Han pasado casi cuatro décadas desde que el 3 de marzo de 1976, durante la enésima huelga convocada en dos meses, la policía disparó contra una asamblea de trabajadores en Vitoria, hiriendo a cientos de ellos y acabando con la vida de cinco. Dos días después de la matanza, 50.000 personas asistieron a los funerales. […]
Han pasado casi cuatro décadas desde que el 3 de marzo de 1976, durante la enésima huelga convocada en dos meses, la policía disparó contra una asamblea de trabajadores en Vitoria, hiriendo a cientos de ellos y acabando con la vida de cinco. Dos días después de la matanza, 50.000 personas asistieron a los funerales. Han pasado 37 años, pero víctimas y familiares siguen reclamando justicia y con ese anhelo volverán a salir hoy a la calle para homenajear a unos muertos que todavía no han sido reparados [Ver: convocatorias del aniversario]
Andoni Txasko era entonces un joven mecánico. Aquella jornada tuvo suerte, pero denuncia que al día siguiente un grupo de agentes le dio una paliza hasta quitarle gran parte de la visión en un ojo. «Lo que buscamos es sobre todo verdad y justicia por aquellos hechos, que los que hasta ahora el Estado no se ha responsabilizado», explica. «A nivel legislativo se ha reconocido a víctimas de organizaciones terroristas, pero aún falta por reconocer a esa otra parte, que son las víctimas del terrorismo de Estado«, añade el también portavoz de la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo.
La única reparación que han tenido familiares y afectados, pese a diferentes promesas por parte de las autoridades que al final han quedado en nada, vino con la Ley de Memoria Histórica, que supuso una pequeña compensación económica. Sin embargo, aún falta que el Estado reconozca los hechos. «Ha habido unas décadas de este tipo de terrorismo que sigue impune, de acciones como tortura, asesinatos, actuaciones criminales que están internacionalmente reconocidas», denuncia. Aunque tampoco entienden por qué no se incluyen casos como el suyo en la legislación de protección a las víctimas del terrorismo.
Dar la vuelta a la historia oficial
Además, Txasko considera una «humillación» que personas que tuvieron una «responsabilidad directa», como Martín Villa o Manuel Fraga, sean tan bien tratadas. «El primero tiene un puesto de responsabilidad en un banco malo y al otro le hacen homenajes en el Congreso en calidad de demócrata y libertador. Nuestra lucha está en recordar lo contrario: que fue un criminal y un azote de los derechos humanos», señala.
De hecho, Fraga cargó la culpa a organizaciones sindicales y políticas de los hechos ocurridos en 1976: «La responsabilidad de los que siguen echando a la gente a la calle, con mensajes de un tipo o de otro, les corresponde íntegra en cuanto a resultados trágicos como los que hemos vivido en Vitoria», justificó el entonces Ministro de Gobernación.
Hoy, 37º aniversario de la matanza de Vitoria de 1976, sindicatos y partidos políticos realizarán homenajes en recuerdo a los cinco obreros asesinados. EH Bildu y la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo llevarán a cabo una ofrenda floral frente a un monolito de homenaje. Más tarde, una manifestación convocada por los sindicatos partirá de ese punto hasta la plaza de la Virgen Blanca. Las reivindicaciones son las de las últimas cuatro décadas: justicia y reparación. Además la asociación emplazó al lehendakari, Iñigo Urkullu, a que «no desaproveche esta oportunidad» y le solicitó que exija al jefe del Estado español que reconozca el daño causado. Por todo ello, desde la Asociación de Víctimas 3 de Marzo se consideró que además de exigir ese reconocimiento al Estado, las instituciones vascas deben dar pasos hacia una Comisión de la Verdad.
37 años de la masacre
Hace 37 años, el 3 de marzo de 1976, la Policía irrumpió brutalmente, con gases lacrimógenos y armas de fuego, en una asamblea de trabajadores en huelga en la iglesia de San Francisco, del barrio de Zaramaga. La brutal actuación policial que causó cinco muertos y más de cien heridos de bala quedó impune. No se depuraron responsabilidades, ni se investigó, ni tan siquiera se ha pedido perdón a las víctimas.
Dos años antes, el 2 de marzo de 1974, se asesinaba a garrote vil a Salvador Puig Antich y a Heinz Chez.
Canción «Campanades a Morts» de Lluís Llach interpretada per l’Orquestra Simfònica de Gasteiz i l’Orfeó Donostiarra en commemoració dels 30 anys dels fets de Gasteiz.
Para saber más: