En las últimas semanas, en determinados foros usualmente utilizados por la izquierda española, he podido seguir con cierta preocupación cómo se ha venido señalando y atacando de manera desproporcionada a compañeros de batallas como Santiago Alba Rico, Esther Vivas u otras personas que sin necesidad de compartir sus posicionamientos con respecto al conflicto libio o […]
En las últimas semanas, en determinados foros usualmente utilizados por la izquierda española, he podido seguir con cierta preocupación cómo se ha venido señalando y atacando de manera desproporcionada a compañeros de batallas como Santiago Alba Rico, Esther Vivas u otras personas que sin necesidad de compartir sus posicionamientos con respecto al conflicto libio o el que actualmente se da en Siria, me parece que no merecen dicho linchamiento.
De alguna manera me recuerda al linchamiento que se nos ha hecho a otras personas de las que han dicho que nos paga el sionismo mundial, ONG turcas e incluso la inteligencia estadounidense por nuestro activismo, acusaciones vagas y que quienes las han hecho no han podido demostrar de ninguna de las maneras, como en el caso que actualmente nos ocupa.
Otra persona que me merece todo el respeto del mundo y que también ha sufrido el escarnio público es la diputada de Aralar Nekane Pérez, quien por el hecho de compartir con otra diputada mensajes banales pasó a ser noticia mediática sufriendo otro linchamiento desproporcionado omitiendo los medios y las redes sociales de izquierdas que Nekane, fue secuestrada por las autoridades marroquíes hace unos meses cuando intentaba acceder a los campos saharauis para mostrarles su apoyo, que Nekane, lideró en Euskal Herria junto con otras compañeras la campaña Rumbo a Gaza siempre desde la sombra y sin airear su estatus de diputada por su partido político, que Nekane estuvo con nosotros en Grecia en la primera línea de la batalla frente al sionismo.
El caso de Santi Alba me parece tan grave como lo que le tocó sufrir a Nekane. Santi, referente intelectual de la izquierda, y mago de las palabras, usando siempre un lenguaje seductor y atractivo, ha sido acusado de recibir dinero de entidades tan dudosas como la Fundación Ford, la CIA o frecuentar amistades tan impopulares para un izquierdista como Henry Levi, acusaciones que me imagino que el compañero Santi Alba ha sufrido en silencio sin entender realmente a qué se deben o qué las motiva.
Como decía anteriormente, no comparto las posiciones políticas que los compañeros han podido expresar de manera pública, seguro que sin imaginar que ese posicionamiento podría derivar en una reyerta barriobajera dialéctica contra ellos. A mi juicio, y reconociéndome ignorante en el desarrollo de los acontecimientos en Libia e incluso en Siria donde tengo grandes y buenos amigos que aún no entienden qué es lo que sucede y quiénes están detrás, las dudas razonables que me despiertan los agentes en puja por el control de ambos territorios hace que me mantenga mudo en tomar una posición y prefiera la cautela. Lo que nunca me ha producido dudas es el interés de la OTAN en esta región y sus sucias prácticas apoyando a unos u otros, y eso sí lo he denunciado y denuncio cada vez que tengo ocasión. No me creo el contagio revolucionario de los pueblos egipcios y tunecinos de manera tan espontánea como nos lo han venido vendiendo.
En cualquier caso, aunque no comparta la visión de compañeros de trinchera, nunca serán mis enemigos porque a lo largo de su trayectoria, sin necesidad de hacerlo, han demostrado valía, honestidad, transparencia y calidad humana e intelectual, cualidades de las que carecen aquellos desconocidos que buscan destacar y hacerse un espacio manchando el nombre y la integridad de personas que se han ganado el respeto y un espacio por méritos propios.
Más valdría a quienes acusan que mirasen a los que de verdad están asesinando, expoliando y robando no solo las riquezas sino también los derechos de pueblos enteros a lo largo y ancho del planeta. Hay demasiados enemigos de verdad a los que señalar en vez de intentar despertar dudas en personas íntegras e intachables que siempre contarán con mi apoyo, aunque difiera de sus ideas.
La vida, a algunos nos ha enseñado que aun no compartiendo un ideario, es más saludable estar rodeados de personas sanas e íntegras que compartir con gente que se presupone de tu lado pero que a la larga terminan presentándose como chacales a la espera de recoger un cadáver que ellos han venido cocinando poco a poco.
Blog del autor: http://activistak.com/2011/12/11/una-suave-caricia/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
rCR