El Estado español pasa a estar en la estructura militar de la OTAN gracias a un acuerdo que sitúa Rota como centro del escudo antimisiles.
Finalmente, el PSOE y Zapatero «han entendido que Estados Unidos es clave. (…) Es una buena noticia. Bienvenidos al mundo real». Esas fueron las palabras, cargadas de sorna, con las que el coordinador de Relaciones Internacionales del Partido Popular, Jorge Moragas, valoró el pasado jueves 6 de octubre el acuerdo anunciado el día anterior en la sede central de la OTAN, en Bruselas, por José Luis Rodríguez Zapatero y el secretario de Defensa de EE UU, León Panetta: la base militar de Rota se convertirá en el enclave naval fundamental del escudo antimisiles de la OTAN.
La base gaditana de uso conjunto hispano-estadounidense, albergará a partir de 2013 cuatro buques de la Armada de EE UU, 1.200 militares y 100 civiles.
Los pasos de Felipe González
Para vender su indigerible producto a la opinión pública, Zapatero hizo hincapié en que esa decisión de su Gobierno tendrá «un impacto socioeconómico muy positivo» para la deprimida zona de la bahía de Cádiz, por el consumo que supondrá la presencia de 3.400 estadounidenses más en la base de Rota, entre militares, civiles y sus familiares, y por el trabajo de mantenimiento y reparación de los buques de guerra, que podrá hacerse en los astilleros de San Fernando.
Eufórico, el presidente añadió que el nuevo Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN (CAOC), situado en la base de Torrejón de Ardoz, se integrará también en el sistema de mando y control del escudo antimisiles. Como ya viene siendo práctica habitual en las ruedas de prensa de los dirigentes políticos españoles, Zapatero no aceptó preguntas de los periodistas, y como el Congreso de los Diputados está disuelto desde el 26 de septiembre y existe la tradición desde la Transición en adelante de que no se convoque a sus señorías ni ante situaciones excepcionales en periodo preelectoral, para el Gobierno el tema está cerrado.
Cuestión de familia política
El líder socialista repite así los pasos andados décadas atrás por su predecesor al frente del PSOE, Felipe González. Del «¡OTAN no, bases fuera!» de la campaña electoral de 1982, el PSOE pasó a tener -de 1992 a 1995- a uno de sus dirigentes y ministros, Javier Solana, como secretario general de la Alianza. En 1991 Felipe González no dudó en enviar cientos de soldados de reemplazo y barcos de guerra para la primera Guerra del Golfo contra Iraq lanzada por Bush senior. Lo hizo al igual que ahora Zapatero, sin que mediara debate alguno en el Congreso de los Diputados, a pesar de las críticas de Izquierda Unida e incluso de sectores del PSOE, y desoyendo las huelgas y manifestaciones callejeras. Si González había gritado a inicios de los ’80: «OTAN, de entrada, no», y después hizo lo que hizo, ¿por qué Zapatero no puede hacer de Rota la gran plataforma antimisiles, a pesar de que en 2003 haya denunciado a Aznar por apoyar precisamente el escudo de Bush junior?
Para el Gobierno tampoco parece ser contradictorio que Zapatero hace sólo ocho años no se levantara de su silla ante el paso de la bandera estadounidense en un desfile militar y que al llegar al poder retirara de inmediato las tropas de Iraq, con el posterior aumento de tropas y protagonismo en la guerra imperialista de Afganistán.Tampoco parece provocarle problemas de conciencia al PSOE el haber mirado hacia otro lado cuando los vuelos de la CIA hacían escalas en aeropuertos españoles, ni el hecho de obstruir desde hace años la acción judicial contra los militares estadounidenses que asesinaron a José Couso.
Transformismo e indignación
Todo es posible de parte del transformista Zapatero, como lo fue con González, como lo es a diario en la política del PSOE, que tanto en el Gobierno de uno como en el del otro pudo pasar de una política de reformas sociales progresistas en un primer mandato, a otra posterior de neto corte liberal. Ola privatizadora de empresas públicas en la era González -condimentada con corrupción y terrorismo de Estado, claro-, ola de duros ajustes sociales y vuelta al redil del Imperio, con Zapatero.
Es errado pensar que Zapatero, inconscientemente, está minando las posibilidades electorales de su delfín con estas medidas a matacaballo que está sacando adelante, como la reforma constitucional o este inaudito pacto con la OTAN. Sin duda Rubalcaba ha compartido esas y otras decisiones de Zapatero. En esta involución ideológica a la que nos tiene acostumbrados la socialdemocracia parece más sensato pensar que ambos dirigentes, al igual que el resto de la dirección del PSOE, dan por hecho que la lucha de clases es algo «superado» y que lo mejor para «los ciudadanos» es que el Estado español haga bien los deberes neoliberales que le han ordenado la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para calmar a los mercados y para recibir palmaditas en el hombro de parte de los países poderosos.
Si acaso, para no despertar a los adormilados dirigentes de CC OO y UGT, que tan bien vienen portándose con el Gobierno y la patronal, ni seguir perdiendo votos de esa izquierda cada vez más indignada, es bueno que el delfín de Zapatero obtenga de éste alguna migaja para tranquilizarlos. Y así Pérez Rubalcaba ha conseguido que se reinstaure el impuesto al patrimonio… con años de atraso. Patético, pero patético es también el panorama de una izquierda, parlamentaria y extraparlamentaria, que con más indignados e indignadas cada día en la calle, no es capaz de conformar una alianza electoral alternativa.
Marchas contra el acuerdo
La Plataforma Andaluza contra las Bases Militares, integrada por varias asociaciones sociales, políticas y ciudadanas, ha rechazado la decisión del Gobierno de que Rota se convierta en base militar del escudo antimisiles. La plataforma ha convocado ya dos marchas de protesta. La primera se llevará a cabo el 30 de octubre en Morón y la segunda el 6 de noviembre en Rota, la XXVI marcha contra las bases militares, bajo el lema: «Recortes militares sí, recortes sociales no. Ni OTAN, ni bases».
Roberto Montoya. Periodista y escritor, autor de ‘El Imperio Global’.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Zapatero-cierra-la-legislatura.html