La labor de los parlamentarios, en tanto que representantes de los españoles, está siempre sujeta a la crítica política. Pero algunos juicios rebasan los límites de la reprobación política para entrar en el insulto. Es el caso de la carta que un militar ha enviado al diputado Joan Herrera. El autor, un coronel de artillería […]
La labor de los parlamentarios, en tanto que representantes de los españoles, está siempre sujeta a la crítica política. Pero algunos juicios rebasan los límites de la reprobación política para entrar en el insulto. Es el caso de la carta que un militar ha enviado al diputado Joan Herrera. El autor, un coronel de artillería retirado, dispara múltiples improperios contra el parlamentario de ICV y contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al tiempo que justifica el alzamiento militar de las tropas franquistas que desencadenó la guerra civil de 1936. La inquina que Jesús Flores Thies profesa por Herrera guarda relación con la propuesta de Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV) de convertir en un memorial de la represión franquista el Valle de los Caídos, símbolo de la dictadura que acoge las tumbas del general Francisco Franco y del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. Ligado a la Fundación Francisco Franco y a la Hermandad del Valle de los Caídos, este coronel jubilado exige al diputado ecosocialista que «deje en paz el Valle de los Caídos», a menos que «quiera acabar corriendo a pelo hacia la frontera francesa». Pero ése es sólo el primer aviso. «Rata», «imbécil», «bobo» y «rufián analfabeto» son algunas de las lindezas con que este militar obsequia al parlamentario. Tras descalificar a Herrera por haber cuestionado la actual función del Valle de los Caídos y la permanencia de escudos preconstitucionales en algunas instalaciones del Ejército, el coronel Flores legitima abiertamente, sino un nuevo golpe de Estado, sí la insurrección militar del 18 de julio de 1936: «El Alzamiento se justifica sólo con la idea de que bobos de babas como la rata Herrera o el loro Zapatero no cobren sueldos políticos de infarto pagados con nuestro bolsillo (sic)». Tras consultar a varios juristas, Herrera ha descartado instar al ministro de Defensa, José Bono, a tomar medidas contra el autor de la misiva, puesto que su condición de militar retirado le exime de sanciones administrativas. Pero sí ha decidido ponerlo en conocimiento del fiscal general del Estado. Cándido Conde-Pumpido está obligado por ley a perseguir de oficio los delitos de injurias, máxime cuando afectan a un parlamentario y al jefe del Ejecutivo. Las injurias están castigadas por el Código Penal con una multa económica cuya cuantía determina el juez en función de su gravedad.
PROLÍFICO ARTICULISTA
Las soflamas del coronel Flores son bien conocidas por los nostálgicos del franquismo. Prolífico articulista en publicaciones y portales de internet de la extrema derecha, en enero este militar jubilado, afincado en Barcelona, cerró filas con el teniente general José Mena Aguado, arrestado y destituido por defender la intervención del Ejército si el Estatut desbordase la Constitución. En un artículo titulado Meditando, Flores exponía sin reparos sus ideas golpistas al advertir a los políticos: «Si quieren sacar adelante el bodrio estatutario, habrá guerra urbana, civil, mundial, nuclear o galáctica, pero guerra (…). Es cuando querríamos ver al Ejército sacar algo más que la Constitución a la calle para decir: Aquí se cumple la ley».