La Corte de Roma decidió que Alfonso Podlech no es culpable del homicidio del ex sacerdote ítalo-chileno Omar Venturelli, desaparecido de la cárcel de Temuco en 1973. El juez español Garzón había ordenado su arresto en 2008. «Para nosotros, todos los días son 11 de septiembre. Con esta sentencia, a mi marido lo hicieron desaparecer […]
La Corte de Roma decidió que Alfonso Podlech no es culpable del homicidio del ex sacerdote ítalo-chileno Omar Venturelli, desaparecido de la cárcel de Temuco en 1973. El juez español Garzón había ordenado su arresto en 2008.
«Para nosotros, todos los días son 11 de septiembre. Con esta sentencia, a mi marido lo hicieron desaparecer de nuevo», dijo a Página/12, Fresia Cea, esposa del ex sacerdote ítalo-chileno Omar Venturelli, desaparecido de la cárcel de Temuco, en Chile, en 1973. Cea se refería a la sentencia, conocida el lunes en Roma, que absolvió al ex fiscal militar chileno Alfonso Podlech, acusado de homicidio, secuestro y masacre de cuatro ciudadanos ítalo-chilenos, entre ellos Venturelli, militante de la organización Cristianos por el Socialismo.
«Yo busco la verdad. La justicia es difícil en nuestros casos porque los que han cometido estos crímenes están amarrados con los poderes y con los gobiernos. Es muy difícil para nosotros combatir contra ellos a nivel internacional. Es muy fácil para ellos», añadió Cea, quien pese a estar enferma, como ella mismo contó, presenció junto a su hija María Paz todas las audiencias realizadas en Roma, viajando desde Bolonia, donde residen.
La Corte, presidida por la jueza Anna Argento, absolvió a Podlech «por no haber cometido el hecho», dejándolo en libertad de la acusación de homicidio. Respecto de las otras dos acusaciones, secuestro y masacre, la primera había caído en prescripción y por la segunda no correspondía que fuera juzgado, porque en Chile no existe un delito de esta naturaleza, se precisó.
Podlech Michaud, 76 años, fue arrestado en 2008 en Madrid, mientras estaba en tránsito hacia Praga con su esposa en el aeropuerto de Barajas. La magistratura italiana había emitido un mandato de captura que fue puesto en práctica por el juez español Baltasar Garzón. Podlech fue extraditado a Italia y el proceso comenzó en 2009 en Roma. Viajaron varios testigos desde Chile para hablar sobre las torturas que habían sufrido en la cárcel de Temuco. Entre ellos, Carlos López Fuentes, ex preso político condenado por el fiscal militar Podlech en un Consejo de Guerra a nueve años de cárcel. Y Jeremías Levinao, mapuche, militante del Movimiento Campesino Revolucionario, que en Temuco sufrió la cárcel y las torturas. La señora Cea contó que la hermana de Podlech se había encargado de hablar con los familiares de los testigos para que ellos no declararan cosas terribles contra el acusado.
El absuelto Podlech no tuvo ninguna reacción en el momento de la lectura de la sentencia, pero sí en cambio cuando los jueces se estaban por retirar para el debate final. «He pedido al Espíritu Santo que los ilumine para una sentencia que me libere de toda responsabilidad, así como sucedió en Chile. Deseo vivir los pocos años que me quedan en mi país y en paz. Lamento lo que ocurrió en mi país en 1973. Lamento los abusos que han sufrido las personas. Pero yo era sólo un consultor legal de la Fiscalía Militar. Nunca interrogué, ni torturé ni hice nada para hacer desaparecer a nadie. Va contra mis principios morales. Lamento que después de tantos años haya todavía un espíritu de venganza que yo creía superado.»
Según Fresia Cea, en cambio, «todo el mundo sabía que él era quien tenía que ver con los presos políticos». El mismo obispo de Temuco, Bernardino Piñera, lo contó en una audiencia del juicio. Piñera fue uno de los testigos traídos por Podlech a Roma. El dice que nunca fue fiscal militar; sin embargo, según la esposa de Venturelli, en documentos presentados ante la Justicia aparece como un fiscal militar ad hoc para los detenidos políticos en Araucanía.
La absolución fue recibida con profunda tristeza por la familia de Venturelli que hasta el día de hoy no ha podido ni siquiera dar con los restos de su familiar. «He seguido buscándolo por tantos años y lo seguiré haciendo. Ahora Podlech deberá enfrentarse en Chile con la querella que presenté en julio de 2006 contra él, Pinochet y Contreras (de la policía política, N.d R.). Y mi marido no es el único caso sobre el cual deberá responder en Chile», recordó.
Venturelli y su esposa se habían presentado al regimiento Tucapel de Temuco para una serie de controles el 16 de septiembre de 1973. La mujer fue liberada dos días después. El en cambio fue arrestado y desapareció. No se tuvieron más noticias desde el 4 de octubre de 1973.
«Lloran los torturados, los indios, los indefensos de ayer y de hoy. Se sienten aliviados los poderosos, los gobiernos. Pero recordemos que con el uso de la ley y de la democracia, Alfonso Podlech ha comido, caminado y dormido dentro de una cárcel durante tres años», escribió Jorge Ithurubu, uno de los motores de los procesos contra los militares argentinos en Italia.
Cuando se leyó la sentencia estaban presentes en el aula del Tribunal varios familiares de desaparecidos, entre ellos la sobrina de la madre Genevieve, una de las monjas francesas asesinadas por la dictadura militar argentina, y representantes del Comité Justicia para Venturelli.
La familia Venturelli espera conocer las motivaciones de la sentencia dentro de 90 días, confía en que el fiscal italiano Giancarlo Capaldo, que llevó adelante este juicio, apele la sentencia. Capaldo es conocido en Italia por haberse ocupado de numerosos casos de desaparecidos italianos en Latinoamérica, particularmente en Argentina.
Mientras tanto Podlech está libre y probablemente ya en Chile.
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