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¿Y qué derechos están amenazados hoy en Cataluña?

Fuentes: Rebelión

Josep Guardiola, como demostró hacia 2004 cuando jugó en Qatar y hace pocos años cuando aún era entrenador del Barça y el club de Núñez-Gaspar-Laporta-SandroR-Bertomeu (¡menudo quinteto!) estableció «relaciones crematísticas interesadas e interesantes» con el emirato, acostumbra a estar muy preocupado por los derechos ciudadanos amenazados. ¿O más bien no? Más bien no. Parece que […]

Josep Guardiola, como demostró hacia 2004 cuando jugó en Qatar y hace pocos años cuando aún era entrenador del Barça y el club de Núñez-Gaspar-Laporta-SandroR-Bertomeu (¡menudo quinteto!) estableció «relaciones crematísticas interesadas e interesantes» con el emirato, acostumbra a estar muy preocupado por los derechos ciudadanos amenazados.

¿O más bien no? Más bien no. Parece que ahora sí que toca.

¿Qué derechos están amenazados en Cataluña como aseguró el pasado domingo 11 de junio el entrenador del Manchester City, en castellano, catalán e inglés, en la concentración secesionista, al lado del gobierno en pleno de Junts pel sí, en cuya lista se presentó en las últimas elecciones parlamentarias-plebiscitarias, las mismas en las que las fuerzas separatistas -él incluido- fueron derrotadas?

¿Está preocupado por los derechos inexistentes de tantas mujeres asesinadas y maltratadas en los últimos años en Cataluña con una pasividad digna de crítica severa de los gobiernos de la Generalitat?

¿Está preocupado por el aumento de la (sin)razón patriarcal en un país que, si rascas un poco, es profundamente conservador en el peor de los sentidos?

¿Está preocupado por la aniquilación del derecho a la decencia que representan las múltiples hazañas depredadoras del clan familiar de la Madre Superiora de la Congregación y de su ex honorable esposo, y de muchos colectivos afines (la lista es casi interminable)?

¿Está preocupado por el intento de aniquilación del derecho a la salud -incluso de la existencia de ese derecho- que encabezó el gobierno Mas-Boi Ruiz?

¿Está preocupado también por falta de pluralidad que significa la manipulación permanente y ad nauseam de los medios de información públicos, como TV3, convertidos por decisión y acción gubernamental en medios de intoxicación ideológico-secesionista (el pasado domingo tuvimos el último ejemplo)?

¿Está preocupado por la animadversión permanente en .Cat a todo lo que tenga que ver con el resto de España y las culturas españolas federalistas?

¿Está preocupado por la situación de las ciudadanas catalanes (también ciudadanos) que no nos sentimos secesionistas?

¿Está preocupado por la falta de apoyo a la educación pública y por el escándalo que significan los conciertos con las concertadas incluidos los casos en que segrega a los niños y niñas por sexo?

¿Está preocupado por la situación de los ciudadanos catalanes más desfavorecidos, ciudadanos a los que el gobierno de Mas, uno de sus amigos, agredió con todas sus fuerzas en casos como los del PIRMI?

¿Está preocupado también por el ataque al derecho de equidad que representó la política fiscal del primer gobierno Mas? ¿Por el aumento de las desigualdades en el país petit?

¿Está también preocupado por el «buen estado» del derecho a dividir que representa de manera creciente y como muchas vivimos el inexistente derecho a decidir?

¿Está preocupado por el ataque al derecho a la veracidad que representa las historias y los permanentes embustes generados por las denominados colectivos de la sociedad civil tipo OC, ANE, AMI? ¿Cómo consiguen tantos y tantos medios por cierto?

¿Está preocupado por los derechos de las personas enfermas y necesitadas de mayores cuidados por parte de unos gobiernos, los de .Cat, insensibles a sectores que necesitarían protección, incluso mimo?

¿Está preocupado Josep Guardiola por la falsedad que representa apelar al derecho de autodeterminación en el caso de Cataluña, una comunidad que nada tiene que ver con una situación colonial o afín?

La lista puede extenderse. Dejémoslo aquí por el momento.

En fin, de todos estos derechos debe ser estar preocupado alguien que, sabido es, tiene una larga historia de preocupación y queja por los derechos ciudadanos y, sobre todo, por los derechos de las clases trabajadoras.

En cualquier caso, segundo punto de su acusación, ¿a qué instancias de qué Estado autoritario hizo referencia? ¿Al gobierno del PP y a su apropiación inadmisible de las instituciones a pesar del varapalo o corrección electoral al que fue sometido en las dos últimas contiendas?

Probablemente sí, pero también debe haber hecho referencia a otra instancia del Estado, al gobierno de la Generalitat que, entre otras hazañas, manipula todo lo que puede el poder legislativo en Cataluña, hasta el punto de querer transformar lo que fue una derrota, el 27S, en un apoyo mayoritario a favor de la escisión. ¿Es a este autoritarismo antidemocrático al que quiso hacer referencia? ¿Es del autoritarismo que representa hablar del «pueblo de Cataluña» cuando, de hecho, se habla tan sólo de una parte de la ciudadanía? ¿Está preocupado por el autoritarismo qué representan los procedimientos antidemocráticos en curso?

¿O todo fue más bien un cuento, otro cuento, para salir en la foto y jalear los oídos de los fieles y añadir una nueva página a la falsaria narración secesionista? ¿No habría que mirarse el propio ombligo? ¿Y qué vemos cuando nos miramos con una mínima objetividad?

La acumulación de falsedades-exageraciones no genera verdad alguna. ¿Falsedades exageraciones? No exagero. Algunos ejemplos del pasado domingo: «No tendréis bastantes cárceles para encarcelar al pueblo de Cataluña», Jordi Cuixart i Navarro, empresari (Òmnium Cultural). «Ni cárceles ni jueces ni agentes de la fuerza pública para impedir el referéndum». Jordi Sánchez, Assemblea Nacional de Catalunya.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.