Miguel Sanz, militante de En lucha y activista del Sindicato Andaluz de Trabajadores/as en Sevilla, es entrevistado sobre la resistencia en Andalucía y las estrategias contra la crisis para el diario alemán Neues Deutschland. Este jueves 16 de agosto empieza en Andalucía una marcha de tres días de trabajadores y trabajadoras en Jódar. ¿Qué expectativas […]
Miguel Sanz, militante de En lucha y activista del Sindicato Andaluz de Trabajadores/as en Sevilla, es entrevistado sobre la resistencia en Andalucía y las estrategias contra la crisis para el diario alemán Neues Deutschland.
Este jueves 16 de agosto empieza en Andalucía una marcha de tres días de trabajadores y trabajadoras en Jódar. ¿Qué expectativas tenéis sobre esta acción?
El SAT tiene una fuerte presencia en pueblos medianos y pequeños en Andalucía, al contrario que los grandes sindicatos que concentran su afiliación en las grandes ciudades. Lo que pasa en las ciudades muchas veces no llega al ámbito agrario. Nuestro primer objetivo con esta marcha por Andalucía es movilizar al campo para la lucha contra la crisis y los recortes.
La semana pasada la acción de los supermercados del SAT ha tenido repercusión en todo el mundo: entrar en un supermercado para llevarse alimentos y entregárselos a los más necesitados. ¿Es esto una nueva estrategia o simplemente queréis poner el foco de atención sobre el problema de la pobreza?
Para nosotros esto es una acción simbólica. Con 20 carros de comida no podemos solucionar el problema del hambre y de las necesidades económicas en Andalucía. Se trataba de mostrar que las prioridades de las políticas deben pasar por satisfacer las necesidades de las personas y no de las multinacionales.
¿Cuál es la estrategia general del SAT?
Tenemos dos grandes líneas de trabajo. En primer lugar, el crecimiento y organización en las empresas. Estamos haciendo crecer el sindicato para que esté en más y más empresas y plantee una batalla en cada lugar de trabajo. En segundo lugar, estamos desarrollando una ofensiva de acciones de protesta con tres objetivos: los grandes bancos, los terratenientes y las grandes empresas, como las de la industria alimenticia. Se hicieron protestas en los grandes bancos junto con otros movimientos sociales al principio de la crisis, en 2007 (pero sin el apoyo de los grandes sindicatos), estamos realizando ocupaciones de tierras para reivindicar un nuevo reparto de las tierras para que éstas estén al servicio de la gente, y hemos hecho las acciones de los supermercados para denunciar los beneficios de estas empresas y como deberían protegerse las necesidades económicas de la gente. Los grandes sindicatos, CCOO y UGT, no están organizando la resistencia que deberíamos llevar adelante y es el SAT el que está tomando la iniciativa.
¿Hay cooperación o rivalidad con los grandes sindicatos?
UGT y CCOO son grandes sindicatos con mucho apoyo de dinero público y el SAT es hoy un sindicato pequeño, de base, autogestionado financieramente, por lo que no puede hablarse de una rivalidad directa con los grandes sindicatos. Al nivel de las empresas, sí puede darse la cooperación con afiliados y afiliadas de CCOO y UGT si estos están en una línea de verdadera defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras. Por lo general se puede decir que CCOO y UGT no tienen ningún interés en el crecimiento del SAT y, por ejemplo, en las grandes manifestaciones, estos sindicatos evitan constantemente que el SAT pueda tomar la palabra en los actos de cierre.
¿Está habiendo un crecimiento de los sindicatos alternativos durante la crisis?
Sin duda está habiendo un crecimiento muy, muy fuerte por varios motivos: por un lado, el nivel de movilizaciones en el Estado español ha subido mucho desde el inicio de la crisis. La influencia del 15M ha generado sobre todo entre la gente joven y precaria una nueva disposición a unirse a los sindicatos. Están buscando nuevas posibilidades de organización y están acudiendo a los sindicatos alternativos. Por otra parte, mucha gente de la base de CCOO está cansada de la actitud de su sindicato y está buscando otras formas de organizarse y luchar también en los sindicatos alternativos como el SAT.
¿Para el otoño que viene probablemente habrá una nueva huelga general. ¿Es esta una herramienta válida?
Para dejarlo claro, nosotros y nosotras apoyamos la huelga general, pero también percibimos problemas. Los grandes sindicatos (que son los que realmente tienen capacidad para organizar la huelga general) no están aprovechando esta herramienta. Las huelgas generales de 2010 contra Zapatero y la huelga general de 2011 contra el nuevo gobierno de Rajoy y sus recortes fueron un éxito por el la gran cantidad de gente que ha participado, pero no han conseguido los objetivos para los que fueron convocadas. Un día de huelga general no es suficiente. Nosotros queremos una huelga general indefinida que rote entre los diferentes sectores económicos y que ejerciera una verdadera presión sobre los gobernantes. Necesitamos las huelgas generales de un día pero no son suficientes. Y en parte es esto lo que nos enseña la experiencia de la clase trabajadora griega. En general, necesitamos darle mucho más protagonismo a la lucha de la gente en la calle, día a día y empresa por empresa, y combinar esto con la movilización masiva de la clase trabajadora contra los recortes, a través de huelgas generales con una combatividad creciente.
Artículo original: http://www.neues-deutschland.
Traducido por Rabea Hoffmann
Miguel Sanz Alcántara es militante de En lucha / En lluita y activista del Sindicato Andaluz de Trabajadores/as en Sevilla.