El centro de recursos LGBTI de Barcelona se inaugura mañana sábado, 19 de enero, en el marco de una jornada llena de actividades, intervenciones artísticas y parlamentos para celebrar la apertura de un espacio pionero en el Estado español. El equipamiento es municipal y de gestión comunitaria, liderado y gestionado por una plataforma de 11 […]
El centro de recursos LGBTI de Barcelona se inaugura mañana sábado, 19 de enero, en el marco de una jornada llena de actividades, intervenciones artísticas y parlamentos para celebrar la apertura de un espacio pionero en el Estado español. El equipamiento es municipal y de gestión comunitaria, liderado y gestionado por una plataforma de 11 entidades. La obra empezó en octubre del año pasado y se compone de 1.254 metros cuadrados en pleno centro de Barcelona, en el barrio de L’Eixample, una inversión de 1’7 millones de euros y una gestión anual de unos 500.000.
Laura Pérez, regidora de Feminismos y LGBTI del Ayuntamiento de Barcelona, explica cómo este espacio ha sido una apuesta municipal desde el principio y encaja dentro del Plan Municipal para la Diversidad Sexual y de Género 2016-2020: «Es uno de los momentos más bonitos de consecución del plan, además hemos ido dando algunos servicios que gracias al centro los podremos centralizar, así como la creación de muchos más». Además, esta demanda venía sucediéndose desde hace tiempo por parte de los colectivos LGTBI de la ciudad, explica Joaquim Roqueta, presidente de la Plataforma de Entidades LGTBI.
El centro dispondrá de un punto de información con asesoría personalizada para redireccionar a las personas usuarias. Contará con un área de servicios personales o familiares, donde se llevará a cabo un proceso de asesoramiento e identificación de las necesidades de las personas, un servicio de asistencia psicológica enfocado a la prevención de problemas psicológicos, prevención de violencias y asesoramiento integral. También habrá un equipo de asesoramiento legal y jurídico, compuesto por personas especializadas en LGBTIfobia y serofobia y que también dará cabida a tratar temas de asilo o de refugio por cuestiones que tengan que ver con el colectivo LGBTI. Uno de los servicios más específicos será el asesoramiento jurídico desde el ámbito laboral: «Este ámbito preocupa, sobre todo lo que refiere a procedimientos administrativos y la discriminación de las personas trans».
En este sentido, el área de asesoramiento laboral tendrá un espacio concreto, señala Laura Pérez. «Ya teníamos a equipamientos como Barcelona Activa trabajando en favor de estos temas, pero queríamos que fuera una atención más personalizada». Asimismo, habrá un servicio de atención socio sanitario, donde se tratarán temas de salud sexual y reproductiva. Estos son solo algunos de los servicios principales, ya que el centro contará con toda una programación de actividades lúdicas, didácticas y de divulgación de la temática LGBTI. «Queremos que sea un espacio donde se den charlas, donde se reúnan las entidades, también donde interconectar el centro con otros espacios y equipamientos del barrio», relata Pérez. Una de las novedades que era una demanda imprescindible es una sala de reunión para familias, un espacio de encuentro.
«Abrir el centro en un momento político como el que estamos viviendo envía un mensaje muy claro al mundo, Barcelona sigue adelante y no nos vamos a parar ante la pretensión de recortar derechos», afirma la edil, que asegura que «la programación será proactiva» de cara a combatir la discriminación y el ascenso de la extrema derecha: «Barcelona abre un centro pionero, tendrá impacto a nivel catalán y puede que más allá».
Las entidades LGTBI han conseguido una de sus reivindicaciones históricas
La Federación de entidades que componen la gestión cívica del centro está formada por colectivos tan míticos como el Casal Lambda, inaugurado en 1976, o la Gais Positius de hombres gais y bisexuales con VIH que trabajan dando respuesta al sida desde el año 1994. «En 2006 nos planteamos formar esta Plataforma para hacer incidencia política y comenzamos a trabajar para llevar adelante la la Ley contra la LGBTIfobia, así como para trabajar la memoria histórica y dar visibilidad a las personas trans, como fue el caso de Sonia Rescalvo, persona trans que fue asesinada en el Parc de la Ciutadella. Otra reivindicación ha sido la de crear un centro de recurso LGBTI en la ciudad de Barcelona, como tienen otras ciudades como Berlín o Nueva York», comenta el presidente de la Federación.
Para Roqueta, la puesta en marcha del centro es una conquista clara del colectivo LGBTI de Barcelona y señala cómo este tipo de espacios son más necesario que nunca: «Después de la agresión del metro en Barcelona, vemos cómo la violencia contra las personas LGBTI sigue existiendo, además está ejercida por personas muy jóvenes, lo que quiere decir que algo está fallando». Este activista señala que la Ley contra la LGBTfobia está teniendo disfunciones y no se está desarrollando, «tiene que haber una dotación económica y una sensibilización en ámbitos educativos para que sea efectiva».
Roqueta resalta el servicio de atención psicológica y jurídica como un puntal clave del centro, pero también la implementación de protocolos en ámbitos sociosanitarios. «Las personas LGBTI tenemos unas necesidad específicas que no tiene las personas heterosexuales, hay determinadas personas que han sufrido bullying, acoso o violencia durante su vida por su orientación sexual o por su identidad de genero, y eso influye mucho, se tiene que contemplar».
En este sentido, explica que el centro tiene que servir como una herramienta transversal e intergeneracional, y pone como ejemplo a todas esas personas de la tercera edad gais que se pueden sentir en situacions discriminatorias cuando acaban en una residencia.
«Sigue habiendo discursos y vulneraciones de derechos humanos, hay que concienciar y divulgar sobre lo que está pasando y, por lo tanto, tenemos que evitar la banalización. Tenemos que posicionarnos como un faro que de luz al colectivo LGBTI de Barcelona, tenemos que alertar, estar atentos y vigilantes para que no se vulnere ningún derecho», añade Roqueta.
Barcelona promueve la participación internacional y local en materia de derechos LGBTI
La ciudad de Barcelona ha sido una pionera en impulsar políticas a favor de las personas LGBTI. A raíz de su inclusión en el Rainbow Cities Network, red de ciudades de 15 países que trabajan para combatir la discriminación hacia las personas LGBTI, fueron inspirándose en las políticas LGBTI de otros municipios. «Nos hemos inspirado en ciudades como Ámsterdam, pioneras en implementar este tipo de políticas, y además el camino ha sido muy interesante ya que no es una red de ciudades política, sino que se compone de cuerpos técnicos, que nos han enseñado a trabajar desde una perspectiva interseccional», explica. En materia de interseccionalidad, todavía queda mucho por hacer explica Pérez.
En escala más local, el Consistorio y las entidades han trabajado en un proceso participativo que ha invitado a diferentes sectores de la ciudadanía, con personas LGBTI y no LGBTI. Para Roqueta, este tipo de trabajo en equipo, es imprescindible, ya que han conseguido aportaciones muy interesantes y ha demostrado que el centro es un espacio «para toda la ciudadanía».
«Tenemos un equipo que está formado en la mirada interseccional, tanto en el área de la atención psicológica, como en el área de la parte jurídica, pero creo que vamos a crear sinergias con otros espacios también», comenta el activista. Como retos que le esperan a la ciudad de Barcelona en materia LGBTI, tanto el Consistorio como las entidades confluyen en que el ámbito de la sanidad y de la atención sanitaria queda mucho por hacer: «Seguimos teniendo un modelo patologizador y se sigue diagnosticando disforia de género en este país y en esta ciudad, necesitamos dar una respuesta sociosanitaria que creo que las leyes y las propuestas estatales no están cubriendo».
Colectivos LGBTI no afines al Consistorio valoran positivamente su apertura
Desde el Colectivo Crida LGBTI, no consideran su estrategia institucionalizar la lucha LGBTI, pero no la excluyen como un camino válido e imprescindible. Pau Casals explica cómo seguirán presionando desde la calle: «Seguiremos luchando para que haya un cambio cultural, no solo desde la institución». Para Casals es imprescindible que haya una voluntad política para que luchar por los derechos LGBTI, pero resalta la importancia de que el activismo empiece a programar actividades divulgativas.
Fuente: http://www.cuartopoder.es/derechos-sociales/2019/01/18/barcelona-centro-lgbti-recursos-ayuntamiento/