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Subversiones

Y no me mandéis al monte

Fuentes: Rebelión

No hubiera sido deseable este breve y somero análisis, que muchos deplorarán, si el desarrollo de los últimos acontecimientos en el entorno abertzale hubiese tomado otra deriva (o abatimiento) más honorable. Esta crítica que a continuación sigue, se ejerce con todo el respeto que merece una decisión en la línea de acción política refrendada por […]

No hubiera sido deseable este breve y somero análisis, que muchos deplorarán, si el desarrollo de los últimos acontecimientos en el entorno abertzale hubiese tomado otra deriva (o abatimiento) más honorable. Esta crítica que a continuación sigue, se ejerce con todo el respeto que merece una decisión en la línea de acción política refrendada por «gran parte» de las bases del colectivo de la IA (Izquierda Abertzale). No obstante, la «desazón» expuesta en estas líneas es, a buen seguro, la misma que otros militantes y simpatizantes compartirán ya, o pronto habrán de compartir.

En las artes políticas los posicionamientos tibios y timoratos lejos de conciliar y conciliarse suelen provocar el recelo a ambos lados de su equidistancia: a la derecha desconfianza y sospecha, a su izquierda frustración y derrota.

Sortu dixit: «Nadie fagocitará a este partido» y «no somos continuidad de nada».Si analizamos y sopesamos correctamente tales afirmaciones (despejando el silogismo) se concluye sin remedio que, si bien, nacen de la nada, pues no son continuidad, la fagocitación a la que aluden querrá referirse (cosas del subconsciente) a la que sucumbirán en las propias fauces de la dictadura burguesa o «democracia formal» (que no real).

El necesario acatamiento de una ley tan fascista como pocas (Ley de partidos) y del farisaico juego institucional (corona, poderes fácticos y económicos…) imposibilita, por definición, cualquier capacidad de acción para poner a las estructuras burguesas tan siquiera en entredicho.

Por tanto, ¿cuál habría de ser a partir de ahora el fin y las conquistas de este nuevo proyecto político con tan estrecho margen de maniobra?¿Y qué consecuencias?: Principalmente, la (aunque no reconocida) renuncia al Socialismo (y escribo con mayúsculas) como fórmula y modelo de organización social, por pura incompatibilidad con el régimen democrático burgués y, por otro lado, una manifiesta intención inverosímil de reagrupamiento amplio con «cualquier» fuerza soberanista (incluida, por tanto, la derecha vascongada), lo que condenaría a tal proyecto a una simbólica declaración de intenciones: apuesta por un futuro (la zanahoria) donde se den las condiciones para una consulta por la autodeterminación, etc., a sabiendas de que el Estado español gira articulado en torno al trono borbónico y subordinado, en los estamentos, a fuerzas oligárquicas neofranquistas, resultará poco menos que impensable la secesión de la patria vasca. («Nada que negociar»).

Si por puro electoralismo se «adelgazan» los estatutos para, a toda costa y a cualquier precio, obtener el visto bueno del aparato españolista (la legalización), se habrá desembocado en un partido de corte «progresista» (y «naranjista», véase la imagen-logotipo, y la estrella de cinco puntas transformada en «asterisco») que no pueda pensar en excederse más allá de unos márgenes ideológicos socialdemócratas al uso (europeísmo), para no estar bajo sospecha en los anales de la judicatura ultraconservadora del Estado español.

Algo muy similar al revisionismo y al oportunismo, si miramos cincuenta años atrás, con dignidad y respeto, la firme trayectoria del Movimiento de Liberación euskaldún.

Y, por añadidura, resulta inaudito el empeño y la obcecación de fascistas y neoliberales (más sus voceros) por continuar con la criminalización de la IA a pesar de las «reformas» y el reformismo acometidos por esta. Una iniciativa que por mucho cinismo que se utilice, a la postre, significa la práctica asimilación de la mayoría del electorado abertzale por parte de los «resortes» del Estado español. Una domesticación. Y un «triunfo», en definitiva, españolista.

Mas, si fuese el cierre del negocio que la violencia vasca les reporta lo que les encanalla ¡bien podridos están sus principios y qué ilegítimas son, entonces, sus instituciones!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.