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Una vez más: aborto libre y gratuito ya

Fuentes: Periódico En lucha / Diari En lluita

Tener que volver a hablar del derecho a la libre interrupción del embarazo a estas alturas, parece absurdo y fuera de lugar. Sin embargo, una vez más, los embates de la iglesia católica, a través de sus férreos seguidores instalados en el gobierno, nos obligan a ello. Así pues, aunque sea agotador, volveremos a plantear […]

Tener que volver a hablar del derecho a la libre interrupción del embarazo a estas alturas, parece absurdo y fuera de lugar. Sin embargo, una vez más, los embates de la iglesia católica, a través de sus férreos seguidores instalados en el gobierno, nos obligan a ello.

Así pues, aunque sea agotador, volveremos a plantear la defensa cerrada y absoluta de un derecho conquistado con muchas luchas y que ni siquiera ha sido plenamente conseguido.

En el año 1985 se aprobó una ley del aborto (sólo antes la II República en el año 36 se había atrevido a promulgar una ley del aborto, que fue derogada casi inmediatamente por el fascismo), que costó 25 años ampliar y mejorar.

Es precisamente esta última ley la que el ministro (miembro numerario de los legionarios de Cristo) quiere derogar y modificar. La derecha siempre sueña con que las mujeres volvamos a ser sometidas y aleccionadas para cumplir un modelo como madres y mujeres perfectas en las que se reproduzcan los ridículos valores del patriarcado, para poder así ofrecer amplios servicios dentro de las familias y la comunidad de forma gratuita e invisibilizada.

Esta pretensión entronca además con la crisis económica de forma perfecta, pues si consiguieran enviarnos otra vez al ámbito privado de las casas, la poca oferta de trabajo sería cubierta por los hombres y las cifras de paro descenderían considerablemente.

Es por ello que nosotras, en el amplio espectro del feminismo y de la izquierda, estamos llamadas a hacer un frente común compacto que impida que estos ministros y obispos decidan sobre nuestros úteros y pretendan gestionar nuestra maternidad.

Sobre si, como estrategia, sería más conveniente defender la actual ley o exigir de una vez el aborto libre y gratuito, estoy convencida que tenemos que conseguir lo que entendemos como absolutamente lógico, y es que nosotras, y sólo nosotras, tenemos el derecho a elegir cuándo queremos ser madres y debemos por ello exigir que la ley respalde este concepto fundamental, garantizando de forma contundente todos los casos y el acceso libre y gratuito a toda mujer que tome la decisión de interrumpir su embarazo. Además, esto entronca con la práctica actual de los países de nuestro entorno, y llevar la norma, como el Gobierno pretende, a una involución, nos haría más vulnerables y estaríamos en una situación de retraso comparativo.

Las mujeres no somos sujetos de intercambio y negociación, no debemos aceptar las propuestas de la iglesia ni del Gobierno de hacer aún más restrictiva una ley que consideramos de mínimos. Si la derecha casposa y cavernaria no duda en mostrar sus decimonónicos argumentos, no entiendo por qué nosotras tendríamos que sostener nuestras demandas a la baja, sino, muy al contrario, defiendo un posicionamiento rotundo y claro que muestre sin reservas lo que desde el feminismo llevamos defendiendo hace tantas décadas, y es que las mujeres debemos decidir cómo y cuándo ser madres, estando la sociedad al servicio de esa decisión y garantizando en todos los términos el beneficio de las mujeres que, en última instancia, es el de la sociedad en su conjunto. Por tanto y definitivamente: aborto libre y gratuito ya.

Helena Renuncio es activista feminista y del Foro de Memoria Histórica.

Fuente: http://www.enlucha.org/site/?q=node/18774