Un libro cofinanciado por la Universidad de Granada (UGR), que indaga en la recuperación de la memoria histórica en distintos países y en el que participan investigadores de diversas nacionalidades, subraya el ‘obstáculo’ que representa la derecha española en este cometido. Así lo ha puesto de manifiesto, en una entrevista con Efe, Rosa María Medina, […]
Un libro cofinanciado por la Universidad de Granada (UGR), que indaga en la recuperación de la memoria histórica en distintos países y en el que participan investigadores de diversas nacionalidades, subraya el ‘obstáculo’ que representa la derecha española en este cometido.
Así lo ha puesto de manifiesto, en una entrevista con Efe, Rosa María Medina, profesora de la UGR y una de las editoras del libro, titulado ‘Memoria y reconstrucción de la paz’, que recoge los contenidos de las jornadas homónimas desarrolladas en junio de 2006 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Granada, en las que participaron investigadores de varios países.
El libro parte de la convicción de que es posible generar futuros más justos y pacíficos, para lo que propone apoyar narrativas comunes y prácticas sociales para explicar las experiencias dolorosas, con el fin de que se asimilen y se superen y lograr así la reconstrucción de identidades colectivas agrietadas u olvidadas.
De este modo, indaga en la memoria colectiva y recoge un abanico de contextos sociales, históricos y culturales de distintos países o regiones que han atravesado experiencias recientes de guerras civiles o violencia étnica.
Así, junto al caso español, recoge las experiencias de Argentina durante las dictaduras militares, o de países como Congo o Colombia, que han vivido sendas guerras civiles, aunque en el caso de éste último ‘se ha tratado de caracterizar su conflicto como un caso de terrorismo, cuando lo que ha habido durante años es una guerra civil’, ha sostenido la investigadora.
Igualmente, lleva a cabo una reflexión sobre el holocausto judío y sus consecuencias y también sobre la cuestión de la memoria colonial ‘que tuvo sus efectos devastadores en muchos sentidos, también en España, en relación a Guinea Ecuatorial’, ha señalado Medina.
En una primera fase, el libro analiza ‘cómo hacen las distintas sociedades para que ese recuerdo no se inmiscuya en su presente de una manera violenta, es decir, en qué medida las sociedades se sanan a sí mismas y utilizan recursos para poder reconstruir un presente en paz, y qué cosas serían necesarias para ello’.
De este modo, a lo largo del texto hay reflexiones sobre el papel del olvido y la memoria, las posibilidades de la justicia, los límites del perdón y también de los diferentes contextos y disciplinas desde donde se analiza.
A raíz de experiencias consideradas más exitosas, como la argentina, el libro ofrece una serie de indicaciones para que la recuperación de la memoria histórica se haga de una forma positiva.
Para ello, según la investigadora, es necesario ‘restaurar la justicia de las víctimas, reconocer al otro, de un bando o de otro, y darle oído a lo que el sufrimiento del otro genera y, desde luego, adjudicar responsabilidad’.
Así, para Medina, en el caso español en concreto ‘es necesario que la sociedad se impregne de la reflexión sobre la necesidad de pedir disculpas como un acto de reconocimiento del sufrimiento de los demás’.
Frente al caso argentino, cuyo proyecto de recuperación de memoria histórica está teniendo un amplio calado social, debido, en parte, a su gran repercusión en los medios de comunicación, la investigadora granadina considera que ‘en España somos más capaces de mirar hacia fuera que hacia adentro’.
Según Medina, esto se explica, en gran medida, en ‘el obstáculo que supone que la derecha española no está aún en ese momento de asumir que la disculpa juega un papel importante’ en este cometido.
‘En España todavía hace falta que la herencia de aquella derecha franquista pida perdón y reconozca hasta qué punto se involucró y que el otro, en este caso los que perdieron la guerra y sus descendientes, encuentren un reconocimiento de lo que ellos también fueron’, ha apostillado.