabinato y presentaron una petición ante el Tribunal Superior junto con la organización «עתים» -Prensa unificada israelí, N. de T.- y están en espera de una respuesta.

Además de la refrescante opción del matrimonio halájico, para quienes es importantes, pero no con interferencia del Rabinato Principal, Caspi Shiloni habla de dos iniciativas que comparte: «La primera es la firma de acuerdos prematrimoniales y la cláusula de kidushin -condición de sacralidad N. de T.- el Centro de Justicia para la Mujer tiene un documento legal y acorde a la ley talmúdica que se firma antes del casamiento y que reduce las injusticias emanadas del ultraortodoxo, abandono de la mujer, negativa a otorgar el divorcio, hijos bastardos y la ley del levirato. El documento legal otorga muchos poderes al tribunal civil e impone una deuda financiera a una persona que se niega a otorgar el divorcio, y el documento según la ley talmúdica, una condición del kidushin, permite la conclusión de un matrimonio según la ley halájica, sin divorcio en caso de abandono de la mujer y negativa absoluta por parte del hombre a otorgar el divorcio. La segunda iniciativa es el tribunal que fundamos, en el que están sentados los jueces religiosos que tienen un enfoque más liberal de la ley talmúdica y han emitido varios veredictos que permiten a las mujeres abandonadas el matrimonio sin necesidad de divorciarse. Este tribunal se fundó después de largas discusiones con algunos estudiosos que entendieron que había que dar una respuesta drástica a una situación extremadamente dramática. Por supuesto, la reacción de los tribunales rabínicos fue muy dura y venenosa.

¿Cuál es la mejor situación que le gustaría tener en este campo en Israel?

Caspi Shiloni: «Soy una mujer religiosa y guardiana de la religión, pero no se me ocurre que un Estado democrático vincule a todas sus mujeres a las leyes que dañan gravemente su libertad y recopilan los nombres de niños de segunda clase». A lo largo de los años de ley talmúdica, no existía una lista concentrada de bastardos. Además, el Estado de Israel debe proporcionar una opción legal de matrimonio civil y creo que muchas parejas, como yo, seguirán prefiriendo la alternativa tradicional: los matrimonios religiosos también deben experimentar cambios drásticos cuanto a su elección. La ley talmúdica permite muchas cosas que el rabinato conservador prohíbe. Por lo tanto, en el camino religioso, creo que los tribunales rabínicos deberían interactuar con los jueces religiosos, que están comprometidos con los valores democráticos y los derechos humanos, y aun así, aquellos que desean casarse y divorciarse en por un tribunal religioso, también tendrán esa posibilidad».

Y si el liderazgo de Samotrich avanza, ¿en qué situación podemos encontrarnos?

«No me preocupa que un Etado según la ley talmúdica se establezca aquí, no sucederá, porque no ha habido suficiente trabajo en esa dirección para construir un modelo así … Estoy más preocupada por otras cosas que están al ‘margen de la democracia’. Si miro las demandas de la coalición de Smotrich y su partido en la 21 Knesset -exigieron el monopolio del Rabinato Principal sobre asuntos de conversión y comida ritual para fortalecerlos-. En estos momentos el monopolio no es tan totalitario como en asuntos de divorcio, el no permitir oraciones en el Muro Occidental de corrientes liberales en el judaísmo y en abolir la prohibición de la exclusión de las mujeres en la ley de discriminación. Si todo esto no ocurre se reducirá significativamente la situación de las mujeres.

«La forma en la que Smotrich y su grupo delinean su identidad religiosa, incluida la forma en que ven el «Estado según la ley talmúdica», se basa de hecho en preservar la jerarquía entre hombres y mujeres, y por lo tanto no están tratando estos temas. Y por lo tanto, el peligro es principalmente para las mujeres, así como para las minorías».

Si según el punto de vista echado a rodar del deseo de separar la religión del Estado es el dominio de lo laico, Katz-Katz aclara: «Creo que una realidad que surgirá como resultado de la separación entre la ley civil y la ley talmúdica servirá para ambas estructuras de ley. «El judaísmo en el que crecí y en el que educamos a nuestros hijos en nuestro hogar es un judaísmo de moderación, no de aislamiento extremo, y ese judaísmo puede prosperar solo cuando está separado de las consideraciones políticas y los intereses sectoriales». En su opinión, los que ahora hablan de un «Estado según la ley talmúdica» no representan la preocupación por el extranjero, el huérfano y la viuda, sino que buscan establecer la criminalización en nombre de esa misma ley mientras ignoran la complejidad de la situación de los ciudadanos de Israel en este momento no confiando en las diferentes concepciones de administrar un Estado fuera de la totalidad del pensamiento judío, no confiando en las herramientas de la ley judía, sino en la base de la confianza imaginada como si la Biblia se pudiera importar al presente sin las herramientas del pensamiento judío humano desarrollado a través del tiempo.

La actividad de liberación del monopolio del rabinato, que está mucho más conectada con la política y el poder que con el judaísmo, es particularmente significativa cuando proviene de los hombres y mujeres guardianes de los preceptos bíblicos. Desde un punto de vista laico se puede renunciar completamente al matrimonio y es deseable. Además, la actividad laica es de gran importancia, como la que lucha contra la tendencia a la separación, entre otras en el mundo académico, una tendencia que significa, en el largo o corto plazo, la exclusión de las mujeres de la esfera pública o una protesta contra la prohibición de que las niñas y jovencitas (pero no a los niños y jóvenes) vayan a la escuela con pantalones cortos, incluidos los rituales humillantes que se sostienen en ciertos casos de medir la longitud de los pantalones. Todo esto es importante, pero parece que sí existe la posibilidad de un cambio profundo que separe la gemelidad de la religión y el Estado en Israel, tanto de lo laico como de lo religioso, y ciertamente en beneficio de las mujeres, esta posibilidad radica en una parte del público religioso que se rebela contra el uso cínico y manipulador de la religión.

Fuente: https://www.haaretz.co.il/gallery/mejunderet/.premium-1.7335340

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.