El 29 de Septiembre está convocada la primera movilización general en los países de la zona euro, incluida la primera Huelga General en España desde que preside el Gobierno Rodríguez Zapatero, en contra de los planes de ajuste económicos impulsados por Ángela Merkel para toda la zona, que han puesto al borde del colapso al […]
El 29 de Septiembre está convocada la primera movilización general en los países de la zona euro, incluida la primera Huelga General en España desde que preside el Gobierno Rodríguez Zapatero, en contra de los planes de ajuste económicos impulsados por Ángela Merkel para toda la zona, que han puesto al borde del colapso al propio euro, salvado en última instancia por los chinos el pasado mes de Julio, que provocará una profunda depresión y agudizará las desigualdad y polarización social.
En España se ha reclamado a las bases del PSOE «militancia pura y dura» para acallar el malestar, la incomprensión y los conatos de rebeldía de sus propias bases que ven en estas medidas una traición a sus esencias socialdemócratas, a las resoluciones congresuales vigentes y al propio programa electoral sobre el que gobierna ZP, y que se vendió como «contrato social con el electorado» en campaña electoral. La justificación de las exigencias de los «mercados de capital» ante la impotencia de los Estados-nación en la aldea global en la que vivimos intenta esconder las consecuencias nefastas para la ciudadanía europea de la construcción neoliberal, de espaldas a la ciudadanía, de la Unión Europea y de la dejación de la soberanía popular en manos de instituciones dictatoriales financieras que responden exclusivamente a los intereses políticos de los grandes grupos financieros internacionales.
Para ATTAC ha llegado la hora de la ciudadanía. En la lucha sin fin entre dos bandos donde uno vence sobre otro perdedor se trata de poner fin para siempre a todo tipo de dominación rompiendo las reglas del juego e instaurando nuevas reglas, nuevos valores sociales, nuevas leyes. Ha llegado la hora en que hay que preguntarle a la ciudadanía que piensa y que quiere hacer porque ella es la única que puede rebelarse contra su destino de ser meras piezas del gran ajedrez que es el mundo, manejadas por implacables y oscuros jugadores ocultos para quienes sus destinos individuales o de pueblos nada cuentan mientras alcancen sus objetivos de Poder. Hay que preguntarle a la ciudadanía porque es la que detenta el verdadero Poder, el que es capaz de instaurar un nuevo comienzo, el origen de un nuevo tiempo para la humanidad que restaure el equilibrio y la armonía entre el bienestar de toda la humanidad, la biodiversidad y la realización individual y creativa de las personas.
La hegemonía del pensamiento neoliberal (aire) ha roto todos los equilibrios poniendo en peligro la supervivencia de la humanidad y la propia existencia del sistema integrado de Vida que es la biosfera, Gaia, la Gran Madre. El individualismo exacerbado y la mercantilización extrema de la naturaleza y del ser humano han promovido principios seudomorales en las sociedades que nos han llevado a exaltar las cualidades humanas más degradantes, colocándolas como las virtudes más altas: egoísmo, avaricia, vanidad y envidia mueven la sociedad de consumo y despilfarro que nos ofrecen como panacea y provocan la insatisfacción y la inseguridad permanente como sentimiento y emoción (agua) dominante en sociedades y comunidades desintegradas. La satisfacción de las necesidades materiales básicas (tierra) no se cubren en un altísimo porcentaje de la humanidad que peligra con aumentar escandalosamente, por la acumulación de recursos en manos de élites cada vez más reducidas en una humanidad cada vez más desigual y polarizada, y que arrastran al Poder político-militar (fuego) de las sociedades humanas a nuevas dictaduras y neofascismos. Los depredadores se aprestan a lanzarse sobre la nueva gran presa de los yacimientos de hidrocarburos en el cada vez más descongelado Polo Ártico. La polarización de la Tierra no lo aguantará.
Como decía Keynes «Cuando la acumulación de riqueza ya no sea de gran importancia social, habrá grandes cambios en los códigos morales. Podremos librarnos de los principios seudomorales que han pesado durante doscientos años sobre nosotros, siguiendo los cuales hemos exaltado algunas de las cualidades humanas más desagradables, colocándolas en la posición de las virtudes más altas. Podremos permitirnos el atrevimiento de dar a los motivos monetarios su verdadero valor. El amor al dinero como posesión será reconocido por lo que es, una morbosidad repugnante, una de esas propensiones semidelictivas, semipatológicas, que se ponen, encogiendo los hombros, en manos de los especialistas en enfermedades mentales» [i].
Ha llegado el momento para estos cambios. Vivimos el final del capitalismo como modo de producción hegemónico, porque es vital para la humanidad que así ocurra. Pero no caerá sólo. Tiene que ser el conjunto de la ciudadanía mundial, con su voluntad y decisión, con su movilización, quién lo haga caer. Que las empresas transnacionales hayan aumentado sus beneficios desde el estallido de la crisis con las ayudas públicas no se puede entender como que el sistema haya superado sus contradicciones que lo arrastran a ser sustituido. Al contrario. Nos viene a decir que igual que el moribundo que parece mejorar con los apoyos técnicos hospitalarios, transfusiones y respiración asistida tan sólo consigue alargar su agonía, así el sistema capitalista tampoco se puede mantener sin estos apoyos y recursos públicos cada vez más inviables e inasumibles por la ciudadanía mundial.
Tenemos que recuperar el equilibrio y la armonía entre el paradigma ideológico dominante, los sentimientos, emociones y valores, la ética social, la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad y un Poder político-militar y social legítimo basado en la implicación y participación en las políticas públicas de la ciudadanía, en una amplia y profunda democracia participativa en el seno de la humanidad. Y el equilibrio y la armonía entre la humanidad y Gaia, la Gran Madre Virgen, la biosfera de la Tierra.
Y todo lleva su tiempo . Como el labrador se comienza con la siembra de la semilla, en el mundo de las ideas. Otro mundo es posible, necesario y urgente. Después tiene que llover, la tormenta y el agua son imprescindible. Las ideas han de ser alimentadas y transformadas con los sentimientos, emociones y valores en el corazón de las personas. Hay que hacer política con el corazón, hay que organizar la esperanza de los seres humanos. Posteriormente es necesario dejar que madure la mies, que pueda crecer la planta y su fruto hasta el punto de maduración. Este otro mundo posible tiene que desarrollar las ideas de su sistema productivo, financiero y distributivo alternativo. Y esta es nuestra tarea ahora. Por esto estamos desarrollando los ejes esenciales de una Economía por y para la Vida, y como elemento esencial de ella los fundamentos de un sistema financiero alternativo. Cuando el tiempo se haya cumplido llegará la cosecha; si las semillas se esparcieron adecuadamente y en profusión será abundante. Si las ideas se extiende por toda la ciudadanía del mundo la movilización será increíble, y la conciencia de ciudadanía universal dará un salto irreversible. Por último, hay que guardar y asegurar el grano, para posteriormente distribuirlo con equidad y justicia. La elaboración de las nuevas leyes, la primera Constitución del Mundo donde se determinen los ámbitos de competencia por niveles territoriales y la universalización de los seis elementos básicos: l a construcción de un mundo ecológico, con igualdad de género, imperio de los derechos humanos, realización personal, convivencia pacífica multiétnica y democracia participativa. Esta tarea debe estar coordinada por un/a defensor/a a ultranza de la evaluación participativa de las políticas públicas, ya que debe impregnar toda legislación a todos los niveles porque es la garantía para que los demás elementos esenciales también se den y perduren en el tiempo.
No disponemos de una teoría de la transición y del cambio político. Debemos recordar, sin embargo, que como es arriba es abajo. El modelo matemático de la Teoría de redes, los seis pasos de relación de todo con todo, responde tanto a la distribución estelar y planetaria en las galaxias, a las redes eléctricas, a la distribución de los troncos neuronales en los cerebros de los seres vivos, a la distribución de correos y a las relaciones sociales tanto locales como en Internet. Las leyes físicas del Bing Bang se expanden y desarrollan con el Universo y con todos sus seres creados haciéndose cada vez más complejas pero afectando en esencia a todos los elementos del Universo. Como dice Leonardo Boff «la física cuántica trabaja con la incertidumbre y con la sorpresa. El universo vive de emergencia. En emergencia se da algo sorprendente: energías que se van acumulando y de repente aparece un fenómeno que cambia las conciencias» [ii]. Un salto cualitativo. Vivimos una de estas «emergencias»: la fase planetaria de la conciencia y la unificación de la especie humana, reunida en una gran familia en la misma casa común, el planeta Tierra, y el retorno al sentido común y a los valores éticos para organizarnos y autogobernarnos.
No comparto el lema de la movilización europea de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) «Por el crecimiento y el empleo». Da a entender que sin crecimiento medido en Producto Interior Bruto (PIB) no hay empleo. No es cierto. Y no se trata de crecer o decrecer manteniendo la escala de medición establecida. Se trata de cambiar esta escala, de cambiar de forma de vida mejorando en todos los sentidos la satisfacción de las necesidades sociales, la seguridad y tranquilidad interior de las personas. Se trata de un nuevo comienzo. Pasar del «mal vivir» actual organizado por y para la reproducción ampliada del capital que carece de recorrido en el futuro, al «bien vivir» de la economía por y para la Vida organizado para las personas y la humanidad, donde el empleo será un derecho dejando de ser un acto de alineación y explotación.
Apoyo la movilización y la huelga del 29 S en la medida en que es un paso en el proceso de concienciación y de recuperación del poder soberano por parte de la ciudadanía, de defensa de la democracia; de emergencia y unidad de la ciudadanía europea en el camino de la ciudadanía universal. Estamos lejos de este nivel de conciencia, incluidos los propios líderes sindicales europeos. Y porque creo en la coherencia de «la militancia pura y dura». ¿Quién es más leal con su ideología y su partido? ¿quién viendo que se está cometiendo un gran error de consecuencias irreversibles para la sociedad y su propio partido y hace todo lo que puede para evitarlo arriesgándose, o quién deja que ocurra por disciplina militar o por miedo a posibles consecuencias? Si algún guardia civil de los que acompañaron al golpista Tejero se hubiese negado a seguir las órdenes al ser consciente de lo que ocurría, hoy sería un héroe nacional.
Fernando Moreno Bernal. Presidente ATTAC Andalucía
Notas:
[i] Keynes, John M., «Las posibilidades económicas de nuestros nietos», Ensayos de persuasión, Barcelona, Crítica, 1988 , Págs. 327-331
[ii] Entrevista a Leonardo Boff en Foro Mundial de Alternativas http://www.forumdesalternatives.org/ES/readarticle.php?article_id=23610
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