Así calificó el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, la postura de Cuba ante las pretensiones imperiales en su histórico intento por derrocar a la Revolución Cubana. Y lo hizo al finalizar una intervención pública y televisiva sobre las nuevas medidas adoptadas por el gobierno con el objetivo, a todas luces, de evitar esa […]
Así calificó el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, la postura de Cuba ante las pretensiones imperiales en su histórico intento por derrocar a la Revolución Cubana.
Y lo hizo al finalizar una intervención pública y televisiva sobre las nuevas medidas adoptadas por el gobierno con el objetivo, a todas luces, de evitar esa fuga millonaria de capital que la ciudadanía deja fuera del país en sus salidas para comprar lo mismo en naciones vecinas que en la distante Rusia.
Aunque ninguno de los ministros del panel citó cifras, son millones de dólares los que dejan de ingresar al país por este concepto desde hace largo tiempo y, aplicando aquello de que más vale tarde que nunca, estas nuevas medidas van encaminadas a frenar tal éxodo, brindando osadas opciones para hacerlo en casa o desde casa.
Solo el tiempo y nada más que el tiempo, como reza el viejo dicho tan manoseado, dirá hasta qué punto han sido positivas las decisiones que, a golpe de una primera mirada, resultaban imperiosas. Algunos, no obstante, piensan que pudieron ser más prácticas y menos burocráticas o controladoras, porque en ales operaciones quienes tocan con sus manos los dólares estadounidenses u otras monedas, como el euro o el dólar canadiense, son nada más que los empleados bancarios. Con lo cual, se reducen esos males que no son otros que el de delinquir no en la calle, sino en medianas y altas instancias empresariales.
Muy temprano todavía para tomarle el pulso a tales medidas, a pesar de que desde ya algunos economistas locales han puesto sus reparos al cuestionarse la ausencia de otras decisiones que sí podrían fortalecer a nuestra maltrecha economía. Entre ellas, las tan mencionadas PYMES en el sector privado.
El CUC a conteo de protección
Como es de suponer, no hay momento, por muy tenso que sea, para que se suba el telón del choteo y las críticas envueltas en una sonrisa. Así lo cuentan:
– Disculpa, pero estaba de velorio.
– ¿En el de Alicia Alonso?
– No, en el del Peso Convertible.
Fue la ministra presidenta del Banco, Irma Margarita Martínez, quien ante las cámaras ratificó que el gravamen del 10 por ciento al dólar se mantenía cuando el ingreso de la divisa en la cuenta habilitada a tal efecto se realice en efectivo. Casi de inmediato, explicablemente, el dólar estadounidense subió a 1.10 y hasta 1.20 en la calle, mientras permanece inamovible a 0.87 en las Casas de Cambio oficiales.
Pese a explicaciones unas tras las otras, la gente olfatea su desaparición a corto y mediano plazo.
A pesar de que en reiteradas ocasiones, durante las dos últimas comparecencias, las más altas esferas del gobierno han sostenido que las nuevas medidas no eran resultado de la improvisación, sino que fueron muy bien estudiadas y colegiadas, esta situación de desigualdad cambiaria deberá ocupar un rápido estudio y reevaluación.
Tan profundo ha sido el estudio, que acaba de aparecer un nuevo término en su apoyo: «la academia». Es decir, la opinión y criterio de los académicos.
El viejo dicho de que «más vale tarde que nunca» ha sido la respuesta gubernamental ante tanta y prolongada fuga de capitales ejecutada desde hace larga data por esos viajantes comerciales que «surten» el mercado con una gama tan amplia que las empresas estatales no podrán asumir de ahora para luego por falta de liquidez.
Y, como prueba de laboratorio, una cajera de Cadeca confiesa que hasta el momento son rutinarias las operaciones, sin ninguna anormalidad. «Como siempre», dice. «Un pequeño síntoma», advierte casi al final: «El euro subió un poquito».
En cambio, con respecto a las cuentas en dólares que comenzaron este lunes, un empleado del Banco Metropolitano ha relatado a Progreso Semanal, que en su primer día abrió varias, pero casi todas con cero de saldo y únicamente una con 400 dólares, además de otra similar en euros.
Seria, muy seria, la disyuntiva. Si, como dijera uno de los grandes de la Generación del 98 español, que no era economista, «el tiempo es un niño que juega a los dados», ojalá que los números por venir sean del agrado de todos y para beneficio de las personas y la nación.
Fuente: http://progresosemanal.us/20191024/un-hueso-duro-de-roer/