No es que resulte aburrido el lenguaje, es que nos hemos cansado leer más o menos las mismas palabras durante más de 20 años. No sé si leíste la versión en euskera, que es la original, el euskera es el idioma en el que suelen escribir sus comunicados; la versión en castellano suele ser una […]
No es que resulte aburrido el lenguaje, es que nos hemos cansado leer más o menos las mismas palabras durante más de 20 años. No sé si leíste la versión en euskera, que es la original, el euskera es el idioma en el que suelen escribir sus comunicados; la versión en castellano suele ser una simple traducción (en este caso hecha por Gara además) y es cierto que en castellano suena todo a lenguaje burocrático; pero no así tanto en euskera.
Decía que nos hemos cansado de leer prácticamente las mismas palabras porque es cierto. Eso es quizás lo que nos aburre. El discurso de ETA apenas ha variado en más de una década. Desde la alternativa democrática, por la que dieron con sus huesos en la cárcel toda la mesa nacional de HB, hasta la propuesta de Anoeta y el reciente alto el fuego y entrevista, pasando por Lizarra-Garazi y hasta la alternativa KAS, anterior a todas ellas. Desde entonces viene diciendo ETA que éste problema tiene solución de respetarse unos derechos democráticos básicos ¿Que pasa entonces? ¿Por qué no se pusieron en marcha los estados y gobiernos (vasco, navarro, español y francés)? Porque precisamente eso es lo que no quieren cumplir. No son demócratas pese a que se les llene la boca con esa palabra.
Como digo, me aburre un problema que no termina de solucionarse pese a ser tan sencillo como el respetar la palabra y la decisión. Pero me aburre mucho más aún el lenguaje de precisamente las autoridades del Estado (todas, que los gobiernos autonómicos también son Estado, español por supuesto); me aburre que el presidente del gobierno y sus lacayos me oculten sus intenciones y me intenten engañar, me aburre que repitan día si y día también sus consignas vacías para un supuesto gran público (una frase preparada para salir en cabecera de los noticiarios) idiota al que ellos se encargan de intentar idiotizar; me aburren sus «solo esperamos un pronunciamiento por parte de ETA» y sus «no coment»-s. Me aburre el presidente de Nafarroa y su «Navarra no es moneda de cambio» y me repatea que el lehendakari de las baskongadas se piense que soy idiota y me saque dibujos de (y para) niños pretendiendo explicar «el proceso según juanjosé». Ese es el lenguaje que me aburre y me molesta.
Porque el pueblo llano, pese a lo que deben pensar estos señores y señoras, no somos idiotas (aunque a veces lo parezcamos), y hasta el lenguaje farragoso y burocrático lo entendemos o lo acabamos entendiendo. Lo que me molesta es precisamente ese aire de superioridad del que cree a los demás inferiores y consecuentemente les habla como tales.
Y respecto al contenido de la entrevista ¿Acaso no se ha reservado el Estado el derecho a cobrar su propio impuesto reaccionario? Vía multas, vía fianzas millonarias de escándalo, etcétera. ¿Acaso no son precisamente los gobiernos los que pretenden hacernos creer que ellos son los neutrales (sobre todo el baskongado y sus pretensiones de ser arbitro y parte) y que no tienen culpa de ningún tipo en nada de nada? Espionaje a EHAK, un partido legal bajo amenaza dicho sea de paso, detenciones y consiguiente incomunicación con denuncias de torturas de por medio, políticos y dirigentes sindicales en prisión, envío por parte del gobierno de Ibarretxe de datos de 40 locales a la audiencia nacional para su posterior cierre (¿si no para qué?). ¿Acaso han desautorizado ellos algo en estos meses de tregua? ¡Todo lo contrario! ¡Ellos autorizan!
No es cuestión de que el Estado haga muecas para hacer creer que ETA no se rinde. Es cuestión de actuar con claridad, honestidad y respeto. Incluido el respeto a la decisión, nada de tomar por tonto al pueblo, que eso me aburre.
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