Este informe se elaboró a raíz de la tragedia ocurrida el 24/6/2022 en el paso fronterizo de Barrio Chino entre Nador y Melilla, que costó la vida a 27 solicitantes de asilo y que ha supuesto decenas de desaparecidos (64 casos), heridos y cientos de repatriados debido a una represión sin precedentes por parte de las autoridades marroquíes con la complicidad de sus homólogas españolas.
Esta tragedia, por haber sido mejor documentada y más difundida, no debe hacernos olvidar que cientos de migrantes subsaharianos y norteafricanos, muchos de ellos mujeres y niños, pierden la vida cada año en las rutas migratorias marítimas que se han vuelto más asesinas, como la de las Islas Canarias o la del norte de Marruecos hacia España.
A todas estas víctimas de las mortíferas políticas migratorias, a toda la comunidad de migrantes y a todos los pueblos de África, la AMDH de Nador presenta sus más profundas condolencias.
Por otro lado, este documentado trabajo no podría llevarse a cabo sin la abnegación y la dedicación absoluta de los miembros de la AMDH de Nador a las justas causas de los solicitantes de asilo, que llevan muchos años sufriendo en la ruta migratoria Nador-Melilla.
Gracias a su trabajo voluntario y sobre el terreno, pudieron transmitir a todo el mundo los horrores y crímenes que cometen las políticas migratorias, cada vez más mortíferas.
Compañeras y compañeros: recibid todo nuestro agradecimiento y gratitud, por vuestro compromiso con los derechos humanos.
El contexto
Para entender bien la tragedia del viernes 24 de junio de 2022 en el paso fronterizo de Barrio Chino, entre Beni Ensar y Melilla, necesitamos conocer el contexto local y regional que ha marcado el periodo anterior a esa fecha.
A nivel local, este contexto ha estado marcado por una clara disminución de los indicadores que marcan el ejercicio de la función policial de Marruecos:
A diferencia de los años anteriores, en los años 2020 y 2021 se produjo una caída en el número de asaltos a los campamentos de inmigrantes en el bosque por parte de las autoridades marroquíes. Sólo hubo 37 ataques en 2021, frente a los 340 de 2018, por ejemplo. Este claro descenso se mantuvo durante los tres primeros meses de 2022, en los que la AMDH de Nador no registró ninguno.
Durante el mismo periodo, los asaltos a la valla han aumentado significativamente con casi 1050 boozas1 en 2021, frente a solo 120 en 2019, marcando el mayor incremento desde 2014.
Esta situación, que ha sido dominante a lo largo del periodo de congelación de las relaciones marroquíes-españolas, caracterizada por el descenso de los ataques a los campamentos y el aumento de los intentos de cruzar la valla, cambiará a finales de marzo de 2022, fecha de la progresiva normalización de estas relaciones.
Así, los ataques de la policía a los campamentos en el bosque se reanudaron a un ritmo muy alto y los asaltos a la valla disminuyeron durante los meses de abril y mayo, hasta el 24 de junio. Las autoridades marroquíes llevaron a cabo 31 ataques contra los campamentos y en el bosque durante este período de sólo 84 días, lo que equivale casi al número total de ataques realizados durante todo el año 2021; no se registró ningún intento global en la valla, mientras que durante el período anterior a esta normalización, desde enero de 2022 hasta el 13 de marzo, no se llevó a cabo ningún ataque contra los campamentos de migrantes en el bosque.
Fig.1. Asaltos a los campamentos de inmigrantes en el bosque por parte de las autoridades marroquíes
Este doble rasero, que pone en juego la vida, la salud y el futuro de nuestros compatriotas africanos, muestra claramente la relación causal entre el papel de la gendarmería de Marruecos y la amplitud y gravedad de las violaciones cometidas.
Situación en los campamentos antes del 24 de junio
A principios de junio y tras la concentración de casi 1.500 migrantes en las alturas de los campamentos de Lakhmis akdim y Bekoya, las autoridades utilizaron drones y agentes in situ para controlar el número y los movimientos diarios de los migrantes. Durante 18 días, los ataques fueron casi diarios para intentar desalojar a los migrantes.
A diferencia del periodo anterior, en el que las fuerzas auxiliares fueron las únicas movilizadas sobre el terreno para atacar los campamentos, esta vez se movilizaron todas las categorías, es decir, la gendarmería y la policía móvil, además de las fuerzas auxiliares y los agentes de la autoridad, bajo la supervisión y la participación personal del Gobernador de Nador y los comandantes de la gendarmería y las fuerzas auxiliares. Se trata de ataques violentos en los que se persigue y detiene a los migrantes, se destruyen los campamentos y se confiscan o queman los bienes, incluidos los alimentos almacenados.
Los mayores y más violentos ataques se registraron los días 7-15 de abril, 23 de mayo y 17-18-19-20 y 23 de junio, durante los cuales se produjo una sorprendente movilización de fuerzas marroquíes para desalojar por la fuerza a cientos de inmigrantes asentados en los bosques de Bekoya y Lakhmis akdim.
Si al principio de este periodo los ataques de las autoridades no implicaban enfrentamientos violentos con los migrantes, que se contentaban con abandonar los campamentos durante el ataque y volver después, esta situación cambió a partir del 23 de mayo, cuando asistimos a enfrentamientos muy violentos entre las dos partes durante los ataques, con el uso de piedras de un lado y de gases lacrimógenos del otro.
Estos violentos enfrentamientos causaron decenas de heridos en ambos bandos y varias detenciones entre los solicitantes de asilo, que siguen siendo perseguidos o deportados a otras ciudades marroquíes. En la mayoría de los casos, los heridos de la fuerzas de orden público fueron acogidos en el hospital de Nador, en tanto que los migrantes permanecieron en el bosque por miedo a ser detenidos.
Este es el único periodo en el que los solicitantes de asilo han recurrido a la violencia de las piedras contra la policía, en respuesta a los ataques casi diarios, a la destrucción de sus refugios y alimentos, y a su cerco cada vez más severo.
El hostigamiento casi diario de las autoridades contra los migrantes en los bosques, a pesar de que están muy lejos de Melilla (Lakhmis akdim, Afrah o Bekoya están situados a casi 20 km de la barrera de Melilla), alcanzó su punto álgido cuando las autoridades presionaron a los comerciantes cercanos a los campamentos para que no vendieran nada a los migrantes, incluida la comida, y cortaron el agua de la fuente situada en Bekoya, de la que se abastecía una gran parte de las personas de los campamentos. A partir de mediados de mayo, los auxiliares de las autoridades se dejan caer a menudo en estos establecimientos para advertir a los comerciantes de que no vendan nada a los inmigrantes.
Este cerco sin precedentes, que pone de manifiesto las nuevas prácticas inhumanas en el papel de gendarme, reactivado con fuerza justo después de la normalización de las relaciones marroquíes-españolas, empujó a los cientos de solicitantes de asilo en la noche del 18 de junio a desplazarse a la parte sur del monte Gurugú. Durante los cinco días que duró su acampada en esta zona, los inmigrantes fueron, una vez más, atacados a diario para evitar que se instalaran en este área, situada a unos seis kilómetros de Melilla.
La jornada del 23 de junio fue la más dura, con un violento ataque de las autoridades, conformadas en este caso por cientos de gendarmes, policías, fuerzas auxiliares y agentes dependientes del Ministerio del Interior. Tras la advertencia hecha a los migrantes de que debían abandonar el campamento en un plazo de 24 horas, las autoridades llevaron a cabo el ataque en torno a las 9 de la mañana, tras lo cual se produjeron violentos enfrentamientos que causaron varios heridos en ambos bandos y un uso excesivo de gases lacrimógenos por parte de las autoridades, para dispersar a los migrantes. Estos enfrentamientos no cesaron hasta alrededor de las 18:00 horas, cuando los migrantes se retiraron a otra montaña.
El incendio en el campamento de Izenoudene
El 23 de junio, hacia las 11 de la mañana, se declaró un incendio, tras casi dos horas desde el inicio del ataque de las autoridades al campamento de inmigrantes situado al norte del duar [aldea] de Izenouden, en el Gurugú. El incendio sólo afectó a algunos árboles, pero se cebó con arbustos y matorrales.
Todos los testimonios recogidos de los migrantes nos confirmaron que ante el uso de piedras por parte de los solicitantes de asilo en estos enfrentamientos, las autoridades recurrieron a los gases lacrimógenos, que fueron la única causa del incendio, que fue completamente controlado en la tarde del sábado 25 de junio.
La AMDH de Nador, que no puede confirmar ni desmentir esta hipótesis, considera sin embargo totalmente imprudente el recurso, por primera vez, a este uso excesivo de bombas de humo en un entorno forestal, sabiendo que puede desencadenar graves incendios (nunca se ha utilizado gas lacrimógeno contra campamentos en el bosque durante todos los años anteriores).
Estos mismos testigos confirmaron que tras intentar apagar el fuego sin éxito con los pocos medios de que disponían, los solicitantes de asilo se refugiaron en lo alto del monte Gurugú, donde permanecieron toda la noche antes de iniciar el descenso hacia el puesto fronterizo de Barrio Chino al día siguiente, viernes 24 de junio, hacia las 8 de la mañana.
Se trata en suma de dos nuevas prácticas de las autoridades, de una peligrosidad y crueldad sin precedentes: atacar los campamentos forestales con bombas de humo e intentar poner en marcha un bloqueo alimentario contra cientos de migrantes. Son nuevas herramientas en el papel de gendarme que desempeña Marruecos en el marco de este nuevo período de cooperación marroquí-española.
Es en estas condiciones severas e inhumanas (días de ataques y enfrentamientos, agotados, cazados, acechados, sin nada que comer durante toda la noche a causa de la destrucción de los pocos alimentos que habían podido conseguir a pesar del bloqueo impuesto por las autoridades a los comerciantes) que los migrantes, en número de 1500, armados con palos y piedras, se dirigieron hacia la valla de Melilla.
Fig. 2. Mapa del itinerario de los migrantes desde los campamentos de Bekoya, a 20 km de Melilla, donde eran atacados diariamente, hasta el de Izenouden, en el Gurugú, desde donde comenzaron el descenso hacia el puesto fronterizo de Barrio Chino el 24 de junio de 2022.
Perfil de los participantes
La mayoría de los migrantes que participaron en este intento proceden de las zonas de guerra de Sudán, Sudán del Sur y Chad (Darfur, Kordofán, Chad oriental…). Es una situación comparable a la de Ucrania, salvo que en este caso los solicitantes de asilo tendrían que saltar una de las barreras más peligrosas y militarizadas para poder presentar sus solicitudes y beneficiarse de la protección internacional.
En la mayoría de los casos, se trata de solicitantes de asilo que llevan varios meses y a veces años viviendo en Marruecos y que han entrado en el país desde territorio argelino, generalmente tras un paso más o menos largo por Libia. El itinerario seguido desde Libia pasa por las ciudades del sur de Argelia hacia la frontera marroquí, al sur de Tiouli o a veces Doghmaniya, para cruzar la frontera y concentrarse principalmente en Oujda, donde una gran parte de ellos se pone en contacto con el punto focal del ACNUR para presentar una solicitud de asilo.
La información de estos itinerarios, basada en los testimonios de los migrantes, contradice el contenido de los informes de la policía y la gendarmería elaborados para los 65 acusados, que hablaban de un paso obligatorio de todos los migrantes por la ciudad argelina de Maghnia, situada más al norte.
En pequeños grupos, estos solicitantes de asilo volvieron entonces a los bosques de Nador, donde la mayoría de ellos se instalaron mucho antes de la normalización de las relaciones marroquíes-españolas (era más fácil de trasladarse durante este periodo de crisis de Oujda a Nador). Muchos de ellos participaron en los intentos de la Marcha y vieron cómo cientos de sus compañeros cruzaron la frontera con Melilla sin mayor problema; por eso no entiendían por qué las autoridades marroquíes hacían ahora todo lo posible, no sólo para impedir que llegaran a la valla, sino para expulsarlos definitivamente de sus campamentos.
La jornada del 24 de junio de 2022
En su recorrido desde las alturas del Gurugú hasta la frontera, que duró casi una hora, los 1.500 solicitantes de asilo no se encontraron con ninguna maniobra de las autoridades marroquíes para detener su avance hacia la barrera o para dispersarlos, ni siquiera cuando pasaron por delante del cuartel de las fuerzas auxiliares, situado en las cercanías. Parece como si las autoridades hubieran preferido esperarles una vez llegados a la barrera de Melilla, donde se movilizaron todas las fuerzas.
Esta es una pregunta fundamental para entender lo que va a pasar después: ¿por qué las autoridades hicieron todo lo posible durante los días anteriores para dispersar a los migrantes y alejarlos de la valla (ataques a los campamentos, detenciones, enfrentamientos, uso de gases lacrimógenos) cuando estaban muy lejos de la frontera y por qué durante su avance final desde su último campamento hacia la frontera (un recorrido de casi 6 kms), las autoridades que estaban en el terreno no hicieron nada para dispersarlos antes de llegar?
Este cambio de estrategia por parte de las autoridades y su inacción durante todo el trayecto de 6 km sólo puede explicarse por el deseo de intervenir contra los migrantes justo en la valla para obtener una ventaja topográfica y para asegurarse de que los migrantes se hubieran desembarazado de las piedras y palos que llevaban consigo.
La decisión de atacar violentamente a los solicitantes de asilo una vez llegados a la barrera, ya completamente desarmados, es sin duda la causa principal del elevadísimo número de muertos, heridos, detenidos y devueltos, dado que en ese momento, el único objetivo de los solicitantes de asilo era saltar las barreras y no entrar en enfrentamientos con las fuerzas marroquíes.
Dejar que los solicitantes de asilo lleguen a la valla y llevar a cabo estos ataques tan violentos contra ellos con este gravísimo balance, que seguramente se hubiera podido evitar, probablemente sólo se justifique por el deseo de mostrar al socio español de lo que es capaz la parte marroquí y hasta dónde puede llegar para detener los flujos migratorios cuando coopera.
El objetivo es mostrar hasta qué punto la parte marroquí puede pasar de una situación extrema a otra: de las tentativas de los días 2-3 y 8 de marzo, que fueron las más masivas (participaron más de 2500 migrantes, sin muertos, algunos heridos y casi 900 boozas) en el contexto de la congelación de las relaciones marroquíes-españolas, hasta otra situación bien diferente, con decenas de muertos y heridos y sólo 133 boozas en el contexto de una tentativa masiva pero menos importante (casi 1500 participantes), en un contexto marcado por la reanudación de las relaciones.
Sin ningún contratiempo, los solicitantes de asilo llegaron finalmente al paso fronterizo de Barrio Chino alrededor de las 9 de la mañana y trataron de abrir la puerta principal, para luego subir las barreras sin ningún tipo de pánico o empujón. Unos minutos más tarde, las fuerzas marroquíes, que se habían posicionado más adelante en la carretera de circunvalación que bordea la valla, comenzaron a atacar a los migrantes con piedras y bombas de humo. Fue en ese momento cuando las primeras víctimas en las filas de los solicitantes de asilo cayeron al suelo, tal vez por asfixia o por el lanzamiento de piedras, mucho antes de que las autoridades intervinieran en el combate cuerpo a cuerpo.
Está claro que a partir de ese momento, el objetivo de la violencia de las autoridades contra los migrantes (sin los palos y las piedras que solían llevar) no era una respuesta a la violencia de los migrantes armados, sino sobre todo, un modo de impedirles llegar a la ciudad ocupada de Melilla a toda costa. Para lograr este objetivo, las fuerzas marroquíes, que seguían recibiendo refuerzos, aumentaron el uso de gases lacrimógenos.
El deseo de llegar rápidamente a Melilla y de escapar a la represión de las autoridades marroquíes por su intervención exacerbada y directa en el puesto fronterizo de Barrio Chino provocó graves empujones en dos puntos cercanos a la barrera. Estos empujones de miedo, pánico y falta de visión, agravados por las caídas desde lo alto de la valla (inducidas por los propios migrantes o por la violencia de las autoridades con porras o piedras), estuvieron detrás del segundo balance de muertos y heridos tras casi una hora de ataques a cientos de migrantes en un lugar cercado por gases lacrimógenos.
Mediante este uso brutal de gases contra cientos de migrantes agrupados en una zona cercada, incluidos los que se encontraban en la parte superior de la valla, las autoridades marroquíes trataron de impedir la llegada de solicitantes de asilo a Melilla, antes de agredir a los propios solicitantes, hacia las 10:30 horas, tras haber desplegado más fuerzas auxiliares, militares y gendarmes.
Es importante señalar que en esta fase de la violencia de las autoridades, que causó dos oleadas de heridos y posiblemente muertos, no se movilizaron ambulancias para rescatar y trasladarlos al hospital. Las autoridades estaban totalmente centradas en reprimir a los migrantes para detener su avance hacia Melilla a toda costa.
Fue a partir de ese momento, tras el cese de las bombas de humo, cuando comenzó la fase más impactante, en la que se registraron los comportamientos más crueles, inhumanos y degradantes, con la intervención exacerbada de cientos de agentes marroquíes directamente con los migrantes: una violencia más generalizada (porras, patadas y lanzamiento de piedras) sobre las distintas partes del cuerpo contra los solicitantes de asilo que se encontraban en el suelo, sin aliento, heridos, desmayados y agotados.
Parte del aparato represivo se dirigió hacia los migrantes que seguían escalando las vallas. A decenas de migrantes les lanzaron piedras o les golpearon en la espalda y en los pies antes de ser detenidos y arrastrados bajo los golpes de las porras hacia una zona de concentración delimitada por las autoridades.
Como si se tratara de un cuello de botella de apenas 200 m2 de superficie, los migrantes heridos se amontonaban unos encima de otros en el suelo. Algunos de ellos ya no estaban vivos y seguían siendo golpeados con porras y pateados por las fuerzas públicas marroquíes. A pesar de la estrechez de este lugar, la policía y las fuerzas auxiliares continuaron devolviendo a los migrantes detenidos antes y después de la barrera empujándolos violentamente encima de los que ya se encontraban en el suelo, a pesar de sus heridas, fracturas y dificultad para respirar tras una hora de gases lacrimógenos.
Al mismo tiempo que los migrantes gravemente heridos, amontonados unos encima de otros, pedían ayuda y gemían de dolor y agonía, las fuerzas públicas seguían arrastrando violentamente a los migrantes detenidos antes de amontonarlos encima de sus compatriotas sin tener en cuenta su estado de salud. Para esposar a los migrantes y ponerlos boca abajo, algunos fueron pisoteados mientras seguían recibiendo golpes injustificados de la fuerza pública.
Durante este trato tan cruel y basándose en los testimonios concordantes de los supervivientes reprimidos, la AMDH de Nador pudo identificar a las primeras víctimas que murieron en el acto. Son: Kussay Ismail Abdelkader, Mohannad Maamoun Aissa, Abderrahim Abdellatif Ali (Hanine) y Abdelaaziz Yaakoub (Anwar).
Las autoridades, que podrían haber ampliado este espacio de concentración de migrantes y haberlos tratado adecuadamente colocándolos unos al lado de otros y enviando ambulancias y equipos de rescate, prefirieron actuar de forma inhumana amontonando a los muertos y heridos durante horas y horas, poniendo en peligro la vida de los supervivientes en una escena apocalíptica que demuestra el total desprecio y grado de venganza hacia los migrantes.
Las 20 grabaciones de vídeo de las que dispone la AMDH de Nador, de las que sólo se ha publicado una parte, prueban este trato cruel, inhumano y degradante de las autoridades marroquíes contra los seres humanos heridos, angustiados o muertos que se amontonaban en el suelo sin ningún tipo de ayuda en el lugar, pero rodeados por decenas de agentes públicos. En algunos vídeos a los que ha tenido acceso AMDH Nador, se pueden ver claramente varios cuerpos de migrantes tendidos en el suelo sin ninguna señal de vida, completamente inertes, mientras los agentes marroquíes (fuerzas auxiliares, policías y gendarmes) seguían sacando a los solicitantes de asilo del interior de la barrera empujándolos violentamente unos sobre otros.
Algunos de estos fragmentos de vídeo muestran sin lugar a dudas que los gases lacrimógenos y las balas de goma también fueron utilizadas por la policía española y la guardia civil contra los solicitantes de asilo, cuando todavía estaban en el lado marroquí atascados en la entrada del cruce de Barrio Chino.
Esta intervención represiva del lado español estuvo sin duda detrás del aumento del número de víctimas que cayeron por asfixia y muestra claramente el nivel de coordinación local entre los dos países: los gases lacrimógenos marroquíes se mezclaron con los de los españoles disparados en dos direcciones opuestas para causar el máximo daño y más víctimas.
Este comportamiento cruel, inhumano y degradante continuó durante más de dos horas sin interrupción ante los ojos de los funcionarios marroquíes que no intervinieron con sus agentes sobre el terreno para detener la violencia. Arrastrar a las víctimas heridas por las piernas y amontonarlas por docenas, sobre las que se empujaba violentamente a otros migrantes, fue de una gran crueldad.
Incluso cuando se empezaron a movilizarlas 4 ambulancias (que estaban inicialmente en el lugar) hacia las 11:30 horas, en lugar de empezar con los migrantes gravemente heridos, las autoridades prefirieron despejar los cadáveres, que llegaron los primeros al hospital Hassani. Posteriormente, la movilización de más ambulancias permitió transportar a un gran número de heridos, pero con gran retraso.
El último viaje en ambulancia se registró alrededor de las 21:00 horas. Durante este largo periodo de casi 9 horas, no se prestó ayuda a los heridos ni por parte de los marroquíes ni de los españoles, que tenían varias ambulancias a pocos metros.
Esta falta de asistencia a las personas en peligro muestra la verdadera cara de las políticas migratorias españolas y de la cooperación marroquí-española centrada exclusivamente en el control de la seguridad, en lugar de salvar vidas.
Los 9 autobuses de deportación presentes en el lugar se movilizaron más rápidamente que las ambulancias y los servicios de emergencia (9 autobuses de deportación frente a sólo 4 ambulancias al principio), lo que demuestra que la principal preocupación de las autoridades, que quizás no esperaban este elevadísimo número de muertos y heridos, era detener y deportar al mayor número posible de solicitantes de asilo.
A partir de las 16:00 horas, cerca de 500 solicitantes de asilo, muchos de los cuales estaban heridos, fueron cargados en autobuses y conducidos a diferentes regiones de Marruecos (Beni Mellal, Kelaa Sraghna, Chichaoua) a lo largo de los 890 km de ruta desde Nador a Taurirt, Meknes, Beni Mellal, Marrakech y Chichaoua. Durante este tiempo, no se distribuyeron alimentos a los migrantes devueltos y al final del viaje, los solicitantes de asilo heridos y agotados fueron «descargados» en estas zonas sin ningún tipo de comida ni asistencia médica.
Varios de ellos fueron trasladados por sus colegas o con la ayuda de ciudadanos marroquíes a hospitales de Marrakech, Agadir, Beni Mellal, Casablanca y Rabat para su tratamiento.
Gracias a los testimonios de los migrantes apoyados por las fotos de los fallecidos, la AMDH de Nador pudo documentar la muerte de al menos un migrante en estos autobuses de devolución. Se trata del joven sudanés del centro de Zalinji, en Darfur, llamado Abdenacer Mohamed Ahmed, que murió en la noche del 24 al 25 directamente después de su embarque, herido, en un autobús de devolución.
Dos intentos masivos y dos comportamientos diferentes
Para medir el grado de oportunismo de las políticas migratorias marroquíes y españolas y su explotación del sufrimiento de los solicitantes de asilo por razones políticas, económicas y financieras, es necesario comparar los intentos de principios de marzo en un contexto de congelación de las relaciones marroquíes-españolas y el del del 24 de junio en plena normalización de las relaciones entre ambos países.
En sólo una semana, los días 2 y 3 y el 8 de marzo, se registraron tres grandes asaltos a la valla de Melilla, en los que participaron unos 2.500 migrantes (y fue la primera vez que se registraron intentos sucesivos). Durante estos tres asaltos, que se produjeron en un contexto de congelación de las relaciones, casi 900 inmigrantes consiguieron llegar a Melilla, con algunos heridos, pero no se registró ninguna muerte.
Con el intento del 24 de junio, que fue menos importante (1.500 participantes), se alcanzó el mayor número de víctimas en la historia de la emigración saltando las vallas, con decenas de muertos, desaparecidos y heridos y sólo 133 boozas en un contexto marcado por el retorno de las buenas relaciones entre Marruecos y España.
Se trata de la misma ruta migratoria, de los mismos actores y de los mismos solicitantes de asilo sometidos a dos comportamientos extremos durante un corto período, lo que pone claramente de manifiesto la explotación de esta masa de solicitantes en el juego político entre Marruecos y España. El único elemento nuevo es la reanudación de las relaciones entre ambos países a partir del 14 de marzo y las posteriores reuniones entre los ministros de Interior marroquí y español.
Poner la vida y el destino de seres humanos necesitados de protección internacional en medio de un juego político que ha costado la vida a varios solicitantes de asilo es el verdadero contenido de las políticas migratorias marroquíes y españolas.
Intento de entierro apresurado
Al día siguiente de la tragedia del 24 de junio y tras constatar la magnitud de la misma, la AMDH de Nador había advertido de un intento premeditado de las autoridades de enterrar a las víctimas rápidamente sin identificación y sin autopsia.
El 26 de junio de 2022, a las 12.15 horas, mientras visitaba el cementerio de Sidi Salem en Nador, la AMDH de Nador observó una presencia inusual de funcionarios (el pachá de Nador, el caid del distrito cuatro y varios funcionarios auxiliares) que supervisaban la excavación de 21 tumbas en la parte del cementerio reservada a los inmigrantes por los obreros. Este número fue confirmado por uno de los funcionarios del cementerio, que dijo a AMDH Nador que se le había ordenado preparar 21 tumbas para los migrantes.
La publicación de fotos de esta operación de excavación de fosas en la página de la AMDH de Nador y la posterior movilización para denunciar cualquier enterramiento clandestino, con varios periodistas internacionales y nacionales desplazados al lugar, llevaron sin duda a las autoridades a abandonar este enterramiento tras haber finalizado la excavación de sólo 16 fosas.
No puede tratarse de una operación rutinaria de excavación y preparación de tumbas, puesto que esto no requiere la supervisión personal del pachá de Nador. Incluso después del entierro cancelado precipitadamente, las autoridades montaron guardia en el cementerio para prohibir cualquier presencia de periodistas. Es el caso del corresponsal de El País en Marruecos, al que el Pachá de Nador le negó el acceso al cementerio el 26 de junio y le llevó a la comisaría de Nador, y el de los dos periodistas de El Faro de Melilla, a los que dos auxiliares impidieron el acceso, el 27 de junio, presentándose como policías y pidiéndoles los documentos de identidad.
Cadáveres en la morgue
El sábado 25 de junio, en torno a las 12.05 horas, la AMDH de Nador realizó una visita sorpresa al depósito de cadáveres de Nador, situado en el hospital de Hassani. Las dos puertas que se abrieron para ventilar el ambiente donde reinaba el olor a muerte, nos permitieron ver la magnitud de la tragedia con 15 cuerpos de migrantes tirados en el suelo con aparentes heridas en la cabeza, la cara, el pecho y los pies que yacían con sangre recién coagulada. Las tres camillas que transportaron los cadáveres desde las ambulancias seguían cubiertos con las manchas de sangre de los migrantes.
Se trataba de cadáveres que fueron arrojados al suelo en una escena cruel e inhumana que atenta contra la dignidad humana, por no hablar de los que se habrían introducido ya en los frigoríficos.
Tras la publicación de esta información, se reforzó el control policial del depósito de cadáveres y no se pudieron realizar visitas, con total silencio por parte de los funcionarios. Esta prohibición continuó incluso cuando la AMDH de Nador, provista de fotos de algunos de los migrantes desaparecidos, quiso asegurarse de que estaban entre los muertos de la morgue.
La verdad sobre las redes de tráfico de personas
Con este retorno de las relaciones marroquíes-españolas no sólo se ha endurecido la represión a nivel local en los campamentos de los bosques de Nador, sino que ha surgido un nuevo discurso de criminalización respecto a los solicitantes de asilo en el bosque, acusándoles de pertenecer a redes estructuradas de tráfico de personas.
Este discurso, ausente al menos en el lado marroquí antes del 14 de marzo, es completamente falaz: desde siempre, la emigración saltando la barrera de Melilla fue gratuita y abierta a todos los solicitantes de asilo que se incorporan a ella por decisión personal instalándose en los campamentos del Gurugú, sin pagar nada a nadie. Es la ruta migratoria que siempre ha atraído a los emigrantes más pobres que no tienen medios económicos para pagar una plaza en un embarcación. Además, el día 24 de junio, durante su avance hacia la barrera de Melilla, a los migrantes, en su mayoría sudaneses, sursudaneses y chadianos, se les unieron sin ningún tipo de restricción otros migrantes de nacionalidad burkinesa, guineana, senegalesa y otras.
Y para un recordatorio histórico, la migración por mar de los subsaharianos, pagada y completamente bajo el control de las redes de traficantes, sólo ha aparecido en Nador desde 2017, directamente después de la finalización de la construcción de la cuarta valla de Melilla equipada con cuchillas afiladas. Como la frontera se ha vuelto difícil de cruzar con la creciente militarización de la misma, la migración ha recurrido a la ruta marítima.
Desde 2017, la AMDH de Nador ha demostrado en sus informes anuales que la reorientación de la migración subsahariana hacia la ruta marítima controlada por las redes de traficantes no era más que la consecuencia de las políticas migratorias europeas y marroquíes que, al hacer la barrera casi infranqueable, han favorecido la instalación de un mercado migratorio en manos de las redes de traficantes y contrabandistas para servir a unos intereses cada vez más importantes.
Esta reorientación hacia la emigración por mar, que alcanzó su punto máximo en 2017-2018 y 2019 en Nador y en El Aaiún, Tarfaya y Dajla partir de 2020, sirvió a los intereses de las políticas migratorias marroquíes y españolas: Marruecos necesitaba más migrantes para presionar en el momento oportuno (la emigración de los pobres a través de las barreras de Melilla y Ceuta, difícil de controlar y dirigir, sólo proporcionaba entre 2.000 y 3.000 boozas al año, mientras que con las embarcaciones bajo el control de las redes de traficantes, las boozas casi se triplicaban). España, por su parte, buscó atraer más fondos europeos posicionándose como el país que dice estar invadido por los flujos migratorios y ofreciendo así a ciertos círculos políticos españoles una base para atraer más votantes.
Devoluciones en caliente
La AMDH de Nador calcula que casi un centenar de solicitantes de asilo fueron devueltos en medio de un calor intenso y con escenas de grave violencia contra ellos por parte de los agentes españoles y marroquíes que penetraron más allá de la barrera para recogerlos.
La AMDH de Nador no puede confirmar que ninguno de los 100 solicitantes de asilo que fueron rechazados en caliente muriera posteriormente antes o después de ser recogidos por las fuerzas marroquíes. Las autoridades de Melilla, si pretenden ser transparentes, deberían revelar los datos de las cámaras de vigilancia y del helicóptero que sobrevolaba la zona.
¿Cómo se puede aceptar que las autoridades españolas, que observaban de cerca el trato que recibían los inmigrantes por parte de las fuerzas marroquíes, siguieran devolviéndolos en caliente para que fueran golpeados en el lado marroquí? La responsabilidad de las autoridades españolas es total en cuanto al incumplimiento del derecho de asilo y a la violencia sufrida por los 100 solicitantes de asilo rechazados.
Las principales violaciones de derechos humanos cometidas
Durante esta tragedia, las autoridades marroquíes y españolas cometieron varias violaciones de los derechos humanos:
– El derecho de asilo, principalmente para los sudaneses, sursudaneses y chadianos que, al llegar a Oujda, presentan en su mayoría una solicitud de asilo en la oficina correspondiente de ACNUR. A pesar de que el responsable de ACNUR en Marruecos ha declarado en varias ocasiones que las personas solicitantes de asilo tienen protección contra la detención indebida, el secuestro y la devolución forzosa, el registro de su solicitud de asilo y la copia de la solicitud en su poder no les proporciona ninguna protección en Marruecos cuando son detenidos por las autoridades marroquíes.
Estas no dudan, en la mayoría de los casos, en confiscar o romper la copia de la solicitud, detener a la persona y devolverla a la frontera argelina. Desde principios de 2021, la AMDH de Nador ha denunciado en repetidas ocasiones estas prácticas ilegales y ha invitado a ACNUR en Marruecos a actuar en favor de la protección de los solicitantes de asilo y del respeto de los documentos que presentan por parte de las autoridades. La inacción de ACNUR en Marruecos y la continuación de las detenciones y devoluciones masivas de personas procedentes de Sudán, de Sudán del Sur y del Chad, especialmente en Oujda y Nador, ha reforzado el sentimiento de inutilidad de estos documentos y ha fomentado la reorientación de la mayoría de estos solicitantes de asilo hacia la migración a través de la valla entre Nador y Melilla.
Los solicitantes de asilo sudaneses víctimas de estas prácticas ilegales se encontraban entre los que participaron en los intentos del 24 de junio, pero también en los de los días 2 y 8 de marzo de 2022.
– El derecho a una vivienda y un alojamiento dignos de un ser humano. De hecho, las autoridades de Nador siguen prohibiendo a las personas inmigrantes negras cualquier posibilidad de alquilar una casa en Nador y vivir allí, como en otra sciudades marroquíes. Así, las empujan indirectamente a concentrarse en campamentos en el bosque en invierno y verano en condiciones inhumanas. La dramática historia de Happiness Johans, madre de 3 hijos, que murieron calcinados en enero de 2022 en su refugio del bosque, no ha hecho que las autoridades se muevan para garantizar el derecho a la vivienda de todos los migrantes, a pesar de la carta enviada por la AMDH de Nador al Ministro del Interior marroquí tras esta tragedia.
Esta decisión inhumana, segregadora y racista, curiosamente, sólo afecta a las personas migrantes negras (subsaharianas, sudanesas, sursudanesas y chadianas), que se ven obligadas a vivir en el bosque, mientras que a otras blancas, como sirias, yemeníes y norteafricanas, se les tolera que vivan en hoteles o casas alquiladas en la ciudad.
– El derecho a la vida, violado por estas políticas migratorias asesinas que costaron la vida a 27 solicitantes de asilo en un paso fronterizo terrestre. Si estas políticas migratorias europeas, españolas y marroquíes siempre han causado muertes en las rutas migratorias marítimas, esta es la primera vez que estas mismas políticas, llevadas al exceso, han sido mortales en una barrera terrestre. A este número hay que sumarle el de las personas migrantes desaparecidas, que el 20 de julio de 2022,ascendía a 64 casos (ver anexos).
– El derecho a la integridad física de los solicitantes de asilo no durante los enfrentamientos, sino especialmente en la valla, por el uso excesivo y premeditado de la fuerza contra los migrantes que no suponían ningún peligro, lo que provocó decenas de heridos graves.
– Los tratos crueles, inhumanos y degradantes a los que el aparato represivo marroquí sometió a los migrantes, apilándolos unos encima de otros (heridos, muertos, desmayados y agotados), durante horas de violencia y abusos ante la mirada de las autoridades.
– La devolución en caliente de casi un centenar de solicitantes de asilo por parte de las autoridades españolas a sus homólogas marroquíes en un momento en el que estaban sufriendo el peor trato por parte de las autoridades marroquíes.
– La devolución en autobús hacia el interior de Marruecos de centenares de migrantes detenidos sin darles de comer ni de beber, entre los que se encontraban decenas de heridos que debían ser trasladados al hospital (a falta de personal médico sobre el terreno que pudiera medir la gravedad de las lesiones, los elementos de las fuerzas auxiliares y los gendarmes se encargaron de seleccionar a los heridos que fueron subidos a los autobuses de devolución y a los que fueron trasladados al hospital).
Causas del elevado número de muertos, heridos y desaparecidos
Lejos de la versión oficial de los hechos, que vincula todas estas muertes al aplastamiento de los migrantes durante las acometidas y a las caídas desde lo alto de las barreras, la verdad ha quedado registrada por varias grabaciones de vídeo, contada por decenas de testimonios y observada sobre el terreno por los miembros de la AMDH de Nador.
De entrada, la versión oficial se detiene a mitad de camino en su explicación y evita cuestionar las razones de la estampida y las caídas de los migrantes, presentadas como únicas causas de esta tragedia.
Los testimonios de los migrantes afirman que ninguno ha muerto por caer desde lo alto de la valla. Durante los últimos seis años, los intentos de caída desde lo alto de la valla no han sido mortales, pero sí han provocado en su mayoría lesiones que pueden ser graves, sin olvidar que estas caídas fueron provocadas en su mayoría por la violencia de las autoridades o por la asfixia tras el uso excesivo de bombas de humo.
El uso masivo de gases lacrimógenos en una zona estrecha y rodeada, mientras los migrantes intentaban abrir la puerta y saltar la barrera, fue la principal causa de los empujones, agravados por la falta de visión y la caída de varios migrantes al suelo.
Este uso extensivo de gas lacrimógeno en un espacio estrecho y cercado es una novedad en la historia de la migración en la frontera de Melilla-Nador. Nunca antes las autoridades habían utilizado tanto gas, ni siquiera en atentados de mayor envergadura que el del 24 de junio (incluidos los de los días 2 y 8 de marzo). Desde 2014, el uso de gases lacrimógenos en los atentados más importantes solo se ha visto en contadas ocasiones, y solo en zonas abiertas.
Al recurrir al uso masivo de gases lacrimógenos contra cientos de solicitantes de asilo hacinados en un entorno muy estrecho, cerrado y rodeado, ¿no eran conscientes las autoridades marroquíes de que esta iniciativa podía causar muertos y heridos?
En este caso, ¿por qué las autoridades marroquíes procedieron, tan pronto como los migrantes llegaron al puesto fronterizo, a rodear completamente a los solicitantes de asilo, sin ofrecerles ninguna posibilidad de retirarse a los bosques del Gurugú? Sobre la base de nuestras observaciones en el lugar, la AMDH de Nador puede confirmar que si las autoridades hubieran dejado la posibilidad de retirarse, varios migrantes podrían haberse adentrado en el bosque y haber evitado el elevadísimo número de muertos y desaparecidos. Como ha ocurrido siempre en todos los intentos anteriores, los inmigrantes que fracasaron,pudieron volver al bosque.
Seis graves decisiones tomadas por las autoridades marroquíes están detrás de esta tragedia con un número de víctimas muy elevado y nunca registrado de esta manera en ninguna ruta migratoriadel sur hacia Europa:
- ¿Por qué las autoridades insisten en atacar a los inmigrantes casi a diario, incluso cuando están en los bosques más alejados, a casi 20 km de Nador, directamente después de la normalización de las relaciones entre Marruecos y España?
- ¿Por qué las autoridades no trataron de dispersar a los migrantes antes de que llegaran al puesto fronterizo de Barrio Chino, cuando se dirigían por una ruta de 6 km desde el bosque de Izenoudene hasta la frontera?
- ¿Por qué, en cuanto los migrantes llegaron al puesto fronterizo, las autoridades marroquíes movilizaron a casi 2.000 agentes de diversas fuerzas para rodearlos primero y no dejarles ninguna oportunidad de retirarse y volver a los bosques del Gurugú?
- ¿Por qué todo este uso excesivo de bombas de humo contra cientos de migrantes rodeados en una zona estrecha y casi cerrada?
- ¿Por qué las autoridades empezaron a transportar a los muertos en ambulancias de protección civil, mientras que los heridos permanecieron en el suelo durante horas sin ninguna ayuda?
- ¿Porqué las autoridades marroquíes y españolas no movilizaron ningún equipo o medio de rescate sobre el terreno para socorrer a decenas de migrantes que morían ante los ojos de las autoridades? Esta grave situación requería equipos médicos y no cientos de soldados.
Se trata de sucesivas decisiones tomadas por las autoridades marroquíes en pocos días, que marcan un nuevo punto de inflexión en la forma en que Marruecos desempeña el papel de policía directamente tras la normalización de las relaciones marroquíes-españolas, y que explican en gran medida el elevadísimo número de muertos, heridos y desaparecidos.
Detenciones y procesamientos
De los solicitantes de asilo detenidos el 24/6/2022, se procesó a dos grupos de 65 migrantes [los nombres en árabe de las listas del documento original de la AMDH han sido transcritos de un modo que se asemeje lo más posible a la pronunciación del castellano (ndt)] . El primer grupo de 36 solicitantes de asilo (véase la lista adjunta) fue presentado ante el Tribunal de Primera Instancia el lunes 27 de junio. El fiscal decidió procesarlos bajo arresto por los delitos de insultos y violencia contra los agentes de la autoridad y las fuerzas del orden en el ejercicio de sus funciones; desobediencia, destrucción de bienes públicos, violación de la seguridad pública, de las personas y de los bienes; posesión de armas blancas, agresión y las lesiones con arma, facilitación y la organización de la salida de un grupo de extranjeros del territorio nacional de forma clandestina y por último, entrada y salida del territorio nacional de forma clandestina.
Apoyados por los abogados de la AMDH de Nador y otras asociaciones, estos acusados se presentaron a distancia en la sesión del juicio del 4 de julio, que se aplazó al 12 de julio y luego al 18 a petición de la defensa.
El segundo grupo (lista adjunta) está formado por 29 solicitantes de asilo, entre ellos un menor, que fueron llevados ante el fiscal y procesados por delitos: constitución de banda criminal, secuestro, incendio premeditado, amenazas de asesinato, porte de armas susceptible de causar daño, insultos y violencia contra los agentes de la autoridad y las fuerzas del orden durante el ejercicio de sus funciones, desobediencia por ataque y resistencia, acuerdo colectivo para facilitar y organizar la salida de un grupo de extranjeros de forma clandestina del territorio nacional, residencia ilegal en Marruecos, destrucción y deterioro, y atentado contra el orden general y la seguridad interior.
Con el apoyo de los mismos abogados, su primer juicio se celebró a distancia el 13 de julio y se pospuso al 27 de julio a petición de los abogados para citar a los 20 denunciantes y preparar la defensa, mientras que elmenor llamado Ahmed Omar Al Bachir, de 16 años, fue puesto en libertad por el juez de instrucción el 5 de julio y retomado inmediatamente por una comisión provincial.
Durante este procedimiento, la AMDH de Nador pudo constatar graves deficiencias que podrían empañar el juicio, que no pudo ser justo y equitativo basándose exclusivamente en el Acta de Procesamiento elaborada mediante copia y pega y en condiciones muy difíciles en la noche del 24 al 25 de junio para 64 acusados que fueron elegidos entre cientos de inmigrantes detenidos.
Cuando el 27 de junio se presentaron los inmigrantes en la fiscalía, todos con lesiones, ésta se negó a la petición de la defensa de saber dónde, cuándo y cómo se habían lesionado los acusados. Tres de los migrantes aún tenían estas lesiones cuando se presentaron en los juicios los días 4, 12 y 13 de julio.
Por otro lado, los procesos verbales de la policía y la gendarmería contenían varios errores que hacían referencia a la nacionalidad sudanesa. Varios migrantes de nacionalidad yemení o sursudanesa fueron considerados como sudaneses.
Conclusiones
Si a través de la tragedia de Barrio Chino, las criminales políticas migratorias han sobrepasado todos los límites, con un altísimo saldo de muertos, desaparecidos, heridos y repatriados y un trato cruel, inhumano y degradante al pie de una barrera levantada y financiada duranteaños por el dinero europeo, los intentos de encubrir este escándalo y de ocultar a los verdaderos responsables siguen actuando a través de diversos medios de propaganda oficial a nivel nacional y regional.
De hecho, hasta ahora, tanto en el lado marroquí como en el español, las autoridades no se han esforzado por abrir investigaciones serias e independientes para determinar las responsabilidades y los papeles desempeñados por todas las partes.
A pesar de las reiteradas peticiones de la AMDH de Nador, la investigación judicial, las autopsias detalladas de los cuerpos y la identificación de los muertos aún no se han llevado a cabo, mientras que la lista de desaparecidos tras esta tragedia sigue creciendo.
La AMDH de Nador insta a todos los verdaderos defensores de los derechos humanos a que se den cuenta de la magnitud de la tragedia y del peso de lo que está en juego para despenalizar las políticas migratorias y blanquear el papel de la financiación europea, a que se coordinen y trabajen juntos para arrojar luz sobre todas las zonas grises de esta tragedia.
Traducción: viento sur
Notas
1/ Booza o boza hace referencia a los saltos de valla que consiguen su cometido, es decir, en los que los inmigrantes subsaharianos logran atravesar la frontera y pasar a Melilla (o Ceuta, en su caso). Es un grito de alegría, de victoria, con el que se acompañan también cuando acometen el salto. Procede probablemente de la lengua fula (ndt).
Se ofrecen a continuación tres listas:
- Lista provisional de las personas solicitantes de asilo desaparecidas a consecuencia de la tragedia del 24 de junio de 2022 en la valla fronteriza de Beni Ensar (64 personas).
- Lista de las personas detenidas y procesadas ante el Tribunal de Primera Instancia de Nador (36 personas).
- Lista de las personas detenidas y procesadas por el Tribunal de Apelación.
Lista provisional de las personas solicitantes de asilo desaparecidas a consecuencia de la tragedia del 24 de junio de 2022 en la valla fronteriza de Beni Ensar (64 personas)
1. Qusai Ismael Abdel Qader (Sudán) (cuatro testimonios confirman su muerte)
2. Marwan Mohiuddin / Sudán
3. Mohamed Abdullah Abderrahman / Sudán
4. Yalal Abdelshakur / Sudán
5. Mustafa Abkar Yahya / Sudán
6. Mohamed Yaghioub Abdelrasul / Sudán
7. Muhannad Mamun Aissa / Sudán (tres testimonios confirman su muerte)
8. Abdullah Omar/ Sudán
9. Mustafa Abrar / Sudán
10. Al-Zubair Mursal / Sudán
11. Ibrahim Othman / Sudán
12. Adel Youssef / Sudán
13. Mohamed Ali/ Sudán
14. Ahmed Al Mahdi / Sudán
15. Bakri Saleh / Sudán
16. Jaled Abkar / Sudán
17. Ahmed Al Hajj / Sudán
18. Muhammad Harun / Sudán
19. Nabil Abkar, llamado Zamila / Sudán
20. Ahmad Adam / Sudán
21. Ibrahim Sedik / Sudán
22. Yasser Elias / Sudán
23. Ahmed Al-Tom / Sudán
24. Ibrahim Al-Tiyani / Sudán
25. Saleh Kamal / Sudán
26. Core William, alias Yedou o Gedo / Sudán del Sur
27. Adel Abdul Rahman / Sudán
28. Tariq Ibrahim / Sudán
29. Abdul Razzaq Ibrahim / Sudán
30. Youssef Abdullah / Sudán
31. Othman Abderrahim / Sudán
32. Saddam Ahmed / Sudán
33. Hassan Youssef / Sudán
34. Abazar Salah/ Sudán del Sur
35. Abdullah Omar / Sudán
36. Ibrahim Mohamed / Sudán
37. Omar Ahmed/ Sudán
38. Faruk Saleh/ Sudán
39. Abdelaziz Mohamed/ Sudán
40. Mohamed Salah / Sudán
41. Ahmed Muhammadin Ahmed / Sudán
42. Moatasem Adam Abdelbashir/ Sudán
43. Yalal Abdul Shakur Yahya / Sudán
44. Mohamed Wad Angeli/ Sudán
45. Isaac Aissa / Sudán
46. Ibrahim Ali Mohamed / Sudán
47. Mahdi Mohamed / Sudán
48. Wariz Imam/ Sudán
49. Abdullah Omar / Sudán
50. Bagdad Hussein / Sudán
51. Wali Aladdin Muhammad Ali/ Sudán
52. Abdul Basit Muhammad Ishaq / Sudán
53. Nasruddin Abkar Khamis / Sudán
54. Abdul Rahim Abdul Latif Ali Ibrahim, apodado ‘Haneen’ (Nostalgia) / Sudán (6 testimonios confirman su muerte)
55. Ahmed Babiker Mohammed / Sudán (visto por última vez en el hospital de Nador)
56. Bechara Ibrahim Idris / Sudán
57. Mazen Daffa Allah / Sudán
58. Adam Khamis Ahmed / Sudán
59. Hamed Youssef / Sudán
60. Abu Bakr Hussein/ Sudán
61. Ibrahim Al-Helou / Sudán
62. SuleimanAbkar Haroun / Sudán
63. Adam Mustafa Harin / Sudán
64. Abdel Aziz Yaqoub, apodado ‘Anwar’ / Sudán (tres testimonios confirman su muerte)
Lista de las personas detenidas y procesadas ante el Tribunal de Primera Instancia de Nador (36 personas)
- Ualaddín Aissa Yaqub (Sudán)
- Mustafá Abderrahim Mohamed (Sudán)
- Tiyani Abubakr Mohamed Daud (Sudán)
- Mohamed Ali Mohamed Osmán (Sudán)
- Yasir Uthmán Suleimán Mohamed (Sudán)
- Mustafá Sabr Adam Karama (Sudán)
- Mustafá Harin Adam (Chad)
- Hafed Matar Abdellah (Sudán)
- Ahmed Hamad Ben Zakaria (Chad)
- Daud Hassan Musmanyer (Chad). En la sesión del día 4 de julio llevaba un vendaje quirúrgico en la cabeza.
- Bachir Yahya Faisal (Chad)
- Sabhi Munir Naser Mohamed (Sudán)
- Mohamed Adu Ahmed Ben Mohamed (Sudán)
- Youssef Adam Yahya (Sudán)
- Abdelaziz Suleimán Hali (Sudán)
- Salahddín Adam Bujari (Sudán)
- Ali Abderrahmán Al Bachiri (Sudán). En la sesión del día 4 de julio tenía un vendaje quirúrgico en el codo.
- Mudazar Mohamed Adam (Sudán)
- Ibrahim Adam Nil (Sudán)
- Ibrahim Mohamed Abdellah (Sudán)
- Ahmed Mohamed Ibrahim (Sudán)
- Ahmed Mojtar Mohamed (Sudán)
- Ilyas Abdellah Adam (Sudán)
- AyubAbderrahman Adam (Sudán)
- Hassin Ibrahim (Sudán)
- Dafallah Fakr Youssef Annur (Sudán)
- Suleimán Bakr Harún Ahmed (Sudán)
- Saharaui Ahmed Sherif (Sudán)
- Taha Ahmed Yamaia Ramadán (Sudán)
- Mohamed Adam Mahmud (Sudán)
- Mohamed Al Amín Ismael (Sudán)
- Mohamed Bashir Mohamed (Sudán)
- Mustafá Mohamed Ali (Sudán)
- Muid Mohamed Hamidallah (Sudán)
- Nasser Aladdín Adam Yahya (Sudán)
- Nureddín Ali Abderrahman (Sudán)
Lista de detenidos procesados ante el Tribunal de Apelación de Nador a consecuencia de la tragedia del 24/06/2022.
1 | Muhmmad Adam Yaber Addamak | Chadiense | |
2 | Sadik Chafii Musa | Sudanesa | |
3 | Nasreddin Abkar Jamis | Sudanesa | |
4 | Bachir Adam Jamsa | Sudanesa | |
5 | Abu Bakr Abdullah Yaqub | Chadiense | |
6 | Mohamed Harun Abdullah | Sudanesa | |
7 | Radwan Omar Adam Ramadan | Sudanesa | |
8 | Mubarak Harun Muhmmad | Sudanesa | |
9 | Mu’tasim Yaqub Yadallah | Sudán del Sur | En la sesión 7/13 llevaba vendajes en la cabeza |
10 | Muhmmad Ali Yusef Al-Gal | Sudán del Sur | |
11 | Sa’id Musa Ahmad | Sudanesa | |
12 | Mohamed Ibrahim Ya’qub | Sudanesa | |
13 | Ayub Hasan Ibrahim | Sudanesa | |
14 | Mustafa Hari Bin Hari | Sudanesa | |
15 | Ya’qub Muhammad Ya’qub | Sudanesa | |
16 | Naser Muhmmad Adam Jamis | Sudanesa | |
17 | Muhmmad Saleh Ibrahim Arradi | Sudanesa | |
18 | Ishaq Harun Muhammad | Sudanesa | |
19 | Mubarak Adam Dawud | Sudanesa | |
20 | Mu’tasim Adam Al-Bachir Adam | Sudanesa | |
21 | Al-AbidAwud Mohamed Ahmad | Yemení | El acta de la policía judicial señala nacionalidad sudanesa |
22 | Mustafa Sabir Adam | Sudanesa | |
23 | Hafiz Matar Abdullah | Sudanesa | |
24 | Mustafa Ibrahim Mohamed | Sudanesa | |
25 | Muhammad Ali Nur Bin Mohamed | Sudanesa | |
26 | Nasreddin Mahmud Abu Chanab | Sudanesa | |
27 | Hamd Mohamed Arbab | Sudanesa | |
28 | Omar Hasan Omar Ishaq | Sudanesa |
Monitoreo Derecho a la Vida: primer semestre 2022
Caminando Fronteras
Perder la vida en el camino se ha normalizado en los discursos del control migratorio y este hecho permite el aumento de las víctimas y la implementación de instrumentos de represión cada vez más mortíferos contra las comunidades migrantes.
Durante el primer semestre de 2022, documentado en este informe, la militarización del control migratorio ha ido escalando en la aplicación de acciones que atacan de forma sistemática los derechos humanos de las personas migrantes. Esta situación se ha visto avalada por el discurso belicista generado tras la guerra de Ucrania, en el que Europa y la OTAN prevén un rearme que afecta también a la gestión del control de fronteras. El relato político del estado español ha situado a las personas en movimiento como una de las amenazas provenientes del sur y ha planteado un debate para establecer de facto una respuesta militar contra ellas.
Estas páginas aportan los datos de víctimas de la necropolítica aplicada en el control fronterizo durante los primeros seis meses del año 2022 en la Frontera Occidental EuroAfricana. Cifras que han sido confirmadas por el Colectivo Ca-minando Fronteras en nuestro Observatorio de Derechos Humanos.
Pero además, nos parecía necesario efectuar también en este informe un análisis de las herramientas que se han utilizado para ejercer violencia sistemática contra las comunidades migrantes. En este sentido, intentamos abrir el camino hacia un análisis de lo que ha pasado en la frontera durante estos seis meses que ponga los derechos humanos en el centro y sirva de contrapeso a los discursos y fervores belicistas. Es por ello importante analizar las violencias que las comunidades migrantes reciben diariamente y por qué canales, qué impacto tienen en sus vidas y cómo muchas de ellas acaban muriendo tras una larga agonía de vulneración de derechos continuada.
Este informe está elaborado en el marco del Observatorio de la Frontera Occidental EuroAfricana creado por el Colectivo Ca-minando Fronteras en el año 2015 y que registra las víctimas en las migraciones de las rutas marítimas del Mediterráneo Occidental (Estrecho, Alborán, Argelia) y del Atlántico (Canarias); así como las terrestres de las vallas de Ceuta y Melilla.
Las cifras e historias que comparte este estudio son esenciales para avanzar en el respeto de los derechos de las víctimas y sus familiares. Su memoria tiene que seguir presente e iluminar.