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La extrema derecha, cubana y española, pretende utilizar la Cumbre Iberoamericana de Salamanca para difamar a Cuba y a Venezuela

Una provocación anunciada

Fuentes: Insurgente

Desde hace meses, fascistas cubanos en el exterior, junto a elementos reaccionarios del Estado español, llevan a cabo una campaña que tiene como objetivo interferir en el desarrollo de la Cumbre Iberoamericana a celebrar en Salamanca los días 14 y 15 de octubre. El 8 de agosto de este año, la agencia Europa Press recogía […]

Desde hace meses, fascistas cubanos en el exterior, junto a elementos reaccionarios del Estado español, llevan a cabo una campaña que tiene como objetivo interferir en el desarrollo de la Cumbre Iberoamericana a celebrar en Salamanca los días 14 y 15 de octubre.

El 8 de agosto de este año, la agencia Europa Press recogía la noticia de que Julio San Francisco, coordinador general de la organización denominada Unión Europea del Exilio Cubano, había enviado una carta a Zapatero exigiendo que en la Cumbre se incluya una «Hoja de Ruta» -al más puro estilo del Imperio que les paga- para implantar la «democracia» en Cuba en el plazo de dos o tres años.

El 25 de agosto, Dora Amador -desde las entrañas del Imperio- amenazaba en el Nuevo Herald: «los jefes de Estado que asistirán a la Cumbre tienen el deber moral de incluir en su agenda la libertad de Cuba. Si no lo hacen, sería un ultraje al pueblo cubano». Además, acusaba a Zapatero de ser el responsable del «cambio» de política, respecto a Cuba que, según ella, ha realizado la Unión Europea. Recordemos que la línea política anterior estaba encabezada por un «señor» llamado José María Aznar, considerado por muchos como un criminal de guerra que elude continuamente su responsabilidad por la masacre del 11-M.

El 13 septiembre, los grupos de disidentes profesionales de la Agrupación de Cubanos de Salamanca (ACUSA) y la Asociación Cubanos por la Libertad (ACPL) hacían público en el libelo digital La Nueva Cuba, un manifiesto invitando a todos los grupos «opositores» a unas jornadas de trabajo «por la libertad de Cuba» que comenzarán el viernes 14 de octubre y concluirán en la mañana del sábado 15 con una manifestación pública frente a la sede de la Cumbre.

El 17 de septiembre, Luz Madroño, una española miembro del PSOE, UGT y Amnistía Internacional, fue abucheada por su actitud provocadora en una actividad organizada en Madrid durante la fiesta anual del PCE en la que participaba el embajador cubano. Pero un mes antes, Luz Madroño recibiendo órdenes, había «aconsejado» en La Habana a varios empresarios españoles que no siguieran invirtiendo en Cuba. Esta mujer forma parte del Grupo Internacional por la Responsabilidad Social Corporativa (GIRSCC), grupúsculo que publica sus noticias en una revista de la organización fantasma Movimiento Sindical Independiente de Cuba. La revista tiene su sede -no podía ser de otra manera- en la ciudad de Miami.

El 20 de septiembre, la revista Cuba Democracia y Vida (que se edita con el apoyo de la extrema derecha sueca), con el titular «Alarma en Salamanca ante la llegada de cientos de pro-etarras», reproducía una información, publicada en Salamanca por Minuto Digital, que «informaba», de manera alarmista, de que la plataforma Euskadi-Cuba había convocado una marcha de apoyo a Fidel Castro y a Hugo Chávez. Según ese panfleto salmantino, los organizadores iban a realizar el 15 de octubre una manifestación «a favor de los regímenes marxistas» (en plural) y un concierto en solidaridad con Cuba y Venezuela, países a los que exigía que ninguno de sus representantes estuvieran presentes allá donde participe Batasuna, y añadía que «junto a la organización terrorista, convocan la marcha, Gatze Aberztzaleak (las juventudes de Eusko Alkartasuna), Ezker Batua, el Partido Comunista de España y Aralar» a los cuales tildaba como radicales y, entre líneas, simpatizantes de terroristas.

Elaborado desde Salamanca por Minuto Digital.com SL, Minuto Digital es un diario cercano a la extrema derecha que suele celebrar actos y conferencias -en colaboración con el ayuntamiento de la ciudad, con el que mantiene excelentes relaciones- en los que intervienen historiadores ultraderechistas como César Vidal y Pío Moa, o el ínclito Fernando García de Cortázar, cruzado de la nueva España.

El 29 de septiembre, Las Damas de Blanco (que, como bien dice Hebe de Bonafini, representan a la muerte) remitieron una carta al presidente Zapatero solicitando apoyo para sus familiares -encarcelados por estar al servicio de la mayor potencia terrorista del mundo- indicando que «esperamos que usted, su Gobierno y la Unión Europea, así como el resto de los dignatarios que se reunirán en la Cumbre Iberoamericana de Salamanca, tengan en cuenta lo expuesto».

Por último, desde el 5 de octubre, el canal Historia, presente en la mayoría de las plataformas televisivas de pago españolas y portuguesas, ha comenzado a emitir, por enésima vez, un documental sobre el caso Ochoa -que será repetido por lo menos durante una semana en distintas franjas horarias- en el que se muestran las imágenes del proceso celebrado contra el ex general cubano Arnaldo Ochoa, que el Gobierno de La Habana televisó para Cuba y el resto del mundo en un alarde de transparencia que para sí quisieran tener los presos de Guantánamo, encerrados en jaulas como animales, en plena huelga de hambre, y sin ningún derecho.

Parece que la ubicación de la ciudad de Salamanca como sede de la Cumbre ha dado ánimos a los partidarios del dominio brutal que pretende imponer el Imperio en todo el planeta. La capital castellana tiene como alcalde a Julián Lanzarote (miembro del Partido Popular), que se ha significado por mantener posturas reaccionarias en cuestiones como la devolución a sus legítimos dueños, de la documentación saqueada por las tropas franquistas en Cataluña. Estos elementos deben haber considerado que es el momento propicio para presionar a un pusilánime Zapatero, que lleva meses humillándose en aras de lograr un acercamiento con Estados Unidos. De más estaría decir que esta «cronología de un complot anunciado» se origina en Washington, y es evidente que no se dirige sólo contra Cuba, ya que implica también a Venezuela y a todos los que se oponen al fascismo imperial.

Desde estas páginas recomendamos a todas las organizaciones de solidaridad con los gobiernos de Cuba y Venezuela que vayan a desplazarse a la Cumbre, que se muestren vigilantes frente a esos grupos provocadores de extrema derecha, y que asuman en Salamanca, como hace 69 años en Madrid, el eslogan antifascista «No pasarán».