El Parque Nacional de Kahuzi-Biega (República Democrática del Congo) ha sido escenario de terribles atrocidades, según desvela un nuevo y devastador informe de Minority Rights Group International.
Los guardaparques y militares del ejército congoleño que patrullan este parque nacional, mundialmente conocido por sus excursiones para ver gorilas, han cometido en los últimos años abusos brutales de los derechos humanos, como violaciones en grupo, torturas o asesinatos contra el pueblo indígena batwa. A los batwas les arrebataron sus tierras para crear el parque.
Según relata el informe:
– Decenas de
mujeres batwas han sido violadas en grupo a punta de pistola
– Al menos 20 batwas han sido asesinados
– Varios batwas, también niños, han sido quemados vivos
– Los cadáveres de los batwas han sido mutilados
– Cientos de batwas han sido expulsados de sus hogares, a menudo varias veces,
en sucesivas oleadas de ataques.
Miles de batwas fueron expulsados de su territorio durante la amplificación del parque en 1975. Desde entonces la mayoría ha vivido fuera de él en condiciones de absoluta miseria, aunque algunos han intentado regresar a sus tierras en el interior del parque.
Las violaciones de derechos humanos detalladas en el informe reflejan un patrón obvio de terribles abusos cometidos en proyectos de la conservación de la naturaleza, que Survival International y otros están sacando a la luz en los últimos años.
Sorprendentemente, las agencias de financiación europeas y estadounidenses y WCS parecen haber violado un embargo armamentístico de la ONU al apoyar actividades paramilitares en el parque sin notificarlo al Consejo de Seguridad de la ONU. Además, han tenido conocimiento de los abusos, pero siguen financiando a los responsables. El autor del informe afirma: “[Los] financiadores internacionales (…) son cómplices de estos abusos”.
Entre los principales financiadores del parque y sus guardaparques se encuentran:
– El Gobierno
de Alemania, a través de sus agencias de desarrollo KFW y GIZ.
– La ONG estadounidense Wildlife Conservation Society (WCS, organización
fundadora del zoológico del Bronx).
– La Agencia para el Desarrollo del Gobierno estadounidense USAID
– La Agencia Pública para el Desarrollo de Francia AFD que
además tiene previsto
canalizar fondos al parque
“Es improbable que la violencia organizada que se documenta en este informe se hubiera producido sin el apoyo decisivo de los donantes internacionales [del parque]”, dice el autor del informe.
En él se precisa que los espantosos crímenes no son incidentes aislados llevados a cabo por algún funcionario sin escrúpulos, sino que “forman parte de una política institucional autorizada y planificada al más alto nivel por la dirección del parque”.
En 2017, Mbone Christian recolectaba plantas medicinales en el Parque Nacional de Kahuzi-Biega cuando fue asesinado a tiros por guardaparques. Su padre, que resultó herido en el ataque pero sobrevivió, hizo más tarde un llamamiento desesperado a WCS: “Nos cuesta encontrar alimento suficiente y nos vemos obligados a hacer frente a nuevas enfermedades y a la pérdida de muchas medicinas que obtenemos en la selva (…) Aún no ha venido nadie nunca a pedir nuestro consentimiento para el Parque Nacional de Kahuzi-Biega. ¿Por qué entonces WCS lo sigue financiando y apoyando?”.
Caroline Pearce, directora de Survival International, ha declarado hoy:
“Este informe es una muestra escalofriante de cómo algunos de los mayores actores del sector de la conservación de la naturaleza siguen invirtiendo millones en el abusivo modelo de ‘conservación-fortaleza’. Con el pretexto de hacer ‘un bien’ al planeta, están financiando otro parque nacional más, a cuyos habitantes indígenas se viola y asesina impunemente.
Los gobiernos alemán y estadounidense, así como WCS, han hecho la vista gorda ante estas atrocidades y siguen financiando el parque nacional mientras guardaparques han asesinado y violado a decenas de batwas.
Un modelo de conservación racista y colonial que considera a los seres humanos y sus derechos como algo desechable nunca podrá alcanzar con éxito sus objetivos. Los financiadores gubernamentales y no gubernamentales deben cesar inmediatamente toda financiación a estos proyectos de conservación-fortaleza, incluido el plan de convertir el 30% del planeta en ‘Áreas Protegidas’ para 2030, y reconocer en su lugar los derechos territoriales de los pueblos indígenas, que es una forma mucho más eficaz de proteger el medioambiente. De lo contrario, seguirán siendo cómplices de estas barbaridades”.
El papel de la financiación alemana en el Parque Nacional de Kahuzi-Biega y otros proyectos internacionales de la conservación de la naturaleza en África serán algunos de los temas clave que se tratarán en Berlín, a finales de abril, en la conferencia “Sin diversidad humana no hay biodiversidad” a la que se podrá asistir gratuitamente tanto en persona como online.