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Versus, la utopía impresa

Fuentes: Tlaxcala

Traducido por Àlex Tarradellas y revisado por Juan Vivanco

 

 

I

Fue un sueño que duró cuatro años y 33 ediciones. Esa es la historia de Versus, periódico de cultura que, publicado en São Paulo en octubre de 1975 por iniciativa del periodista Marcos Faerman (1944-1999), fue una experiencia única de periodismo alternativo en Brasil, al enfocar cuestiones literarias, poéticas, épicas y sociales de la historia brasileña y de América Latina. En el último año de su existencia, al dejar de lado la visión onírica que era marca de su fundador, el periódico partió hacia una posición política más radical en relación con la realidad brasileña, hasta fenecer, en agosto de 1979, justo antes de la apertura política y la caída del régimen militar (1964-1985).

Para rescatar buena parte de esa historia, Omar L. de Barros Filho, Matico, reportero y editor de Versus y en la actualidad director de redacción de la página www.viapolitica.com.br y editor de Laser Press Comunicação de Porto Alegre, ha reunido en Versus: Páginas da utopia algunos de los textos más significativos publicados por el periódico. En la presentación que escribió para esta antología, recuerda que Faerman solía decir que Versus había nacido bajo el signo de la tristeza provocada por la muerte del periodista Vladimir Herzog en los sótanos de las cárceles de la dictadura, en octubre de 1975.

Faerman, Marcão, era reportero especial del Jornal da Tarde, prácticamente desde la fundación de ese diario en 1966 por el grupo S.A. O Estado de S. Paulo y, aunque recibía un buen salario para la época, no era hombre de posesiones. De actitud sencilla, no hacía planes a largo plazo, como comprar un inmueble para la familia o incluso un automóvil. A cambio del sueño de crear un periódico de cultura, detrajo la mayor parte de su salario para sufragar la publicación.

Más allá de escribir buena parte de los reportajes, artículos y entrevistas, Faerman se valió de una legión de amigos que había hecho por todo Brasil y América Latina. Además, la idea de publicar Versus había nacido después de una entrevista que había realizado al periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de Las venas abiertas de América Latina, que en aquella época dirigía en Buenos Aires la revista cultural Crisis. La vinculación de Marcão con la izquierda intelectual argentina era tanta que, en 1988-1999, publicó en São Paulo la Crisis brasileña, que tuvo una vida corta.

 

II

En los años 70, esa aproximación a América Latina no era bien vista por la izquierda tradicional, que la consideraba alienante. Sin embargo, lo que estaba detrás de esa oposición era el radicalismo de una gente que no leía mucho y repetía lo que había oído de antiguos comunistas. Una gente estalinista, fuera de la realidad, que analizaba el mundo y la vida de acuerdo con fórmulas preparadas de un marxismo subdesarrollado, pero que lo que quería era llegar al poder para enriquecerse, como la historia reciente nos ha mostrado.

Versus, un periódico de artes, ideas y aventuras, hecho de idealismo -lo que aquella gente nunca tuvo-, no merecía ese prejuicio si tenemos en cuenta que publicaba textos de pensadores de izquierda latinoamericanos, como Mariátegui, Ernesto Cardenal y otros.

Versus también se preocupaba por la cultura indígena, las leyendas y las tradiciones de pueblos víctimas del genocidio lento que había sido la colonización de Brasil y de América.

Y no sólo eso: durante mucho tiempo el periódico fue un portavoz solitario de las reivindicaciones del movimiento negro brasileño, en una época en que las personas «desaparecían» de un día para otro tanto aquí como en Argentina, Uruguay, Chile y otros países latinoamericanos.

La antología recopilada por Matico refleja todo eso, como se ve en un reportaje en el que el reportero Renan Antunes de Oliveira llega a Montevideo dispuesto a arrancarles a las autoridades del régimen militar uruguayo noticias sobre el paradero de la brasileña Flávia Schilling. O en otro, de Wagner Carelli, en el que el reportero recorre los cementerios de Chile en busca de las historias de los muertos de septiembre de 1974, las víctimas del golpe militar liderado por el sanguinario Pinochet.

En la antología constan reportajes con firmas como las de los argentinos Rodolfo Walsh -una de las primeras víctimas fatales de la dictadura argentina-, Tomás Eloy Martínez y Diana Bellessi, y el uruguayo Eduardo Galeano. Sin contar con que reúne algunos de los mejores textos del periodismo brasileño, salidos de la pluma de Carlos Rancel, Caco Barcelos, Luiz Egyto, Arnaldo Jabor, Hélio Goldsztein y Licínio de Azevedo (que después se marchó a Mozambique), además de nombres consagrados de la cultura brasileña como Mário Pedrosa, Lívio Xavier, Plínio Marcos, Augusto Boal, Nélida Piñon, y Abdias Nascimento, así como del personal de la redacción: Faerman, Matico, Vitor Vieira y Jorge Pinheiro, entre otros. Y grandes entrevistas con Michel Foucault y Gianfresco Guarnieri. Son textos que no han perdido el sabor.

 

III

En formato tabloide, con 52 páginas, el primer número de Versus sacó una tirada de 12.000 ejemplares e incluso fue distribuido a mano, en quioscos de São Paulo, Río de Janeiro, Porto Alegre y algunas otras ciudades. Inmediatamente, grupos paramilitares de la derecha empezaron a amenazar a los dueños de los quioscos que aceptaran vender Versus. Lo cual no impidió que el periódico comenzara a despertar el interés de lectores hartos de la gran prensa que, con raras excepciones, se mostraba servil a los intereses de la dictadura.

El periódico se ganó de inmediato la adhesión de periodistas, escritores, poetas, profesores, sociólogos, ilustradores y caricaturistas, que empezaron a enviar sus colaboraciones por correo. Este articulista, por ejemplo, por entonces copy desk de O Estado de S. Paulo, colaboraba con traducciones de textos de Julio Cortázar, Juan Rulfo, Juan José Areola, Baldomero Lillo y otros.

Matico, que llegó del sur en compañía de Caco Barcelos, hoy famoso por su labor en la Rede Globo, fue quien más ayudó a Faerman a colocar el sueño en las calles, viabilizando un proyecto que, al principio tímido, alcanzaría de inmediato la tirada de 30.000 ejemplares en una nación aún hoy compuesta mayoritariamente de analfabetos, funcionales o no.

La influencia del periódico pasó a ser mucho mayor de lo que la tirada hacía suponer, hasta el punto de atraer a colaboradores que también militaban en organizaciones clandestinas y preocupar a los guardianes de la dictadura. El surgimiento del movimiento obrero en el ABC paulista [1], las huelgas de los metalúrgicos y de otras categorías de asalariados acabaron por alterar el rumbo de Versus, que, en su último año, se volvió más politizado y sectario, aunque siguió siendo utópico en la medida en que las izquierdas no tenían la menor posibilidad de alcanzar el poder por la fuerza. Y, entonces, ya sin la presencia de Marcão, apartado por disentir de las ideas de algunos integrantes del grupo Convergência Socialista.

Por las molestias causadas a la clase dominante, la redacción de Versus fue hollada más de una vez por esbirros de la dictadura. Y además tuvo que convivir con la incómoda presencia de un funcionario público disfrazado de censor que también frecuentó su redacción para leer los textos antes de su publicación.

 

IV

Faerman era un intelectual que siempre estaba al frente, porque había leído mucho. Sufría insomnio y se quedaba leyendo hasta el amanecer. Sin embargo, no vivía en una torre de marfil. Le gustaba jugar al fútbol. Los periodistas de Estadão y el Jornal da Tarde organizábamos en aquellos tiempos un partido de fútbol semanal en un campo cercano a la sede de los periódicos. Y Marcão resultó un centrocampista rompedor, sin mucha calidad técnica, pero con garra y goleador. Cuando marcaba un gol gritaba como si fuera campeón del mundo.

Seguidor fanático del Gremio de Porto Alegre, admiraba mucho a Paulo Lumumba, un jugador gremista que luego fue entrenador. Lumumba, al que le gustaba filosofar, en cierta ocasión habló para el joven reportero Marcão: «Un partido lo ganan los jugadores, pero un campeonato lo ganan los hombres». Una frase que recordaría toda la vida y la aplicaría a su vida personal, en el sentido de que sólo construyen algo los que tienen un fuego interior, un entusiasmo que contagia a los demás.

Marcão era así: como jefe de redacción de Versus, entusiasmaba a sus amigos. Sabía ejercer el liderazgo. Por eso, al final de su vida, cuando decidió hacerse profesor de Periodismo en la Facultad Cásper Líbero, en São Paulo, porque necesitaba sobrevivir, se convirtió en un maestro inolvidable que siempre hablaba de escribir un libro titulado A História da Reportagem [La historia del reportaje], en el que pretendía analizar desde los historiadores de la Antigüedad, como Heródoto, hasta los grandes reporteros de nuestros días, los cultivadores del New Jornalism, como Gay Talese, Truman Capote y John Hersey.

Adoptaba ese estilo literario en sus reportajes del Jornal da Tarde, junto con Fernando Portela y Parcival de Souza, con quienes publicó el libro Violência e Repressão [Violencia y represión] (São Paulo, Editora Símbolo, 1978). También publicó Com as mãos sujas de sangue [Con las manos manchadas de sangre] (São Paulo, Editora Global, 1979), que reúne algunos de sus mejores reportajes. Son dos libros de referencia en los cursos sobre el New Jornalism brasileño.

No se sabe si llegó a escribir aquel libro sobre la historia del reportaje, pero a mediados de los años 80 ya había hecho muchas anotaciones sobre el tema. Tampoco se sabe si esas anotaciones sobrevivieron, porque gran parte de su biblioteca fue destruida por una desavenencia doméstica. Fue una pena que no publicara el libro, pues hoy serviría como manual para los estudiantes de periodismo. Como reportero fue el mejor de su época.

 

V

La antología Versus: páginas da utopia rescata también la escisión que hubo en la redacción, cuando Faerman y su equipo prefirieron dejar la publicación para lanzar una revista, que sería Singular & Plural, de vida efímera, responsabilizando a Convergência Socialista de la radicalización que había convertido a Versus en un periódico muy politizado y cerrado, con la propuesta de formación de un nuevo Partido Socialista. Mirando hacia atrás, con una perspectiva de treinta años, esas divergencias son pueriles, como dice Matico en la presentación. Sin embargo, todo esto es memoria, es el tejido de la vida, para repetir parte de una frase de Jorge Semprún, una de las preferidas de Faerman. Menos mal que Matico garantiza que a continuación vendrán dos antologías más de Versus.

[1] Para más información sobre el ABC Paulista puede consultar http://es.wikipedia.org/wiki/ABC_Paulista

Artículo relacionado: Danos hoy nuestro Versus de cada día (Omar L. de Barros Filho) http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=4270&lg=es

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VERSUS: PÁGINAS DA UTOPIA, antologia de reportagens, narrativas, entrevistas e artigos (edición y coordinación de Omar L. de Barros Filho y proyecto gráfico de Toninho Mendes). Río de Janeiro: Beco do Azougue/Laser Press, 2007, 287 pág. Página web: www.azougue.com E-mail: [email protected]

Marcos Faerman en la redacción de Versus

 


Fuente: remitido por el autor

Artículo original publicado el 24 de enero de 2008

Sobre el autor

Àlex Tarradellas es miembro de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a sus autores y la fuente.

URL de este artículo en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=4564&lg=es