Recomiendo:
0

Su compromiso no garantiza, sin embargo, el control público

Zapatero: «Haré lo posible y lo imposible por mantener la Naval»

Fuentes: Gara

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió a Bilbo para proclamar la candidatura de Patxi López cara a las próximas autonómicas. Medio millar de trabajadores de La Naval se concentraron a las puertas del Palacio Euskalduna. Zapatero contestó a la protesta reuniéndose, por espacio de media hora, con el comité de empresa […]

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió a Bilbo para proclamar la candidatura de Patxi López cara a las próximas autonómicas. Medio millar de trabajadores de La Naval se concentraron a las puertas del Palacio Euskalduna. Zapatero contestó a la protesta reuniéndose, por espacio de media hora, con el comité de empresa al que mostró su compromiso con el futuro de los astilleros, si bien no especificó si La Naval mantendrá su dependencia respecto al sector público.

BILBO

En el acto de proclamación del secretario general del PSE, Patxi López, como candidato a lehendakari, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que no le agrada tener que referirse al sector de los astilleros públicos como «un problema heredado» del anterior ejecutivo del PP. Sin embargo, recordó que «hizo trampas en el solitario y no dijo la verdad a la Unión Europea de las ayudas que estaba dando al sector, ni dijo la verdad a los representantes de los trabajadores». Bajo esa perspectiva, Rodríguez Zapatero destacó que el tema de los astilleros públicos «es el problema del Gobierno de la nación y quiere decir que éste es el gobierno que va a salvar a los astilleros». Adelantó que elaborará un plan de viabilidad industrial que será acordado con los sindicatos y precisó que «no ha de haber ningún trabajador abandonado a su suerte en los astilleros de este país». Patxi López intervino en este tema indicando que «haré lo posible y lo imposible por mantener La Naval».

Minutos antes de hacer estas declaraciones públicas, el presidente del Gobierno español mantuvo una reunión por espacio de media hora con los representantes sindicales de La Naval en la que también estuvieron presentes los secretarios generales de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, y de CCOO de Euskadi, Josu Onaindi. En el encuentro, les adelantó también que está trabajando en la contratación de carga de trabajo.

En la calle, alrededor de medio millar de trabajadores de La Naval, algunos ex trabajadores del astillero Euskalduna y diferentes personas que se hicieron eco de la convocatoria pidieron futuro para el sector público y recordaron con fuerza que la sociedad no quiere que el astillero de Sestao termine cerrado como el de Euskalduna. La vigilancia policial de la Ertzaintza fue intensa en la calle y en la azotea del palacio Euskalduna.

El presidente del comité de La Naval, Miguel Angel Asporosa, recordó que trasmitieron al presidente del Gobierno español el rechazo a la segregación y a la entrada de «especuladores privados». Según explicó Asporosa, «el presidente ha adoptado un compromiso personal de mantenimiento de los astilleros públicos y dotación de carga de trabajo de forma inmediata». También dijo que el plan de viabilidad «se hará con el consenso de los sindicatos».

El representante de los trabajadores señaló que la decisión adelantada por Rodríguez Zapatero no significa la retirada del plan que el presidente de SEPI, Enrique Martínez Robles, les entregó el pasado martes, pero Miguel Angel Asporosa destacó que «Martínez Robles tendrá que hacer lo que se ha comprometido el presidente del gobierno español».

Emilio Urreta, representante de ELA, recordó en la reunión con Rodríguez Zapatero que «justo por estas fechas hace 20 años se iniciaron las movilizaciones en defensa del astillero Euskalduna donde hoy está el palacio de congresos. Entonces, 5.000 familias perdieron el empleo. No queremos que ocurra de nuevo», sentenció.

Urreta también expuso que «por desgracia, Rodríguez Zapatero ha dado la palabra de que va a salvar el sector, pero no ha garantizado que La Naval vaya a ser una empresa pública y tenga garantías de futuro».

Koldo Maruri, del CAT, recordó que «el compromiso adoptado por el mandatario español es importante, pero hace falta que se cumpla». Mientras que Pedro Rodríguez, de CCOO, esperará a la próxima reunión con SEPI, el día 15, para saber «si se han trasmitido ese planteamiento». Manuel Velado, de UGT, dijo que «la Margen Izquierda no puede soportar más ajustes de reconversiones» y al inicio de la reunión regaló al presidente del Gobierno español una publicación sobre los astilleros en la Ría de Bilbo.

«¿A quién creer?», fue el interrogante más extendido
J. B.

BILBO

No es habitual que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se reúna con el comité de empresa de La Naval para explicar la posición que tiene sobre el futuro de los astilleros públicos. La explicación tiene que ver con el propio acto en si de proclamación de Patxi López como candidato a lehendakari para las elecciones autonómicas del próximo año. Por esa razón, muchos de los trabajadores del astillero público vizcaino restaron «credibilidad» al anuncio. Muchos de ellos recordaron que hace veinte años comenzó el cierre del astillero público Euskalduna con el Gobierno de Felipe González. Ayer Rodríguez Zapatero dijo que se realizará un plan industrial que garantice la actividad de los astilleros públicos y que SEPI «hará lo que diga el gobierno». Pero el presidente de esa sociedad estatal, Enrique Martínez Robles, presentó hace tan sólo siete días un plan que deja sin futuro público a cuatro astilleros, entre ellos La Naval, y comunicó a los sindicalistas que lo hacía con el visto bueno del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Los trabajadores se preguntaron ayer «¿a quién creer?».

1.200 millones para las prejubilaciones

Zapatero aseguró que el plan de viabilidad se negociará y se consensuará con los sindicatos, pero ya desde SEPI se ha filtrado que los planes de prejubilaciones para la mitad de la plantilla del Grupo Izar tendrán un coste de 1.200 millones de euros y, por otro lado, fue el último Consejo de Ministros antes de vacaciones en el que se creó una nueva sociedad. –