Hace escasas semanas se ha conocido la absolución de los encausados de D3M y Askatasuna. Después de rebasar la rabia y el cansancio padecido en la Audiencia Nacional por culpa de las leyes de excepción del Estado español, Euskal Herriko Komunistak (EHK) ha tenido la oportunidad de hablar con la portavoz de D3M y la […]
Hace escasas semanas se ha conocido la absolución de los encausados de D3M y Askatasuna. Después de rebasar la rabia y el cansancio padecido en la Audiencia Nacional por culpa de las leyes de excepción del Estado español, Euskal Herriko Komunistak (EHK) ha tenido la oportunidad de hablar con la portavoz de D3M y la militante de la Izquierda Abertzale Amparo Lasheras, que ya superado el juicio esta como siempre, con mucha ilusión de trabajar. Amparo ha accedido amablemente a hacer la entrevista y ha contestado extensamente a las preguntas. El proceso político de Euskal Herria, la crisis capitalista, la configuración de la nueva Izquierda Abertzale y su trayectoria como militante y revolucionaria son los aspectos mas remarcables de esta entrevista. Mila esker Amparo!
¿Lo primero como te encuentras? ¿Has podido reencontrarte con tus compañeros que han estado contigo en esos duros días de juicio en la Audiencia Nacional?
Muy bien. La incertidumbre de qué pasará se ha terminado y es como una liberación emocional. Eso en el aspecto personal, en el político sólo es una pequeña victoria. Aún quedan muchos compañeros en la cárcel o pendientes de juicio, por lo tanto significa que todavía queda muchísimo trabajo por hacer. Mis compañeros de sumario están, como yo, disfrutando de su libertad, sobre todo Zuriñe, que a los pocos días de que nos comunicasen la sentencia, su compañero quedó en libertad después de 20 años de cárcel. Como dice una canción que me gusta mucho «de vez en cuando la vida nos besa en la boca y nos invita a salir con ella a escena». Creo que todos estamos viviendo un poco esa sensación.
¿Qué opinas sobre la crisis capitalista actual y cómo ves la coyuntura internacional?
Durante años el capitalismo ha estado haciendo con todos los instrumentos a su alcance, que son todos, el trabajo ideológico necesario para conformar una sociedad consumista, muy individualista, miedosa e insolidaria y con valores muy burgueses que ha afectado incluso a sectores muy combativos de la izquierda. Lograron convencer con la absurda teoría de que las ideologías habían muerto y que la lucha de clases era un pensamiento demodé. Después de ese trabajo ideológico, lento pero seguro, del pensamiento único, de la pasividad acomodada a «es lo que hay», ahora, se han dado prisa para ejecutar la ofensiva final. Una vez despejado el horizonte de oposición social y sindical, han puesto en marcha la crisis económico-financiera necesaria para arrebatar todos los derechos laborales, sociales, políticos… condicionando así la soberanía económica y conseguir con ello el sometimiento político de los gobiernos. En el ámbito internacional, sería muy largo de comentar, en realidad ocurre lo mismo. Desde el 11S, ahí están las invasiones de Irak, Afganistán, Libia y Siria y probablemente Irán…por el dominio geoestratégico y económico del petróleo. Y en Europa, si recordásemos tratados que se han firmado en la CE como el de Maastricht o Lisboa, nos daríamos cuenta de que eran el preámbulo, la preparación de lo que ahora tenemos, una Europa de derechas, con populismos muy peligrosos, dirigida por el capital y donde Alemania impone sus órdenes. Escuché a un comentarista decir que lo que no consiguó Hitler con sus ejércitos, someter a Europa, lo está consiguiendo la señora Merkel económicamente. Y creo que tenía razón.
¿Qué pasos debe dar Euskal Herria en este contexto de crisis mundial?
Los necesarios para salir del Estado español y conseguir la independencia política y económica que nos permita decidir como un pueblo libre, preparado y convencido ideológicamente para plantar cara a los abusos del sistema capitalista. ¿Cómo hacerlo? Como decían en los concursos que se pusieron de moda en mi infancia, ésa es la pregunta del millón. Los tiempos están cambiando muy rápido y están situando a Euskal Herria en coyunturas económicas y sociales muy diferentes a las que hemos conocido en un pasado muy reciente. Por lo tanto necesitamos elementos nuevos para realizar el análisis, los de hace unos años no sirven. En Euskal Herria existe una experiencia de lucha política y de organización popular muy importante. La tenemos que aprovechar y utilizar, pero no haciendo un revisionismo total. Hay que reconocer y quitar los errores cometidos y, partiendo de esas luchas, recuperar el bagaje para avanzar hacia los objetivos finales, creando respuestas nuevas y valientes que den protagonismo al pueblo y que ya se perfilan en el documento de Zutik Euskal Herria. En mi opinión, una de las alternativas que deberíamos desarrollar es la desobediencia civil, que como decía Gandhi, tendría que ser «activa y provocativa».
¿Qué es lo que mas te preocupa del nuevo proceso político abierto en Euskal Herria?
En primer lugar el tiempo, que es un mal enemigo si lo calculan y lo manejan los otros, en nuestro caso, el gobierno español y el capitalismo que defiende Madrid y el PNV. Pienso que cualquier estrategia y táctica que se prolonga demasiado en el tiempo se pierde porque se convierte en un fin y el objetivo primero se diluye hasta convertirse en nada. En segundo lugar el mensaje de reivindicaciones y denuncias sociales, que en tiempo de crisis y recortes sociales tendría que ser más claro y contundente para la clase trabajadora vasca. Y por supuesto los presos, no sólo los enfermos y a los que se les aplica la ley Parot, todos. En mi opinión, que es muy modesta, no basta con una manifestación multitudinaria una vez al año. Hay que apelar a la presión de la movilización social y, además, trabajar con claridad y ahínco por el proyecto que defienden los presos. Cuanto más nos acerquemos y más pasos demos en favor de la independencia y el socialismo, en el trabajo institucional y sobre todo en el movimiento popular, más cerca estaremos de su liberación. Para mi, ése es el grito de amnistía total. Y por último el relato, si perdemos la oportunidad de escribir con claridad el relato de los últimos 50 años y dejamos que lo escriban otros, históricamente estaremos deslegitimando un tiempo importante y decisivo en el pasado y el futuro de Euskal Herria.
¿Existe la posiblidad de que la Izquierda Abertzale sea asimilada en el actual marco de opresión capitalista?
Nunca se debe decir de esta agua no beberé. Pero pienso que no, que no sucederá. Si no lo consiguió Franco y no lo han logrado en los últimos treinta años, desde la Transición, tampoco ahora. El capital humano, militante e ideológico de la IA es muy fuerte. Pero como decía antes no nos podemos dormir en los laureles. El éxito electoral y el trabajo institucional sólo debe ser un instrumento para avanzar y reforzar la lucha. Ahí, para evitar cualquier veleidad de asimilación, deberá jugar un papel importante, como conciencia activa, la organización popular, la clase trabajadora y la lucha sindical.
¿Crees que es posible realizar una verdadera política de izquierda también desde las instituciones impuestas por la Reforma?
Desde luego desde las instituciones no se puede hacer la revolución pero se puede trabajar por ella, para que se aproxime a la realidad inmediata y no sea sólo el concepto, el término de un lenguaje «antiguo» o la imagen de una utopía inalcanzable. En teoría si se tiene mayoría se pueden cambiar las políticas y transformar la sociedad, y si se es oposición se pueden denunciar los desmanes, apoyar, hacer piña y llevar a las instituciones la voz de las reivindicaciones populares que se prohíben o no se escuchan. Por ejemplo, en estos momentos de imposiciones y recortes, de leyes y decretos fascistas para controlar los presupuestos, imponer los recortes sanitarios, alterar el censo o eliminar parlamentarios autonómicos y concejales, coartando con ello el autogobierno y así fortalecer el centralismo del Estado, desde las instituciones también se podría hacer una insumisión y desobediencia política muy importante y pienso que revolucionaria.
¿Qué puede suponer la desaparición de ETA para el proceso de liberación?¿Un movimiento revolucionario puede condenar la violencia?
ETA aún no ha desaparecido, ha cesado en su actividad armada que creo que no es exactamente igual. En un proceso de liberación esa decisión significa que se inicia una estrategia diferente porque la lucha armada no es eficaz en el avance del proyecto final. Por ello, hay que buscar otros instrumentos que permitan continuar en el camino hacia la liberación nacional y social. Mientras no se reniegue de los principios y de los objetivos la lucha siempre continúa. En cuanto a la segunda pregunta relativa a la condena. Creo que no, que un movimiento revolucionario no debe condenar la violencia. Siempre es legítima, como defensa y contestación ante la opresión social y política. Si, según algunos teóricos, debe de existir la violencia legítima del Estado, no entiendo porque no puede existir la violencia revolucionaria. Lo perfecto es que ninguna violencia sea legítima, eso significaría que el mundo es justo, que unos no dominan a otros. Una cosa muy difícil por cierto.
Cuál es el mayor virtud de la IA y su defecto más acusado?
Creo que tiene muchas. Pero su mayor virtud es su militancia, su inquebrantable ánimo para seguir adelante con su compromiso y su aportación ideológica a través de sus aciertos, sus errores, sus victorias y sus contradicciones. Su defecto más acusado, lo tiene, pero prefiero no decirlo. Pertenezco a la base social de la IA y es en sus asambleas donde debo hacer la crítica.
¿Crees necesaria la existencia de una Unidad Popular o por el contrario hay que apostar por un partido de corte clásico como forma organizativa eficaz y eficiente?
¿Te refieres al debate organizativo de Sortu? Soy de las que prefiere una Unidad Popular, y no un frente amplio porque creo que es otra cosa diferente. Tampoco soy partidaria de un partido de estructuras clásicas por muy eficiente que sea. Creo que soy disciplinada, pero tengo una vena anarquista que me viene de familia y hace que me sienta mejor en una Unidad Popular. Además la UP me parece más enriquecedora desde el punto de vista ideológico, más participativa en la democracia interna, más combativa con el sistema y menos proclive a ser asimilada por el quehacer institucional. En pocas palabras, representa mejor al pueblo y a sus reivindicaciones.
¿Ves factible el avance en Euskal Herria de un proyecto revolucionario que apueste por el socialismo y que camine hacia la democracia económica? Y si lo es…
Sí ¿por qué no? En este pueblo siempre ha existido un pensamiento revolucionario que se ha organizado. En los años 20 se organizaron los primeros comunistas junto a Larrañaga. Eli Gallastegi y Trifón Etxebarria en Jagi-jagi empezaron hablar de revolución y socialismo siguiendo a James Connoly en Irlanda. En 1930 se fundó ANV y en los 60 ETA, en la V Asamblea, unió en una misma moneda la lucha por independencia y el socialismo. Va con la historia de este pueblo y por lo tanto cabe en el presente y en el futuro. Y en estos momentos puede ser más que necesario. Después de la II Guerra Mundial la socialdemocracia y el eurocomunismo se erigieron en líderes del cambio social frente al capitalismo dentro del propio sistema, pero no ha funcionado, éste les ha absorbido y anulado. Hay que recoger de nuevo a Marx y Lenin, releer sus textos y propuestas para buscar su enganche con la situación actual de Euskal Herria antes que el capitalismo neoliberal y la inutilidad de España nos mate de tristeza.
¿Es necesario por tanto, un referente comunista dentro de la Izquierda Abertzale y para el conjunto de la clase trabajadora vasca?, ¿Por qué?
Sí y tampoco es algo nuevo. En la mesa de Alsasua lo hubo y en KAS y en Herri Batasuna, aunque en su fundación se declaró interclasista. En la formación de Batasuna también. Siempre han existido personas y colectivos con pensamiento comunista o marxista dentro de la IA. El problema es que en los últimos años, el acoso de la ilegalización no ha permitido ahondar en ese debate. De cara a la sociedad se ha perdido la referencialidad porque la palabra «ilegal» ha constituido una losa para la formación de una masa crítica dentro y fuera de la IA. Recuperar la referencialidad socialista es una de las tareas imprescindibles en el futuro de la IA y de toda la clase trabajadora vasca que, aunque no ha estado ilegalizada, se ha despistado en su identidad obrera y necesita con urgencia instrumentos para enfrentarse a las medidas neoliberales que le someten como pueblo y como clase. ¿Me preguntas que por qué lo creo así? Porque después de muchos años me he dado cuenta por una deducción de pensamiento y de mi sentido común que la actualización del marxismo es lo único que todavía puede dar respuesta a los desmanes del capitalismo. Howard Zinn, escribió un monólogo, que aquí lo publicó editorial Hiru, titulado Marx en el Soho. Es muy interesante porque de forma muy amena y sencilla explica el porqué de lo que acabo decir.
¿Qué forma organizativa debería adquirir?
¿El referente comunista? Bueno, es un poco complicado de contestar porque en la IA estamos en la antesala de un debate organizativo importante y hay que acudir a él con honestidad, el corazón abierto y las ideas muy claras y todo lo que digamos antes son hipótesis. Como personalmente me gusta la Unidad Popular y me siento como una militante de izquierdas casi comunista, pienso que es importante que exista una corriente de opinión marxista y comunista que exponga sus planteamientos con claridad y entre en el debate frente a pensamientos diferentes, como puede ser la socialdemocracia. En este momento no hay que tener miedo a decir lo que se es. Todas las ideas u opciones desean ser vanguardia y, como decía Otegi, se trabaja para ganar. Sin embargo, ante el envite capitalista del centralismo español que sufre Euskal Herria y el pueblo trabajador vasco, la unión hace la fuerza y habrá que encontrar un punto común en la dialéctica para que la UP sea vanguardia en la acumulación de fuerzas que se marca en la nueva estrategia.
¿Qué opinas del trabajo que está haciendo Euskal Herriko Komunistak (EHK) dentro de la Izquierda Abertzale?
En su día leí la ponencia que presentó en el debate de la creación de Batasuna y me gustó. Entonces vote la de Bateginez que es la que ganó el debate. EHK siguió en la IA y como buenos comunistas continuaron trabajando en la base y aportando su compromiso e ideas e imagino que su balance habrá sido positivo. En este momento sé, que también como buenos seguidores de Lenin, su preocupación radica en cómo se estructurará el futuro para lograr el cambio; en la formación y en la lucha ideológica hacia una masa crítica, un aspecto que debido a la situación de ilegalización de todos los colectivos de la IA se ha abandonado en los últimos años. Estoy convencida de que en el camino que se abra en la IA y en la organización popular, ocuparán su lugar y seguirán trabajando por la independencia y el socialismo con el mismo compromiso que hasta ahora.
¿ Por qué decidiste que tu vida debía enfocarse a luchar por la emancipación de este país?
Muy sencillo, porque es mi pueblo, porque he nacido y vivo aquí y porque le quiero y porque durante toda mi vida lo he sentido como un pueblo oprimido, sin derechos, con sufrimientos y con ansias de ser libre. Y como clase lo mismo. Soy hija y nieta de los obreros que perdieron la guerra y esa circunstancia me ha aportado experiencias muy positivas en mi concienciación. No me gusta el mundo como está estructurado bajo el dominio y la bota de los intereses de unos pocos. Llegó un momento en mi vida en que me di cuenta de que en Euskal Herria sólo luchaban los otros y morían. Me miré a mi misma y me dije que había que levantarse y caminar a su lado. Tuve que aprender muchas cosas; leer lo que me prohibían, pensar, tomar decisiones, elegir y encontrar mi sitio en una opinión firme que marcase mi trabajo y mi compromiso político. Lo encontré en los textos de Marx, de Lenin, en el compromiso revolucionario del Ché, de Txabi Etxebarrieta y de Argala. Después de años de recorrer ese camino y poner en orden mis ideas aquí estoy.
¿Alguna vez te arrepentiste de ser revolucionaria?
Ser revolucionaria es algo muy serio y muy importante y gente especial que lo dan todo. Yo, siempre me he considerado una modesta discípula de la revolución que hago lo que puedo. Pero no, nunca me he arrepentido de ello. Reconozco que a veces me ha pesado un poco, pero arrepentirme nunca.
¿Para ti, cuál es la definición de una militante?
El hombre o la mujer que mantiene su pensamiento y su compromiso político en todos los frentes donde su trabajo sea más necesario y eficaz; el que es fiel a su idea y leal con su pueblo y su clase.
Para finalizar, una última reflexión que quieras compartir con el Pueblo Trabajador Vasco.
Que a Euskal Herria y al pueblo trabajador vasco aún les queda mucho trabajo por hacer, tal vez el más duro y exigente porque ya no podemos detenernos ni perder.
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