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La entidad financiera celebra hoy su Junta General Ordinaria de Accionistas

Una protesta contra el Banco Santander inicia una serie de acciones por el clima en España

Fuentes: Rebelión

Es uno de los bancos que más contribuyen al cambio climático, según un informe de reciente publicación.

En su plan de eficiencia 2016-2018 el Banco Santander afirmaba que dedicaba 69,8 millones de euros a paliar su impacto en el cambio climático. Se trata de una cifra ridícula comparada con los casi 13.400 millones de euros dedicados en ese período de tres años a financiar los combustibles fósiles, según el informe ‘Fossil Fuel Finance Report Card 2019‘. El Banco Santander aparece en esta lista de los bancos más sucios del mundo. Incluso para algunos sectores, como los proyectos de gas y petróleo en aguas ultraprofundas, la entidad se sitúa en los cinco primeros puestos.

Recientemente el director del Banco Santander declaraba que «un banco no puede ser sostenible si no contribuye a la sociedad». Sin embargo el Santander parece más decidido a contribuir al suicidio climático. El banco asegura estar comprometido con el Acuerdo de París, pero desde la fecha de la firma de dicho acuerdo el banco no solo ha continuado financiando algunas de las actividades más sucias del planeta, como el fracking, las arenas bituminosas o las prospecciones en el Ártico, sino que además ha sido de los bancos que más decisivamente han contribuído a expandir aún más los combustibles fósiles (aparece el número 25 de la lista, en la categoría de «nuevos proyectos»).

Merece la pena resaltar el reciente papel que ha desempeñado el Banco Santander en la financiación de una de las empresas más sucias de Europa, la energética PGE (Polska Grupa Energetyczna S.A), cuyo socio mayoritario es el Estado polaco. En septiembre de 2018 el banco firmó una importante operación, junto con otros dos bancos, por un importe total de 950 millones de euros. La empresa, propietaria de la planta termoeléctrica de carbón de Bełchatów (la más contaminante del continente), tiene planes de expansión a nuevos proyectos de carbón en 2019 (Opole) y 2020 (Turow). Ambos superan, por ejemplo, a todas las centrales de carbón existentes en Portugal o equivalen al 20 % de las de nuestro país. Sin la financiación que entidades como el Banco Santander les conceden estas empresas difícilmente podrían desarrollar sus planes de crecimiento.

2020: rebelión por el clima

Los bancos fósiles como el Banco Santander son directamente responsables del caos climático porque las empresas de combustibles fósiles no podrían operar sin su dinero. Ecologistas en Acción va a recibir a los accionistas para dejar claro que los bancos fósiles no tienen cabida en la sociedad y advertirles de que la rebelión por el clima acaba de comenzar. Un grupo de activistas recibirá con pancartas a los accionistas a la entrada de la junta informándoles sobre la cantidad de dinero que el Banco de Santander invierte en la destrucción del clima, invitándoles a exigir a la entidad una desinversión de los combustibles fósiles.

Después, el velero Diosa Maat de Ecologistas en Acción navegará frente al Centro Botín para lucir pancartas de protesta contra los bancos fósiles y llamando a una rebelión ciudadana por el clima de aquí a 2020.

Miles de personas se están organizando en el mundo para rebelarse contra la inacción climática de gobiernos, bancos y corporaciones y anuncian para el año 2020 un escalado en el nivel de acción. La lucha por la justicia climática no admite más demoras y activistas de todo el mundo están dispuestas a incrementar la tensión. Ya están surgiendo diversos movimientos de forma autónoma y horizontal, llamados a confluir.

Bajo el paraguas ‘2020: rebelión por el clima‘ diversos colectivos y organizaciones, entre las que se encuentra Ecologistas en Acción, efectúan un llamamiento público a sumarse a esta emergente rebelión climática.

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