Traducido por Caty R.
Más de 800 suizos se alistaron en las Brigadas Internacionales promovidas por la Internacional Comunista para defender a la República española.No os olvidaremos; y cuando el olivo de la paz florezca,
entrelazado con los laureles de la victoria de la República Española,
¡volved!…
Aproximadamente la cuarta parte no volvió y casi todos resultaron heridos. Los ginebrinos fueron integrados con todos los francófonos en la decimocuarta Brigada, llamada «La Marsellesa» (1).
Eolo Morenzoni, de origen tesinés y miembro del Partido Comunista fue, con 16 años, el suizo más joven alistado en las Brigadas Internacionales. Se fugó de su casa dejándoles una carta a sus padres:
«Queridos padres, no puedo hacer otra cosa; tengo que escuchar la llamada de mi corazón. Debo viajar a España para luchar, para poner todo mi valor y todo lo que recibí de vuestro amor al servicio de la causa. Os agradezco de todo corazón lo que habéis hecho por mí. Algún día podré devolveros lo que me disteis. Sé que soy joven pero, ¿por eso tendría que perder mi tiempo y mi juventud en Tesino? Haré que os sintáis orgullosos de mí. Perdonad mis errores y mis faltas. No penséis que nadie me llenó la cabeza de pájaros, lo que hago es por mis convicciones. En vez de expresarme con la pluma, me siento en la obligación de combatir a los traidores con un fusil o una ametralladora. Os informaré de cómo van las cosas. Hasta la vista. Eolo»
Tras una semana de formación militar partió al frente. Le hirieron dos veces. Finalmente sus padres lograron recuperarle y devolverle a Suiza.
De origen bernés, Arthur Friedli estaba en paro cuando decidió alistarse. «La mañana de mi partida, en diciembre de 1936, mi madre me abrazó; aprobaba mi decisión, estaba contenta». Herido en un brazo, Arthur Friedli se hizo trombón de varas de las Brigadas Internacionales (2).
Marcel Borloz pasó 18 meses en España. Era chófer y abastecía a las tropas, después se ocupó de la evacuación de los civiles. Resultó herido y estuvo hospitalizado; luego regresó al frente.
Henri Meyer resultó herido en un muslo por una bala explosiva (3).
Henri Oberson tuvo que volver a Suiza para hacerse extraer una bala de la nariz (4).
Ernest Pierrehumbert también resultó herido y conservó toda su vida el plomo en su cuerpo. Durante la Segunda Guerra mundial llevó clandestinamente a Suiza a los refugiados españoles (5).
Joseph Marbacher era miembro del Partido Comunista de Ginebra y de su «Guardia Obrera», estuvo presente en la fusillade du 9 novembre 1932 [*]. Con su padre ayudaba a los antifascistas italianos y alemanes que se iban a combatir a España y rápidamente decidió unirse a ellos: «No tengo cargas familiares, ni trabajo fijo ni novia. No tengo ninguna razón para no ir a cumplir mi deber a España» Ascendió a sargento en el batallón «Comuna de París» en el frente del Ebro. Algunos centenares de hombres tuvieron éxito y pasaron el Ebro pero después los dejaron clavados al suelo los bombardeos y los disparos de las ametralladoras. Para darse valor los brigadistas entonaban cantos revolucionarios como «La Varsoviana» o «La Joven Guardia». Una granada explotó a pocos metros de Marbacher, que resultó gravemente herido en la cabeza. Los franquistas lo apresaron y escapó de la ejecución por los pelos. Marbacher se salvó de milagro.
En otoño de 1938 el gobierno republicano aceptó la resolución de la Sociedad de las Naciones (SDN) que pedía la retirada de todas las tropas extranjeras que participaban en el conflicto. Los brigadistas fueron desmovilizados. Se organizó una emocionante ceremonia de despedida en Barcelona. Dolores Ibarruri, la Pasionaria, dio las gracias calurosamente a los brigadistas: «Podéis marchar orgullosos ¡Vosotros sois la Historia! ¡Sois la leyenda!» [**] (6).
A su regreso, en Suiza, los brigadistas cargaron con penas de prisión de hasta 8 meses además de las complicaciones policiacas y administrativas.
En el año 2000 se inauguró un monumento en Plainpalais en el lugar donde ocurrieron los hechos trágicos de 1932. La iniciativa partió de la consejera administrativa socialista Jacqueline Burnand, hija de un brigadista (7). Suiza es el único país que condenó a sus paisanos que combatieron en España y nunca rehabilitó a los brigadistas.
Notas:
(1) Entre los brigadistas de origen ginebrino o que se instalaron más tarde en Ginebra, podemos citar los nombres de Charles Berche, Marcel Borloz, Marcel Bovay, Hermann Burdet, Emile Castelli, Raymond Chambordon, Fernand Chevalier, Albert Damond, Raoul Descombaz, Arthur Friedli, Marius Geiser, René Guenin, Felix Hartmann, Henri Jonzier, Fernand Jossevel, Max Keck, Domenico Ludovici, Joseph Marbacher, Guy Masson, Hans Mathyer, Henri Meyer, Charles Monighetti, Jean-Marie Monnier, Eolo Morenzoni, Charles Mussard, Henri Oberson, Gustave Perdrisat, Othon Petrie, Ernest Pierrehumbert, Lucien Raymond, Raymond Salamin, Emile Schira, Jules Sevestre, Georges Vallin, Charles Weber, René Zurbrügg. Para ver una lista -incompleta- de los brigadistas suizos, ver Les combattants suisses en Espagne républicaine (1936-1939), Nic Ulmi y Peter Huber, Ed. Antipodes, Lausana 2001.
(3) AFP, 3 de noviembre de 1996.
(4) Tribune de Genève, 6 de noviembre de 1996.
(5) Nic Ulmi y Peter Huber – op. cit.
(6) Les oubliés: trois Suisses de la guerre d’Espagne, Pierre Bavaud y Jean-Marc Béguin, Ed. Cabédita, 1998.
(7) Tribune de Genève, 19 de junio de 2000.
N. de T.
[*] La fusillade (descarga de fusilería) del 9 de noviembre de 1932 es un acontecimiento trágico que ocurrió en Ginebra (Suiza). Los soldados que hacían frente a una manifestación obrera contra el fascismo en el barrio de Plainpalais, sin avisar, de repente empezaron a disparar sobre la muchedumbre y mataron a 13 personas e hirieron a otras 63.
[**] Despedida de la Pasionaria: http://site.voila.fr/espana36/brigades/despedi.htm
Texto original en francés: http://www.lescommunistes.org/spip.php?article1068
Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la traductora y la fuente.