La campaña contra los centros de internamiento de extranjeros alerta de un nuevo vuelo previsto para el martes 11, esta vez con destino a Latinoamérica.
En los últimos meses, la Campaña contra los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) ha documentado –y en ocasiones anunciado anticipadamente– la salida de vuelos de deportación de inmigrantes con destino a Senegal y Nigeria. El 26 de septiembre y el 19 de noviembre salieron de Barajas dos vuelos hacia Dakar; el 3 de diciembre el destino fue Lagos. Ahora podemos afirmar que el 11 de diciembre habrá un vuelo hacia Latinoamérica, con dos escalas previstas: Colombia y Ecuador.
En los últimos días han sido trasladadas al CIE de Aluche personas de nacionalidad ecuatoriana y colombiana. Por ejemplo, seis personas colombianas fueron trasladadas desde Barcelona, y dos más desde Granada. Permanecen dispersas en varios módulos del CIE.
Los testimonios de personas deportadas en vuelos anteriores nos han permitido reconstruir la sofisticada planificación de estos vuelos: en todos los casos se producen redadas racistas contra las personas de las nacionalidades víctimas de las deportaciones; estas redadas se producen incluso en las veinticuatro horas previas al vuelo. Los gobiernos de los países de destino son cómplices necesarios de estas expulsiones. La compañía que fleta los aviones es Air Europa, gracias a un acuerdo de casi doce millones de euros con el Estado español. El Protocolo para las Repatriaciones es especialmente cruel, pero en muchos casos la actuación policial lo sobrepasa mediante el uso de esposas metálicas y mediante la paliza policial sistemática a quienes tratan de resistirse pasivamente a la expulsión.
La Campaña contra los CIE anuncia iniciativas coordinadas contra las empresas implicadas en los vuelos. En el Grupo Globalia, junto a Air Europa, se encuentran empresas como Viajes Ecuador -amarga ironía- y Halcón Viajes. Entre sus accionistas están Juan José Hidalgo, el exministro popular Abel Matutes, Unicaja y el Banco Popular.
No a «los Guantánamos europeos»
El sábado pasado una manifestación llegó hasta las inmediaciones del CIE de Aluche (Madrid). Se escucharon gritos a ambos lados del muro: desde la calle se leía un comunicado de denuncia de la muerte de un interno en el CIE de Zona Franca (Barcelona) mientras se escuchaba a las personas encerradas en Aluche gritar ¡libertad! a través de los barrotes. El enorme despliegue policial por las calles aledañas se complementó con la amplia presencia de antidisturbios dentro del Centro de Internamiento de Extranjeros. Las personas internas fueron obligadas a permanecer en las celdas y se cancelaron las visitas.