Las muestras de solidaridad con el periodista y activista saharaui Hassanna Aalia han tenido este fin de semana dos escenarios principales con idénticas reivindicaciones: la exigencia al Estado español de reconsiderar su negativa a la concesión de asilo político para Hassanna. En Bilbo 2.000 personas se manifestaron el sábado y desde el viernes en la […]
Las muestras de solidaridad con el periodista y activista saharaui Hassanna Aalia han tenido este fin de semana dos escenarios principales con idénticas reivindicaciones: la exigencia al Estado español de reconsiderar su negativa a la concesión de asilo político para Hassanna. En Bilbo 2.000 personas se manifestaron el sábado y desde el viernes en la T4 del aeropuerto de Madrid once personas mantienen una huelga de hambre.
La movilización de Bilbo, convocada por diversos organismos sociales, sindicales y partidos políticos, contó con la presencia del propio Hassanna Aalia, residente en Euskal Herria desde 2011, quien agradeció el apoyo y la participación a pesar de la lluvia y el frio. Aalia recordó que la vulneración de derechos en el Sahara ocupado por Marruecos y volvió a reclamar el derecho de recibir asilo.
Una delegación aragonesa, compuesta principalmente por militantes de Puyalón de Cuchas y Purna, participó en la manifestación. «Solidaridat con Hassanna! Prou de complicitat criminal entre l’Estau espanyol y Marruecos!», declaraba desde Bilbo Puyalón en su cuenta de Twitter.
Entre numerosas banderas saharauis la marcha se cerró con la lectura del comunicado de las organizaciones convocantes. En el texto, denunciaron la situación de Hassanna y recordaron la emergencia del caso. La denegación del asilo va acompañada de la comunicación de su salida obligatoria del territorio del Estado español en un plazo de 15 días que se cumplirá el próximo día 4 de febrero.
Se intensifica la presión policial sobre las y los huelguistas en el aeropuerto de Madrid
Desde las 17.30 horas del viernes, la Plataforma de apoyo al activista saharaui Hassanna Aalia comenzó una huelga de hambre colectiva en la terminal T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas. La decisión de esta huelga de hambre se adoptó tras conocerse el pasado 19 de enero que el Ministerio del Interior español había rechazado la petición de asilo político que había solicitado Hassanna.
La Plataforma comunica que según van pasando las horas en el aeropuerto la policía «intensifica la presión sobre los compañeros y compañeras que mantienen la huelga de hambre». «Insisten en que abandonen el lugar, no se les permite difundir la información, ni colocar carteles y pancartas para la difusión de la causa, obligándoles a identificarse continuamente y dificultando que otras personas se acerquen a ellos», lamentan.
«Nos han identificado y nos han dicho que podrían ponernos multas de hasta 45.000 euros. No estamos molestando ni interrumpiendo a nadie, ni gritando. Nos quieren echar por una cuestión política», critican.
La Plataforma recuerda que la expulsión a Marruecos de Hassanna, país con cuyo pasaporte se ve obligado a viajar, «le supondría el ingreso en prisión de por vida, pues pesa sobre él una condena a cadena perpetua emitida, en rebeldía, por un tribunal militar marroquí».
A juicio de la Plataforma, con esta resolución denegatoria de la petición de asilo, el Estado español «incumple el pacto internacional de derechos civiles y políticos aprobado por la ONU en 1966 y ratificado por el Estado español en 1977, en el que se prohíbe que un tribunal militar juzgue a un civil y reconoce la libertad ideológica y de conciencia de todo ser humano condenando la persecución o represalias por la defensa de sus ideas».
«Igualmente incumple su propia legislación interna sobre asilo y protección especial del refugiado, dado que en Hassanna Aalia concurren las circunstancias de haber sido torturado por las autoridades del país que lo reclaman, desarrollar una actividad pública en defensa de los derechos del Pueblo saharaui y de denuncia de la situación de opresión que padecen, por encontrarse el Sáhara Occidental bajo tutela de una misión de la ONU (MINURSO) y continuar siendo el Estado español la potencia administradora de ese territorio», añade la Plataforma.
Con esta huelga, la Plataforma se ha querido sumar a otras acciones como la manifestación en Bilbo y el respaldo institucional del parlamento de Nafarroa, del Ayuntamiento de Durango y de medio centenar de eurodiputados y eurodiputadas.
Las muestras de solidaridad también llegaron desde las redes sociales. «Que ningún otro saharaui se vea obligado a pedir asilo político en otro país», decía un tuit. «¿Cadena perpetua por defender los derechos de los saharauis?», añadía otro.