Un nuevo avión relacionado con la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) aterrizó este mes de marzo en el aeropuerto de Palma de Mallorca, en el que supone el primer vuelo de tal naturaleza desde que las instituciones europeas investigan el tráfico aéreo de prisioneros por el territorio de la Unión, según informa hoy ‘Diario […]
Un nuevo avión relacionado con la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) aterrizó este mes de marzo en el aeropuerto de Palma de Mallorca, en el que supone el primer vuelo de tal naturaleza desde que las instituciones europeas investigan el tráfico aéreo de prisioneros por el territorio de la Unión, según informa hoy ‘Diario de Mallorca’. El turbohélice de matrícula N315CR, que aparece fotografiado en la terminal de vuelos privados de Son Sant Joan, forma parte de la flotilla del espionaje norteamericano, según el banco de datos Aerotransport Data.
También figura en la relación de aparatos de la agencia que investiga en la actualidad el parlamento escocés, dentro de las pesquisas sobre las «extraordinary renditions» («entregas extraordinarias»).
Este programa, diseñado por la Casa Blanca, implica el secuestro de presuntos terroristas y su traslado a países donde la tortura es habitual, sin interferencias judiciales.
El turbohélice ligado a la CIA, que aterrizó en Palma como vuelo privado el domingo 12 de marzo, es un modelo ATR 42-320, con capacidad para 60 pasajeros si se halla habilitado para ese uso, prosigue el diario mallorquín.
Se trata de un avión adquirido habitualmente por las compañías de vuelos regionales. El avión y sus ocupantes pernoctaron en Palma. El lunes 13 de marzo, alrededor de las nueve menos cuarto de la mañana, el aparato enfiló la pista para despegar, momento recogido en la fotografía que ilustra estas páginas.
En la imagen se perfilan los rostros de las dos personas que viajan en la cabina. En un informe recabado por el Parlamento escocés a fin de verificar las sospechas de vuelos del espionaje estadounidense por su territorio, el turbohélice que ha aterrizado este mes en Palma se incluye bajo el epígrafe de ‘Aparatos que han operado para la CIA dentro y fuera de Escocia’.
El N315CR ha visitado el aeropuerto Prestwick de Glasgow en siete ocasiones, desde los atentados del 11-S. En la citada documentación se destacan también las estancias en Mallorca de la flotilla de aparatos controlados por la Agencia.
El avión que pernoctó en Palma no presentaba leyendas ni símbolos en el fuselaje, en la línea habitual de los vuelos ligados a la CIA. Según puede apreciarse en su vientre, el sistema de comunicaciones es más complejo que en la versión comercial de este modelo.
Tampoco es frecuente que los turbohélices figuren en la nómina de la terminal de vuelos privados de Son Sant Joan. Tanto los bancos de datos como la documentación del Parlamento escocés atribuyen la propiedad del N315CR a Jefferson Financial Company.
Su domicilio es una dirección postal, al igual que sucede en la red de empresas pantalla diseñada por el espionaje norteamericano. Esta sociedad posee otro turbohélice del mismo modelo, ligado también a la CIA.
El turbohélice que visitó Palma ha sido vinculado también a la empresa California Microwave. Tres de sus empleados fueron capturados hace tres años por la guerrilla colombiana, tras un accidente aéreo mientras efectuaban una misión de reconocimiento. En principio, su labor debía ceñirse exclusivamente a la lucha contra el narcotráfico.
Además de Palma y Escocia, el turbohélice vinculado a la CIA también sobrevoló países europeos como Dinamarca o Islandia, que ha emprendido asimismo una investigación en torno a los mismos.
En los últimos tres años, ya son seis los aparatos del espionaje norteamericano que han efectuado visitas privadas a Mallorca. Tres de ellos son reactores, los vuelos restantes corresponden a turbohélices.