El escenario fue el senado, el día de autos, ayer miércoles, donde ante la preocupación del senador del PP, Pío García Escudero, sobre los intereses de los terratenientes españoles en Venezuela que, dada la improductividad de sus tierras están siendo expropiados por el gobierno bolivariano, muchos de ellos recibiendo por indemnizaciones, Zapatero lo tranquilizó poniéndose, […]
El escenario fue el senado, el día de autos, ayer miércoles, donde ante la preocupación del senador del PP, Pío García Escudero, sobre los intereses de los terratenientes españoles en Venezuela que, dada la improductividad de sus tierras están siendo expropiados por el gobierno bolivariano, muchos de ellos recibiendo por indemnizaciones, Zapatero lo tranquilizó poniéndose, como no podía ser de otro modo, al lado de… los terratenientes. Lean, lean.
José Luis Rodríguez Zapatero aseguró el miércoles que será «firme e inflexible» en la defensa de los españoles residentes en Venezuela, cuya integridad y bienes se sientan amenazados por las leyes expropiatorias del gobierno de Hugo Chávez.
El presidente del Gobierno adquirió este compromiso en el Senado al responder a una pregunta del portavoz del Grupo Popular en la Cámara Alta, Pío García-Escudero, quien denunció -no se rían por favor- que unas 200 familias españolas, la mayoría canarias, que viven en varios estados venezolanos de la zona de los Llanos del Orinoco, están siendo sometidas a extorsiones, incendios de vivienda, agresiones, secuestros, violaciones y amenazas permanentes «ante la pasividad y complacencia de las autoridades venezolanas».
Reproches a los embajadores
García-Escudero, que señaló que, en apenas un año, más de 40.000 hectáreas de tierra han sido invadidas, criticó la falta de firmeza del Gobierno ante esta situación y reprochó el papel que están desempeñando el embajador en Caracas, Raúl Morodo, y el embajador especial para los españoles en el extranjero, Miguel Cortizo, a quienes llamó «embajadores políticos con carné del PSOE». Además, acusó a Zapatero de transmitir al exterior una imagen «acomplejada y humillante» que achacó a «la química personal que mantiene con el golpista Chávez».
Zapatero replicó que el Ejecutivo ha actuado «sin ahorrar esfuerzos» y dijo que algunos propietarios están aceptando indemnizaciones a cambio de sus tierras en Venezuela y que los afectados españoles han reconocido en un escrito la labor que hace su Gobierno. No obstante, aseguró: «No vamos a cejar en la defensa de los derechos de los ciudadanos españoles en Venezuela».