El Colectivo Canto a la Vida, conjunto de organizaciones de mujeres, feministas e instituciones de la sociedad civil que trabajan por los derechos de las mujeres en Perú, convocaron a una marcha con motivo de las celebraciones por el 8 de marzo. Maria Isabel Cedano, directora de Estudio para la Defensa y los Derechos de […]
El Colectivo Canto a la Vida, conjunto de organizaciones de mujeres, feministas e instituciones de la sociedad civil que trabajan por los derechos de las mujeres en Perú, convocaron a una marcha con motivo de las celebraciones por el 8 de marzo.
Maria Isabel Cedano, directora de Estudio para la Defensa y los Derechos de la Mujer (DEMUS) y miembro del colectivo, afirmó que el propósito de la movilización fue hacer público el rechazo de las mujeres al modelo neoliberal del actual gobierno y exigir una vida digna, sin pobreza ni violencia.
«Nuestro colectivo promueve una lucha política, social y cultural sin violencia, porque estamos pretendiendo cambiar las cosas. Por ello recordamos las luchas de las mujeres a lo largo de la historia y este año seguimos en pie, por la vigencia de nuestros derechos» señaló.
Con la marcha, además, quisieron expresar su protesta por el impacto negativo del «neoliberalismo» en la vida cotidiana de las mujeres, tanto en el ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, como de los sexuales y reproductivos.
En la multitudinaria movilización, sorprendió al público la presencia de un gran número de varones, muchos de ellos portando banderines y pancartas de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).
«Nuestra central está luchando por la equidad de género y está trabajando por la trasverzalización e institucionalización de un enfoque de género. Las mujeres hemos avanzado en el país y tenemos una gran perspectiva: compartir equitativamente con los compañeros, para juntos luchar por una sociedad más justa e igualitaria», agregó.
Gloria Pérez, responsable nacional del departamento de la Mujer de la CGTP, comentó que las celebraciones por el 8 marzo tienen la riqueza de la suma de sectores: feministas, campesinas, mujeres de colectivos, de asentamientos humanos, de programas sociales como el vaso de leche y comedores populares y de las mujeres trabajadoras.
«La articulación de varias agrupaciones de mujeres, feministas, organizaciones de los diferentes distritos populosos de Lima, afroperuanas y campesinas es un logró del Colectivo Canto a la Vida», sostiene Rocío Muñoz, del Centro de Estudios y Promoción Afroperuana Lundu.
Ivonne Macassi, responsable del programa de Derechos Humanos del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, destacó que uno de los temas que preocupa a las mujeres es la falta de empleo y, en el caso de las que tienen un empleo digno, la ausencia de condiciones laborales adecuadas. En esos, como en otros aspectos, «la agenda de las mujeres coincide con la de las trabajadoras» agregó.
Algunos lemas coreadas por las cerca de 3.000 manifestantes eran: «mi cuerpo es mío, ni del Estado ni de la iglesia», «escucha García la olla esta vacía, nuestro cuerpo violentado, nuestra vida empobrecida», «hoy no celebramos con rosas ni regalos, hoy reivindicamos a mujeres que han luchado».
La marcha les permitió, asimismo, hacer públicas sus demandas sectoriales y exigir justicia por la muerte de cuatro campesinos, tres de ellos presuntamente asesinados por la policía durante el paro nacional agrario que se llevó a cabo el 18 y 19 de febrero.
«Nosotras queremos pan, semillas, herramientas para trabajar la chacra; no queremos balas, no queremos más muertes. En el campo estamos de duelo por los hermanos que fallecieron y queremos justicia para ellos. Sabemos que las mujeres de las organizaciones de mujeres de Lima se solidarizan con nosotros», señaló Lourdes Huanta, Presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas Asalariadas del Perú (FEMCARINAP).
Huanta denunció la detención de la campesina Guadalupe Hilario en la frontera de Perú con Ecuador, en momentos en que ella regresaba del vecino país, a donde acudió para participar en un encuentro preparatorio de la cumbre de los pueblos.
La «Cumbre Social de los Pueblos: Enlazando Alternativas III» se desarrollará paralelamente a la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe (ALC-UE), a realizarse en la capital peruana, del 12 al 15 de mayo.
La marcha terminó en la histórica Plaza 2 de Mayo, escenario de grandes manifestaciones de centrales sindicales, populares y políticas, con un mitin y un fin de fiesta, en los que mujeres y varones danzaron al compás de un carnaval, música festiva originaria de los andes peruanos, que antiguamente se interpretaba en ritos dedicados a propiciar la fecundidad de la tierra.