«Y vamos pedir un esfuerzo de austeridad, un mayor esfuerzo a todos… un esfuerzo nacional, colectivo y también equitativo y justificado». «Porque los menos favorecidos, los mismos que nada han tenido que ver con el origen, el desarrollo y las fases de la crisis, son, por el contrario, los que han sufrido sus consecuencias y […]
«Y vamos pedir un esfuerzo de austeridad, un mayor esfuerzo a todos… un esfuerzo nacional, colectivo y también equitativo y justificado».
«Porque los menos favorecidos, los mismos que nada han tenido que ver con el origen, el desarrollo y las fases de la crisis, son, por el contrario, los que han sufrido sus consecuencias y son, ahora, los que mayoritariamente deben contribuir a los esfuerzos necesarios para corregir los efectos de la crisis».
«Es una tarea en la que todos deberíamos implicarnos. Nos lo exige el bienestar de toda la sociedad. A todos, a todos les pido colaboración. Es un proyecto nacional que a todos nos concierne. La situación es difícil y sería insensato ocultarlo. Pero puedo asegurarles a todos que el Gobierno no desfallecerá y está seguro, estamos convencidos, de que lograremos salir adelante».
Y a tenor de lo expuesto por el presidente Zapatero, tan cuidadoso siempre de que su lenguaje no olvide a la mujer, me pregunto:
¿Y a «todas» no? ¿Y a «las» no? ¿Será que el mimo con que el gobierno ha cuidado el lenguaje para no discriminar el género femenino queda, también, como los impuestos a las rentas más altas… «para el momento oportuno» o es que la crisis es cosa de hombres?»
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