«Garzón es un mal juez, un juez que instruye mal» Victoria Prego, El Mundo. «Es un juez que se inventa casi todo». Joaquín Navarro, juez. El juez en excedencia Baltasar Garzón ha decidido volver a su juzgado número 5 de la Audiencia Nacional y pretende hacerlo para finales de junio o principios de julio según […]
«Es un juez que se inventa casi todo». Joaquín Navarro, juez.
El juez en excedencia Baltasar Garzón ha decidido volver a su juzgado número 5 de la Audiencia Nacional y pretende hacerlo para finales de junio o principios de julio según sus propias declaraciones.
Cansado seguramente de hacer las Américas, o mejor aún la América del Norte, se vuelve a su sillón de la Audiencia Nacional, tribunal especializado según su actual presidente, y seguramente lo hará con una carpeta llena de buenas ideas para enderezar el rumbo no solo de este tribunal si no de todo un estado zozobrante, a tenor de sus últimas declaraciones.
El superjuez o juez estrella, como se le llego a señalar, vuelve en un momento muy crítico para sus macrosumarios, los mismos que pareció abandonar a su suerte con aquel salto del charco voluntario poco antes de empezar el llamado juicio JARRAI HAIKA SEGI y prólogo con el MACROSUMARIO 18/98.
Con la sentencia final del primero ya mostró su disconformidad en un viaje relámpago que hizo por aquel entonces discrepando con sus compañeros de la AN «la violencia callejera es una actividad criminal diseñada, planeada y dirigida por ETA». La AN condenó a 24 jóvenes de éstas organizaciones a penas mínimas al no considerarlas como terroristas. El todo es ETA que un día acuñó Xabier Arzallus, cuando era presidente de EBB del PNV, ha sido y es credo para este juez.
La sentencia está recurrida por todas las partes y de sus despropósitos están llenas cientos de páginas de todos los medios de comunicación, en especial los alternativos, como parte de los desatinos de una mala digestión.
El MACROSUMARIO 18/98, o mejor dicho parte de él, continú sus tumbos en esa sala especial que la AN diseño para juzgar a todos sus acusados y poder hacerlo al mismo tiempo, aquellos del «no son todos los que están, están algunos de los que son, pero faltan algunos que también son» que nos dejó el también nacionalista -del PNV se entiende- Juan Mari Atutxa, en un juicio que tiene visos de convertirse en el culebrón irracional de una década.
Hace tiempo pedí la incorporación de Garzón al mismo como invitado forzoso, como invitado y colaborador a la hora de buscar los documentos que no aparecen, las pruebas que no son y la justificación de dar por válidas declaraciones autoinculpatorias arrancadas en largos periodos de incomunicación que la ley legitima. Más ahora que otro juez de la AN las ha invalidado de acuerdo a la ley vigente.
Llega tarde, los despropósitos de ese maremágnum de irregularidades ya no son noticia y se da por seguro y válido que no todos los documentos, sus pruebas, están o han sido…, y sobre todo llega después de que las muchas declaraciones de malos tratos y torturas sufridas y denunciadas se hayan materializado de la boca de los detenidos y encausados por este mal instructor, según la periodista mencionada.
Tal vez al fiscal de ambos casos Garzón le hubiese podido prestar su concepto de terrorismo, aquel que solicitó para poder aplicarlo y condenar a los jóvenes juzgados. Terrorista, carta al subcomandante Marcos, es todo aquel que empuña un arma y no lo hace para cazar perdices.
O le hubiese «chivado» a la juez de éste segundo que todas las denuncias de torturas de los etarras son parte de un manual que la propia organización publicó, que de no ser así él mismo las hubiese investigado. Todas ellas -le hubiese dogmatizado- dicen lo mismo. Electrodos, bolsa, bañera, tocamientos, gritos, violaciones, golpes, flexiones…. todas igual.
Seguramente el mencionado juez no se sentará, por ahora, en ningún banquillo para ser testigo o invitado de sus dislates aunque es muy posible que sus declaraciones generosas a la prensa -pese a que declara que no le gusta hablar con ella-, traten de encauzar este nuevo disparate.
Es presumible que su larga ausencia y dogmáticas teorías del terrorismo en universidades norteamericanas le hayan servido para olvidar su sueños de estrella en el firmamento y baje aquí, mejor por Madrid claro, a la tierra y se ponga a trabajar como juez y dejar sus opiniones de político revirado para sus largas y generosas cenas, sus sevillanas y sus capeas.
Ya ha dicho, por adelantado, que el Alto el Fuego permanente de la organización armada ETA ha abierto un escenario complejo y lejos de la felicidad infinita ¿?, un mensaje para ingenuos e interesados. Es su tarjeta de presentación que viene por adelantado y nos habla de «sabiduría, profundidad y prudencia». ¡Menos mal!
«ETA va a seguir actuando». Afirma el juez «que tanto la banda como su entorno van a intentar sacar la máxima ventaja posible, y lo harán en base a sus principales objetivos, que son la autodeterminación, la rehabilitación de Batasuna y la petición de que no se les persiga», «y esto es una aberración que ni Francia, ni España pueden permitir», «es absolutamente necesario que todas las instituciones, y particularmente el Gobierno, a través del Ministerio del Interior, y el Poder Judicial, hagamos lo que debemos. Es decir, sin que se altere para nada la línea de actuación del Estado de Derecho». ABC
La tregua trampa, el alto el fuego trampa y no se cuantas trampas más… serán una vez manipuladas para validar la teoría del todo es ETA y el entorno de ETA, para reventar las esperanzas que continuamos teniendo muy a pesar del lento caminar del poder y sus agentes sociales.
Estaba tentado a soñar con un juzgado ya ocupado por otro altivo juez pero lo cierto es que sería validarle en sus incoherencias tan garzonianas como las de éste y seria legitimar un Tribunal tan especializado que incluso incumple con la propia Constitución que dice que todos los españoles -para ellos, todos- tienen derecho a ser juzgados por un juez ordinario. Esta claro que mi sueño va más allá y se materializa en la abolición de este tribunal y la reciclación de sus jueces y fiscales, si es posible.
Garzón vuelve, así lo ha decidido, como antes decidió dedicarse a la política y decidió, incumplidas sus ansias de grandeza y notoriedad, volver a la judicatura, como antes decidió sentar cátedra en el país más terrorista del mundo, Estados Unidos, y ahora quiere volver hacerlo en un país que después de muchos años había empezado a soñar con la Paz y la Libertad -equivocadamente según la entrevista publicada por ABC-. Y es que algunos nacemos demasiado ingenuos para poder pensar por nosotros mismos.
Garzón me declaró su enemigo hace años y hoy vuelve a marcar sobre mí esa diana que me acusa de colaboración, participación o pertenencia a ETA sólo por soñar y creer que otro mundo es posible y lo es en Libertad, pero sobre todo es real sin la presencia de él y otros muchos como él.
Casi estoy por pedirle al presidente español, José Luís Rodriguez, que pise el acelerador si quiere negociar o dialogar con la organización armada y no quiere enfrentarse a un auto que le acuse de colaboración o participación. Ándese con tiento señor Zapatero que Garzón vuelve.