Nos han llamado de nuevo a las urnas para el día 26 de Junio. Ya ha comenzado la campaña oficial, aunque llevamos desde el 20 de diciembre pasado en plena precampaña. No pudo ser. No hubo voluntad política para conformar un gobierno con aquellos resultados, ni retorciéndose. Ha habido conatos de acuerdos, como el firmado […]
Nos han llamado de nuevo a las urnas para el día 26 de Junio. Ya ha comenzado la campaña oficial, aunque llevamos desde el 20 de diciembre pasado en plena precampaña. No pudo ser. No hubo voluntad política para conformar un gobierno con aquellos resultados, ni retorciéndose. Ha habido conatos de acuerdos, como el firmado entre el PSOE con Ciudadanos, que lo califiqué en su día como el Pac(r)to de los montes y así fue. Era de derechas aunque los firmantes lo negaron. En esta ocasión, la novedad viene de Podemos e Izquierda Unida, que han dado el paso adelante pactando por la izquierda con su Unidos Podemos. Parece que juntos van creciendo.
Una de las conclusiones de los resultados de las últimas elecciones celebradas, es que los pactos eran necesarios y ningún partido ha estado a la altura de las circunstancias. Ningún sacó los diputados suficientes para formar gobierno ni en mayoría simple y mucho menos absoluta como había ocurrido en otros comicios. Mariano Rajoy fue el primero en abandonar y así se lo dijo al Jefe del Estado cuando le llamó a consultas. Después no lo volvió a intentar ni tuvo interés en formar gobierno ni que se formara. PSOE y Ciudadanos pactaron por la derecha y Podemos se negó a sumarse. Dice Alberto Garzón: «el PSOE entró en esa mesa de negociación como un elefante en una cacharrería, a boicotearla». Ninguno tuvo voluntad de pacto.
Seis meses después y fracasado todo intento, la ciudadanía volveremos a depositar nuestras papeletas para tratar de solucionar el entuerto dejado por los partidos incapaces. Los resultados, con incrementos y retrocesos, ofrecerán un mapa parecido al de diciembre. No parece que vuelva a ver terceras elecciones, aunque todo es posible. Por responsabilidad, dicen, habrá que dejar gobernar al partido más votado, o al que más escaños obtenga, dicen otros, en un sistema parlamentario.
Las encuestas, sondeos y barómetros electorales que se han publicado en este año, hasta el comienzo de la campaña, coinciden en que Unidos Podemos y las confluencias están en alza y se posicionan como segunda fuerza política, en detrimento del PSOE, que retrocede en votos y en escaños. Ciudadanos, ofreciendo síntomas de fatiga, se mantiene en su nivel de votos, perdiendo algún escaño. El PP volvería a ser el más votado con holgada diferencia, aunque perdiendo algún diputado. Ninguno de los dos bloques ideológicos (PP + Ciudadanos y Unidos Podemos + PSOE), conseguiría la mayoría absoluta. En cualquier caso hay que tener en cuenta quien hace el guiso en cada sondeo.
El Centro de Investigaciones Sociológicas viene publicando estudios Preelectorales y sus conclusiones no han acertando siempre. En las elecciones del 20 de noviembre de 2011, sobrevaloró ligeramente las previsiones del PP y del PSOE, infravalorando a Izquierda Unida. En las últimas elecciones del 20D estuvo más acertado, según para quienes. Acertó con el PP, se quedó corto con el PSOE y con Podemos. Con IU acertó en votos, pero no en escaños; y con Ciudadanos erró con diferencia. En fin, aciertos y errores consustánciales con la propia esencia del producto, que parte de la voluntad ciudadana y sus decisiones de última hora. De cara a las elecciones del día 26, todo está por ver, pero los pronósticos del CIS confirman los de los otros.
En resumen, los resultados del estudio Preelectoral del CIS de Mayo son los siguientes: PP, 29,2% y 118-121 escaños. Unidos Podemos, 25,6% con 88-92. PSOE, 21,2% y 78-80 escaños. Ciudadanos con 14,6% de los votos y entre 38 y 39. En lo principal, el CIS se aproxima bastante a lo que ofrecen la mayoría de las encuestas conocidas. Es muy importante contar con el grado de abstención que pueda producirse, en relación con el que se declara. Si en diciembre la abstención fue del 26,8%, en esta ocasión el 32,4% se declara indeciso. Los electorados de PSOE y Ciudadanos son los menos movilizados, y esto será determinante. Las encuestas son lo que son: una foto fija de un momento determinado, que dan una dimensión de lo que puede suceder más adelante, si se dan las mismas circunstancias. Del observador depende el color y la tesitura de la foto.
Yo tengo mi propia cocina. He mezclado los ingredientes de las últimas catorce encuestas, sondeos y barómetros publicados, incluido el último estudio Preelectoral del CIS el barómetro de Metroscopia para El País. No he tenido en cuenta el sondeo interno del PSOE del pasado 3 de junio, por no ser de intención de voto aunque así lo presentaron. Las conclusiones son que el PP sería el partido más votado, obteniendo el 29.5% de los votos, 0,8% más que en los comicios del 20D. Unidos Podemos y las confluencias superarían al PSOE en 3,6%, tras obtener el 24,4%, con el mismo porcentaje de votos obtenidos anteriormente (Podemos + confluencias + IU). El PSOE perdería 1,2% de los votos y se quedaría con el 20,8%, frente al 22,0% actual. Ciudadanos conseguiría el 15,0%, frente al 13,9% obtenido el 20D. En escaños el PP perdería 2 de los 123. Unidos Podemos obtendría 12 más de los 71 que ostenta ahora, el PSOE perdería 10 de los 90. Y Ciudadanos ganaría 1 escaños de los 40 actuales.
Por bloques ideológicos, el 20 de diciembre, el PP más Ciudadanos consiguieron 163 escaños y el PSOE, más Podemos con sus confluencias, e IU, 161. Ahora, las encuestan presentan que Unidos Podemos más PSOE obtienen el 45,20% de los votos y 163 escaños, frente al PP más Ciudadanos con el 44,48% (0,72% menos) y 162 diputados. Se confirma por toda las encuestas, que la balanza se inclina esta vez hacia un bloque de izquierdas, con escasa diferencia, aunque el CIS da diez escaños más.
Resumiendo, el PP seguirá siendo el partido más votado, a pesar de lo que tienen encima. La corrupción generalizada entre mucha de su gente y la extrema pasividad en sus actuaciones en los tiempos de precampaña no le pasan cuentas. Ahora toda su estrategia se centra en atacar a lo que llaman el «extremismo bolivariano» de Podemos; como el PSOE que ha convertido a Podemos en el principal objetivos a batir. Parece que hacen todo lo contrario a lo que las encuestas dicen que deberían hacer. En ninguno sondeo, la suma de diputados PP con Ciudadanos les daría la mayoría absoluta, por lo que para seguir gobernando necesitaría la abstención del PSOE.
Podemos está sufriendo el desgaste natural de la batalla de todos contra ellos. Quién está saliendo favorecida es la Izquierda Unida de Alberto Garzón. La coalición Unidos Podemos es una novedad en el mapa político español y la suma con sus confluencias les permite sortear la ley electoral, que favorece a los partidos más votados. A un mes de las elecciones, las encuestas certifican el sorpasso al PSOE en votos, mientras que en escaños no todas coinciden, aunque la del CIS, apuesta por ello. Podrían hacerse con 6 diputados del PSOE, 5 del PP y 4 de Ciudadanos. Las encuestas confirman que la táctica seguida, pese a las críticas generalizadas, les están dando resultados. El País sitúa a UP a 3,5% de diferencia con el PP (PP, 28,9% y UP, 25,4%)
El PSOE sufre una debacle y está pagando el precio del pacto firmado con Ciudadanos, porque para hacer política de derechas y llegar a un acuerdo con la derechas, ya está el PP. Ahora niega toda posibilidad de pacto con Podemos. Sólo Mertixell Batet, defiende un «pacto a la barcelonesa» tras las elecciones. La presión ejercida por los veteranos dirigentes, desde algún lugar de Andalucía, dejan ver su inclinación en pactar por la derecha, aunque los sondeos reflejen una preferencia mayoritaria por un pacto con Unidos Podemos. Podría irle mejor si incorporara al «Un Sí por el Cambio», un rotundo NO a un gobierno o acuerdo con el PP, pase lo que pase el día 26.
Ciudadanos juega a ser bisagra entre el PP y el PSOE y según todas las encuestas se quedarían más o menos como están. Rivera dice que la salida de Rajoy no es condición para pactar, pero cree que su continuidad reforzaría el populismo al que dice combatir. Según Metroscopia para El País, la mayoría de votantes del PP aceptan que Rajoy se vaya a cambio de gobernar. El protagonismo político que mantiene Ciudadanos, no se ha traducido en crecimiento electoral.
Ningún partido queda satisfecho por lo que dicen las encuestas, ya sea por que les perjudica a ellos o beneficia al contrario, pero todos las esperan con interés, para corregir o cambiar sus tácticas. El PP acusa al CIS de exagerar los escaños que podría obtener Unidos Podemos. Pablo Iglesias pide prudencia a la hora de valorar el Barómetro, pero declara que el CIS demuestra que UP está en disposición de ganar las elecciones. El PSOE, incrédulo, acusa al CIS de tirar demasiado de cocina. Patxi López cree impresentable el reparto de escaños que hace el CIS, al dejarle a él y a Madina fuera del Congreso y Fernández Vara dice que el PSOE ganará a las encuestas. Todo es postureo según sus intereses y hacen o dicen según les va la feria.
He perdido la dimensión de lo que pretenden hacer los partidos y coaliciones tras las elecciones. Si parece que ninguno respetará el objetivo del déficit. Lo veremos. No se cuales son los programas con los que se presentan; si los mismos del 20D, los reducidos, o los resúmenes que presentan un día si y otro también, que son lo uno y lo otro, con ajustes de última hora. Sean cuales quieran, harán lo que les parezca oportuno cuando les toque hacer, si les toca.
Los resultados serán los que tengan que ser. Por ahora, la lección que la ciudadanía tenemos que ofrecer a las fuerzas políticas, sus líderes y lideresas, es la del compromiso con la participación democrática, pese a quienes les pese y digan lo que digan, hay que votar. Para que se confirme que la balanza de los escaños en los sondeos se inclina hacia un bloque de izquierdas, hay que elegir un programa por la izquierda; para dar la vuelta a la tortilla.
@caval100
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