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Un grupo de feministas lleva más de 45 días acampando en Sol

Fuentes: Rebelión

Más de medio centenar de mujeres cis y trans y personas no binarias (personas que no se identifican ni con el género masculino ni con el género femenino o con ambos) acampaban la noche del pasado 22 de junio en la Puerta del Sol, tras la masiva manifestación en la que la ciudadanía madrileña mostraba […]

Más de medio centenar de mujeres cis y trans y personas no binarias (personas que no se identifican ni con el género masculino ni con el género femenino o con ambos) acampaban la noche del pasado 22 de junio en la Puerta del Sol, tras la masiva manifestación en la que la ciudadanía madrileña mostraba su repulsa por la puesta en libertad condicional de los cinco hombres condenados por abuso sexual a una joven en los San Fermines de hace dos años autodenominado «La Manada».

La principal razón por la que han elegido como escenario la Puerta del Sol es conseguir dar visibilidad a las distintas violencias machistas, además de la labor pedagógica a pie de calle, haciendo hincapié en la naturaleza estructural del machismo y, por tanto, la necesidad de cambios legislativos integrales y transversales en distintos ámbitos: judicial, educativo, así como, en los Cuerpos de Seguridad del Estado. Para ello, están trabajando en una batería de propuestas concretas encaminadas a su consecución a través de un diálogo con las administraciones competentes.

En los días que lleva en funcionamiento la Acampada Feminista Sol ya ha intervenido en numerosos casos de agresiones sexuales, acoso callejero y otros tipos de violencia, puesto que son un espacio seguro donde hallar información sobre recursos a los que acudir, acompañamiento en el proceso y apoyo emocional. Este servicio es lo que se define como «Punto Morado». Cabe destacar que son el primer Punto Morado Permanente, es decir, activo 24 horas de España.

Además de la presencia física, de noche y de día, en las carpas situadas al lado de la estatua ecuestre de Carlos III, organizan eventos culturales y formativos, de carácter reivindicativo junto a distintos colectivos afines, ya que entienden estas colaboraciones como una oportunidad para crear alianzas. Entre estos actos se encuentran monólogos, charlas y talleres, recitales o videoforums.

Es un movimiento autogestionado, asambleario, apartidista y que tiene en cuenta los distintos grados de discriminación que se le añaden a la cuestión de género.