El 1º de mayo de 2020 será recordado en la historia del movimiento obrero no solo como la fecha en la que no se pudieron celebrar las manifestaciones obreras, también como el momento en el que los sindicatos no pudieron denunciar públicamente el inicio de una nueva crisis del capitalismo. El confinamiento de la mayoría de la población mundial, en sus diferentes versiones, ha sido la causa de la negativa de las autoridades para permitir las manifestaciones de trabajadores y trabajadoras en la casi totalidad de ciudades. Esta circunstancia también ha sido una constante en todos los comunicados que, con motivo del Día de la Clase Trabajadora, los diferentes sindicatos han publicado y difundido.
Los sindicatos afiliados a la Federación Sindical Mundial en España así lo han hecho. La propia FSM difundía un comunicado en donde destacaba la labor en estos momentos de los trabajadores/as de los Sistemas de Salud Pública, “un sector devaluado por la falta de fondos y la desacreditación de las políticas de todos los gobiernos capitalistas que socavan conscientemente el Sistema de Salud Pública y privatizan sus actividades neurálgicas para mejorar la rentabilidad especulativa de las multinacionales. Y en esta línea entre las tareas urgentes exigía que “los estados y gobiernos asignen los fondos necesarios para el fortalecimiento del Sector de Salud Pública, de modo que todos los pueblos tengan una cobertura de salud gratuita, completa y decente, prohibiendo las privatizaciones y con una vacuna gratuita y segura para todas y todos”. Finalmente recuerda que la FSM cumple 75 años de existencia fortaleciendo la lucha de clases.
El Comité Estatal Español de la FSM denuncia en su comunicado que “el capitalismo va a utilizar la crisis sanitaria para recortar todo tipo de derechos laborales y sociales para aumentar su tasa de beneficios”. Y considera muy peligroso la reedición de los “nunca olvidados Pactos de la Moncloa de triste recuerdo para la clase obrera donde se perdieron multitud de derechos de todo tipo logrados tras arduas luchas contra la Dictadura”, denunciando a su vez el papel de los sindicatos de la CSI que “la crisis del coronavirus ha colocado sobre la mesa su papel como sindicatos del sistema”.
Los sindicatos AST y CSC, en un comunicado conjunto, centran además sus críticas en la gestión de la crisis. Las empresas “con grandes beneficios en los últimos años, se han acogido a ERTE’s para cargar al erario no solo el coste de los salarios de sus trabajadores/as, sino el 75% de sus cotizaciones a la Seguridad Social. Mientras, la clase obrera en su mayoría ha perdido o bien su empleo o bien el 30% de su salario. Y entre sus objetivos, se marca la garantía de todos los puestos de trabajo y la jornada laboral de 35 horas semanales.
Ambos sindicatos forman parte del Bloque Combativo que aúna las luchas en Madrid junto a otras organizaciones sindicales, políticas y sociales. En su comunicado se hace una referencia expresa a la solución capitalista del gobierno de progreso que ha permitido seguir manteniendo la producción, con el consiguiente riesgo para la salud, dotando de 117.000 millones de euros en avales a las empresas y abandonando a la clase trabajadora con confinamiento, reducción de salarios, disponibilidad para ejercer su trabajo en cualquiera de sus variantes (presencial, teletrabajo…) y riesgo para ellos y sus familias. Para el Bloque “es inadmisible el exquisito trato dispensado a la patronal a la que tratan de hacernos ver como la gran víctima de la crisis”, denunciando su escasa contribución mediante impuestos, el desvío de sus ganancias a paraísos fiscales y cómo, después de abogar por la reducción del estado, ahora “acuden como plañideras” exigiendo ayudas del propio estado.
El FSOC centra su comunicado en el sector de la Hostelería en Canarias en donde trata de dar una “firme respuesta ante las patronales y empresas del sector y ante las diferentes administraciones y Gobierno de Canarias para garantizar y proteger el empleo”. En ese sentido, presentan un decálogo firmado junto a otros sindicatos en donde se exige desde la garantía de empleo, el mantenimiento de los salarios, la reincorporación de forma escalonada o la prevención en materia de seguridad y salud laboral.
Por su parte, los sindicatos agrupados en la Federación Sindical de los Pueblos recuerdan en este 1º de mayo la incapacidad del estado para abordar en términos democráticos el conflicto nacional con las naciones sin estado. Y denuncian que “las medidas adoptadas por el gobierno del tándem PSOE-Podemos ha sido la aplicación de un 155 encubierto que acababa de un plumazo con el autogobierno… para sacar a la calle a la policía para alardear de autoritarismo a los más débiles y poner a pasear a los militares para ejercer tareas… en un alarde de la España, una, grande y libre por nuestras calles”. También recuerdan los fondos de la Unión Europea y los anteriores rescates de la troika en países como Grecia, Irlanda o Portugal.
Entre los sindicatos de esta última Federación, el sindicato LAB recuerda la importancia de lo público y la necesidad de contar con un sistema público de salud y cuidados sólido. “Lo que ha saltado a la vista durante estas semanas es la lucha entre el Capital y la Vida: por un lado, una gestión centralizada y autoritaria en beneficio de la patronal, y por otro, una comunidad que quiere cuidar del pueblo, de la ciudadanía, de sus vecinos y vecinas, de su gente”. Finalmente, entre sus ejes de transformación se encuentran el reforzamiento del sector público y “la constitución de una República Vasca que sea garante de la soberanía popular”, en la línea de la Huelga General del 30 de enero, aunando fuerzas por la transformación tanto en el ámbito sindical como en el social.
La CUT de Galiza recuerda la eliminación de 11 hospitales públicos así como la escasa protección económica del trabajador/a. “Los gobiernos europeos sin distinción han demostrado su incapacidad en la situación que nos está afectando con las políticas neoliberales que han convertido los recortes en Salud y las privatizaciones en políticas protagonistas”. De esta manera, “todas y cada una de las medidas financieras y de gasto puestas sobre la mesa se convierten en inyecciones para la banca y el gran capital. Y hacen un llamado a los sindicatos que tienen claro que la recesión capitalista en curso será pagada por la clase trabajadora si no nos organizamos para enfrentarla.
La Intersindical CSC de Catalunya destaca la necesidad de transformar una sociedad desigual en una República Catalana feminista y sostenible de derechos sociales, denunciando una gestión españolista de la crisis en lugar de una gestión científica, economicista en lugar de social y centralizadora en lugar de racional. “Las decisiones del gobierno español han estado marcadas por el blindaje de los privilegios de bancos y grandes fortunas del IBEX 35…en lugar de establecer políticas públicas encaminadas a garantizar el 100% de los ingresos de trabajadores y trabajadoras”. Disponer de un sistema público de protección social fuerte en la República Catalana es vital si se quiere responder a los retos globales que se plantean, es su alegato final en este 1º de mayo.
La Intersindical Canaria denuncia este Primero de Mayo que la gran patronal ganó la primera batalla del coronavirus al conseguir que el gobierno reactivase la actividad laboral no esencial sin evidencias científicas de que esta medida no vaya a tener graves consecuencias sobre la salud de la clase trabajadora. El sindicato exige este 1º de mayo un Marco Canario de Relaciones Laborales, la revisión de todos los ERTE’s y ERE’s para, finalmente, recordar el bloqueo a Cuba, Venezuela e Irán, las agresiones belicistas al pueblo palestino, al sirio, al yemení y su solidaridad con los pueblos saharaui, chileno, ecuatoriano, boliviano y a las naciones oprimidas del estado español.
El sindicato COS, junto a otros sindicatos, presenta este 1º de mayo una serie de reivindicaciones divididas en dos bloques. Las primeras mientras dure el confinamiento, las segundas tras el confinamiento y ante la crisis económica y social. Para ellos, “los sindicatos combativos hemos realizado un trabajo de acompañamiento y lucha de la mano de todas las trabajadoras y trabajadores afectados por estas políticas y luchamos en el Plan de Choque Social del País Valenciano”, anunciando un periodo de movilizaciones para que la clase trabajadora no vuelva a “salir perdiendo por una crisis que no hemos provocado nosotros”.
Los análisis de los sindicatos afiliados a la FSM coinciden en muchos aspectos, las soluciones también. La crisis sanitaria no ha sido abordada eficazmente por el desmantelamiento progresivo de los Sistemas de Salud Públicos y va a ser aprovechada por la patronal para nuevas medidas de ajuste. La solución pasa por evitar que a la crisis del sistema capitalista se le dé una solución capitalista. Y esa es la responsabilidad de todos y cada uno de los sindicatos, tanto en los sectores de la producción como en los territorios donde están implantados.
Luis Miguel Busto Mauleón es Coordinador del Comité Estatal Español de la Federación Sindical Mundial.