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En los dos primeros meses de este año han perdido la vida 89 personas, frente a las 12 registradas en el mismo período de 2007

Un total de 921 inmigrantes fallecieron en 2007 al intentar acceder irregularmente a España

Fuentes: Rojo y Negro

Un total de 921 inmigrantes perdieron la vida en 2007 al intentar acceder de forma irregular a España, según el informe sobre inmigración clandestina Derechos humanos en la frontera sur 2007, presentado hoy por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), quien estima también que al menos 3.500 inmigrantes se han dejado la vida […]


Un total de 921 inmigrantes perdieron la vida en 2007 al intentar acceder de forma irregular a España, según el informe sobre inmigración clandestina Derechos humanos en la frontera sur 2007, presentado hoy por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), quien estima también que al menos 3.500 inmigrantes se han dejado la vida como resultado de políticas de control de fronteras «cada vez más represivas y crueles».

De las víctimas documentadas, 629 eran inmigrantes de origen subsahariano, 287 magrebíes y cinco asiáticos. Si bien, las muertes y desapariciones fueron 189 en las costas españolas y el resto, 732 en las costas africanas (Magreb y Africa occidental).

Asimismo, el informe apunta su imposibilidad de contabilizar a las víctimas que cayeron en la ruta que atraviesa el Sahel y se dirige hacia Argelia o Libia. «Algunos altos cargos del Ministerio del Interior han llegado a admitir que el desierto del Sáhara se ha convertido en una inmensa tumba de arena», añade.

APDH-A asegura que, aunque ha descendido el número de personas que han perdido la vida con respecto al año 2006, sólo en los dos primeros meses de 2008 ya han fallecido 89 personas (seis en las costas canarias, 13 en las gaditanas, una en Ceuta, otra en Argelia y 68 más en las costas del Sahara y de Marruecos), frente a las 12 en el mismo período de 2007.

En concreto, han llegado a las costas españolas en estos dos primeros meses de 2008, 2.096 inmigrantes (624 en la costa andaluza, 43 a Baleares, 113 a Murcia y 1.316 a las costas canarias), una cifra que APDH-A estima similar a la del año pasado.

55.000 repatriados

Según los datos del ‘Balance de la lucha contra la inmigración irregular 2007’ presentado por el Ministerio del Interior, el Estado español repatrió a 55.938 inmigrantes en situación irregular a lo largo de 2007, lo que representaría una cifra un seis por ciento más elevada que la de 2006, frente a una menor llegada de inmigrantes por medio de embarcaciones, 18.057 lo que significa un descenso frente a 2006 del 53,9%.

La organización no descarta una reactivación de la emigración clandestina hacia las costas andaluzas, «vistas las travesías más largas y dificultosas de otras rutas, por el despliegue del Frontex incluso en las costas de los países de origen, o por el renovado flujo migratorio procedente de Marruecos y Argelia». España y la UE «continúan ignorando las causas que provocan las migraciones actuales»

En esta línea, APDH-A considera que, pese a todas las declaraciones de intenciones, el Gobierno español y la UE «continúan ignorando las causas que provocan las migraciones actuales y por tanto se ponen en marcha medidas hiperrestrictivas cuyo alcance y eficacia es coyuntural y cuyos efectos a medio plazo son imprevisibles».

Tras la derrota electoral del PP, cuyas propuestas en el ámbito de las migraciones APDH-A tilda de «profundamente xenófobas», la organización aboga por un «verdadero cambio» de rumbo en la orientación y en la gestión de las migraciones por parte del Gobierno del PSOE, aprovechando su triunfo electoral.

Así, entre algunas de las propuestas que le plantea, se encuentran un nuevo diseño de la política migratoria; un análisis de las causas de la migración forzada; el respeto «escrupuloso» de los derechos humanos; la reconsideración en profundidad del papel de los Centros de Internamiento; la ratificación del protocolo 4º de Derechos Humanos de la UE, en el que se prohíbe la expulsión colectiva de inmigrantes, y una flexibilización de los flujos con cauces concretos que permitan la emigración regular desde África a Europa.