El centro FUHEM asegura que el Estado español está por debajo de la media europea en cuanto a políticas de inclusión y que la exclusión en período de bonanza indica un aumento de la insolidaridad. El texto pide un Plan Nacional de Inclusión. Las insuficiencias en la financiación, la orientación de la política social y […]
El centro FUHEM asegura que el Estado español está por debajo de la media europea en cuanto a políticas de inclusión y que la exclusión en período de bonanza indica un aumento de la insolidaridad. El texto pide un Plan Nacional de Inclusión.
Las insuficiencias en la financiación, la orientación de la política social y la persistencia de un «modelo insostenible de sociedad» hacen imprescindible un nuevo Plan Nacional de Inclusión, según el informe ‘La Exclusión Social y el Estado de Bienestar en España’, elaborado por la Fundación Hogar del Empleado (FUHEM).
Las conclusiones del documento aseguran que la persistencia del fenómeno en los actuales momentos de bonanza económica se debe a un «aumento de la insolidaridad» y propone un mayor protagonismo por parte del Tercer Sector para resolver el problema.
Según el coordinador del informe, Fernando Vidal, el análisis del estado de la exclusión social muestra que España es significativamente «más pobre». Y es que mientras en la Unión Europea (UE) las prestaciones sociales reducen la pobreza más de un 60%, en España la cifra no llega al 50%.
Esta ineficacia de las prestaciones sociales en comparación con el entorno comunitario está provocando la necesidad de realizar cambios profundos para erradicar la exclusión social, por lo que FUHEM pide un esfuerzo presupuestario en materia de inclusión.
Salto a la modernidad
En el capítulo sobre «Monitorización de la desigualdad y la exclusión social», Luis Ayala, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, concluye que será el desarrollo de un sistema de protección social suficientemente robusto el que garantice el éxito de cualquier iniciativa.
Basado en el análisis de situaciones específicas de exclusión que ofrece el informe (barrios desfavorecidos, infancia, desempleo y migraciones, entre otros), Vidal entiende que «los análisis claman por un cambio cualitativo en las políticas sociales». «La remodernización de la exclusión está planteando nuevos desafíos que requieren una reforma cualitativa del mismo Estado de bienestar», añade.
España ha aprobado ya tres planes nacionales y está en proceso de diseñar uno nuevo. «En ese cuarto plan, el tercero en realidad, se debe llegar al 0,4% de gasto en la lucha directa contra la exclusión social», asegura Vidal.
El coordinador del texto señala que el sistema de bienestar español ha avanzado hacia la precarización, al haber optado por un modelo que ha suscrito más la privatización de las agencias que realizan las políticas sociales que la confianza y la promoción en la autogestión de los sujetos sociales.
Tercer Sector
El informe considera al Tercer Sector como un nuevo sujeto histórico. El coordinador del estudio explica que sus aportaciones han constituido otro marco para afrontar la antigua cuestión de la pobreza y han reformado las agendas políticas.
En su capítulo sobre las entidades voluntarias, los autores Vicente Marbán Gallego y Gregorio Rodríguez Cabrero sostienen la importancia de la exclusión social como hecho social y como riesgo que ha trascendido la capacidad de las políticas públicas de la Administración.
Esta nueva situación ha exigido un papel creciente de la sociedad civil y, en concreto, de las organizaciones voluntarias. Sin embargo, Vidal asegura que el Tercer Sector está formado por organizaciones de desarrollo desigual y poco sostenible por su falta de autonomía.
En este sentido, expone que la colaboración público-privada o entre Estado y organizaciones sociales se ha basado más en la ayuda económica que en una colaboración realmente programática.