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País Vasco, donde gobiernan los hombres de la derecha vasca desde el nacionalismo español

Fuentes: El Salto

El soberanismo es mayoría absoluta, también lo son los votos de izquierdas. La política vasca sigue anclada a viejos acuerdos de gobernabilidad, y alejada de unas calles feministas.

Las calles del País Vasco son feministas; los partidos políticos no. El Parlamento Vasco es abertzale; las leyes que promulga carecen de aspiraciones soberanistas. Los votos en los colegios electorales son mayoritariamente progresistas; el Gobierno vasco es claramente neoliberal. El mandato soberano del pueblo parece condenado a perderse en los pactos de gobernabilidad que probablemente tendrán lugar en los próximos días.

En la décimotercera legislatura del Parlamento vasco, a falta del recuento extranjero, que podría restarle un escaño al PSE y añadírselo a EH Bildu en Gipuzkoa (a 1.360 votos), PNV y PSE podrían formar su quinto Gobierno en coalición, repitiendo la mayoría absoluta de la anterior legislatura. Pero esta vez, por los pelos: el partido de Imanol Pradales ha obtenido 27 escaños; el de Eneko Andueza ha sacado 12, mejorando sus anteriores resultados (10), convirtiéndose en la sorpresa de la noche y elevando su poder de negociación a la hora de pedir departamentos al PNV. La mayoría absoluta en el Parlamento Vasco se sitúa en 38 actas, a falta del voto CERA (Censo electoral de residentes ausentes) se sitúan en 39. En la anterior legislatura tenían 41.

El entente entre nacionalistas y socialistas funciona como una barra libre para las políticas neoliberales del PNV a cambio de un muro de contención para las escasas aspiraciones soberanistas de Andoni Ortuzar. Al PSE no le cuesta demasiado renunciar a un supuesto progresismo si frena las aspiraciones nacionales que el PNV de Iñigo Urkullu nunca tuvo. Y con esta política le ha ido muy bien: ha pescado dos de los cuatro escaños que ha perdido el PNV. Uno se lo ha llevado el PP, el otro EH Bildu.

El secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, lleva años en campaña electoral preparando un escenario que rompa esa coalición que parece sellada con Loctite. Guiñando el ojo a los votantes del PNV, recordando al PSE que deben defender políticas progresistas y que EH Bildu les son leales en Madrid, e insistiendo a los votantes duales (izquierda confederal, izquierda soberanista) que en su coalición ya caben todas las sensibilidades. Aunque la feminista sigue sin la representación que le exigen las bases, EH Bildu ha obtenido un resultado histórico: casi 350.000 votos. Más que nunca. De la valoración de los resultados se encargó primero Otegi, luego Otxandiano.

El candidato de la coalición lanzó un mensaje a los 50.000 votos perdidos de la izquierda confederal: no están perdidos, EH Bildu se encargará de representarlos en el Parlamento Vasco. La campaña electoral de la coalición aún no ha acabado. Lleva años en marcha y durará hasta los próximos comicios, cuando esperan romper los pactos habituales.

El PSE, EH Bildu y Sumar juntos hoy tienen 40 escaños, superan en dos la mayoría absoluta. Esta suma aún no significa nada pero, de momento, el PNV sabe que tiene de frente a gran parte de la sociedad, más de 340.000 votos que ponen cierto cerco a décadas de impunidad.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/elecciones/pais-vasco-gobiernan-hombres-derecha-vasca-nacionalismo-espanol